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Un Power Ranking como punto de partida (I)

Más allá de los puestos en los que quedan colocados los equipos, este ejercicio centra su objetivo en un repaso de las situaciones de cada una de las franquicias de cara al arranque de la próxima temporada.

Los Power Rankings no son una ciencia exacta y siempre vienen acompañados de muchas discrepancias. Más aún cuando la temporada ni siquiera ha comenzado y no tenemos datos objetivos basados en el juego en los que apoyarnos. Como las posiciones de los equipos dependen de la opinión de cada cual, es muy sencillo no estar de acuerdo y que cada persona que lea este artículo tenga su propia clasificación en base a su percepción de cada equipo. Entonces, ¿cuál es el valor de un Power Ranking a estas alturas? Creo que es muy interesante conocer el punto de partida aproximado de cada equipo y ver si pueden exceder las expectativas generadas antes de arrancar la temporada.

Además de las posiciones exactas, voy a englobar los equipos en diferentes ‘tiers’ o peldaños que agrupen diferentes objetivos, aspiraciones o contextos. Recuerdo, antes de empezar, que esta es una clasificación subjetiva e importa mucho más la fotografía de la situación de cada equipo que el número que ocupe en la clasificación.

Partiendo de esta base, os dejo mi humilde propuesta de Power Ranking NFL antes de comenzar la temporada:

Tier 1: Candidatos al anillo

1) Kansas City Chiefs

La vida es más sencilla cuando tu Quarterback es Patrick Mahomes y tu entrenador, Andy Reid. Solo así se explica que un equipo que la pasada temporada tuvo que poner a jugar a un buen puñado de rookies y que contaba con evidentes fallas en su plantilla, lograra ganar el anillo. Todas y cada una de las cinco temporadas que Patrick Mahomes ha sido su QB titular, los Chiefs han llegado como mínimo a la final de conferencia, tres de ellas alcanzaron la Super Bowl y en dos ocasiones lograron hacerse con el anillo de campeón, incluida la pasada campaña.

Los Chiefs no tienen el roster más completo y equilibrado, su cuerpo de WRs está lejos de la élite de la liga, no tienen un WR1 –de los 41 pases de TD de Mahomes la pasada temporada, 31 de ellos fueron a RBs y TEs–, aunque en el Training Camp los jóvenes Justyn Ross, Rashee Rice y Skyy Moree están dejando buenas sensaciones. La defensa está marcada por la juventud y aunque su línea ofensiva es muy poderosa en el interior, la salida de Orlando Brown y Andrew Wylie ha provocado un baile en los puestos de Tackle que deja algunas incógnitas con la llegada de Jawaan Taylor y el veterano Donovan Smith. También habrá que comprobar el desempeño en el Edge de Karlaftis, Omenihu y Anudike-Uzomah, además de esperar que la joven secundaria vuelva a dar la talla como el año pasado.

A cambio, con Mahomes y Reid a los mandos la vida siempre es mucho mejor. Kelce sigue siendo no solo el mejor TE de la NFL sino uno de los principales seguros a la hora de atrapar balones de toda la liga y Chris Jones un disruptor desde la línea defensiva que puede cambiar el rumbo de un partido por sí solo. Eso y uno de los mejores cuerpos de LBs de toda la competición, con la pareja Bolton-Gay más que asentada y recibiendo la ayuda del recién llegado Tranquill y el joven Leo Chenal.

No hay ni una sola duda de que los Chiefs parten en primera línea para alcanzar el objetivo de revalidar su título de campeones.

2) Philadelphia Eagles

Los Eagles han afrontado un importante reto durante esta Offseason con la marcha de algunas de las piezas clave que llevaron al equipo hasta la pasada Superbowl. Su coordinador ofensivo, Shane Steichen, ahora es el entrenador de los Colts, su coordinador defensivo, Jonathan Gannon, es ahora el entrenador de los Cardinals y hasta cinco titulares de su magnífica defensa de la pasada campaña tienen ahora otros destinos (CGJ, Epps, TJ Edwards, Kyzir White y Javon Hargrave). En ataque, en cambio, se mantienen 9 de los 11 titulares de la pasada campaña, pero la marcha del RB1 Miles Sanders y de una pieza importante de la OL como Isaac Seumalo, ha dado aún más trabajo al Front Office.

Ante esta situación de amenaza, en la que el equipo podría ver muy mermada su capacidad, su GM Howie Roseman ha vuelto a estar a la altura y ha paliado la pérdida de talento con una gran cantidad de movimientos de agencia libre y Draft que ha cubierto los huecos creados. No es baladí el logro de retener a sus dos CB titulares, tanto Bradberry como Slay podrían haberse marchado también (de hecho, Slay llegó a despedirse) y finalmente una de las mejores parejas de esquineros de la liga seguirá junta en Philadelphia. Sanders ha sido sustituido por Swift y Penny a un precio de ganga, pudiendo incluso elevar el nivel del puesto de RB si ambos se mantienen sanos. La primera ronda del Draft trajo a Carter y Nolan Smith talento que rejuvenece la línea defensiva y si acaso las unidades Linebackers y Safeties son las que más dudas me generan, Nakobe Dean tendrá que dar un paso al frente en responsabilidad y Nick Morrow sin duda baja el nivel de Edwards y White, mientras que Edmunds y Blakenship tendrán que hacerlo muy bien para igualar el desempeño de Gardner-Johnson y Epps.

Con todo, los Eagles, que la pasada temporada fueron probablemente el colectivo más completo y equilibrado de la liga, volverán a ser a priori uno de los principales candidatos al anillo si son capaces de no verse afectados por clásica resaca de los perdedores de la Superbowl y mantienen su fantástico tono coral tanto en ataque como en defensa. Jalen Hurts demostró un enorme salto de calidad la pasada temporada y seguirá contando con una de las mejores parejas de WRs de la NFL con AJ Brown y Devonta Smith, además de con uno de los mejores TE receptores en Dallas Goedert. Que de salida parte con la vitola de favoritos es un hecho.

3) Cincinnati Bengals

Joe Burrow se ha establecido como uno de los mejores QBs de la NFL, es igual si para algunos ya es el segundo tras Mahomes u otros lo tienen más abajo, lo cierto es que es parte de la élite y con la joven pareja Chase-Higgings la vida es más fácil. Partiendo de esa base y observando la enorme evolución de la ofensiva como colectivo la pasada campaña, los Bengals a la fuerza tienen que ser uno de los grandes favoritos al anillo. El proceso de adaptación que experimentó Burrow y toda la ofensiva bengal cuando las defensas comenzaron a cambiar las formaciones single high por otras mucho más conservadoras contra el pase, colocando dos safeties profundos, cajas más ligeras y dejando de enviar tanto blitz a Burrow, convirtió la ofensiva de Cincinnati en una de las más ricas e imprevisibles, corriendo más desde shotgun, utilizando la Run Pass Option y permitiendo a Burrow abrir un abanico de posibilidades en la zona intermedia, con las rutas profundas de sus receptores limpiando el campo de defensores. En esa fórmula, Perine se convirtió en un arma muy efectiva con la que este año no podrán contar.

A cambio, la OL sigue reforzándose y llega Orlando Brown desde Kansas City para proteger a Burrow. Con su ataque siendo una de las sensaciones de la NFL y las carísimas extensiones de contrato de Burrow, Chase y Higgins a la vuelta de la esquina, se han perdido piezas importantes en defensa, especialmente con la marcha de los dos safeties titulares Bates y Bell, pero da la impresión que con Anarumo a los mandos, los nombres no son tan importantes en esa defensa como lo es el colectivo.

Dentro de una AFC poderosísima y una de las divisiones más complicadas de toda la NFL, los Bengals partirán como uno de los principales candidatos para ganarlo todo. Esperemos que la lesión en el gemelo de Burrow no le haga perderse mucho tiempo y esté listo para el arranque de temporada.

4) San Francisco 49ers

A eso le sumas una defensa imponente que la pasada campaña dominó partidos a sus anchas, partiendo siempre de un Front7 extraordinario donde se complementa a la perfección una presión al QB creativa e incontenible, con una unidad de Linebackers capaz de equilibrar toda la defensa. Es justo decir que Warner-Greenlaw es hoy en día la pareja más completa y diferencial en la posición de toda la NFL. Aquí es interesante observar cómo afecta la marcha de Demeco Ryans y cómo se adapta Wilks, cuya solvencia como coordinador defensivo está más que probada pero tendrá que adaptarse y seguir sacando el máximo partido de esa unidad.

Todo esto suena fantástico y su calibre es el de Super Bowl, el caso es que no sabemos qué pasa con el Quarterback. ¿Ha llegado Purdy en condiciones físicas como para estar listo en la Jornada 1? ¿Si no llega será Darnold o Lance quien lo sustituya? ¿Si empieza uno de estos últimos y Purdy se recupera, lo meterá a jugar si las cosas van bien? ¿Cuándo? Son demasiadas incógnitas en un puesto donde a nadie le gusta que el suelo no sea firme por mucho que el sistema de Shanahan sea calificado como “a prueba de Quarterbacks”.

Si son capaces de salir airosos de la disyuntiva del Quarterback, la temporada se presenta muy ilusionante para los 49ers que sin duda están en ventaja de oportunidad para llegar a la Super Bowl.

5) Buffalo Bills

Los Bills vuelven a estar en el principal grupo de favoritos para llegar a la Super Bowl al igual que lo vienen estando los últimos, pero precisamente por eso esta temporada la etiqueta de favoritos viene acompañada de cierta urgencia por hacer buena esa condición y empieza a sentirse la presión por llegar a una Super Bowl antes de que la ventana de oportunidad se cierre. Las quejas de un Stephon Diggs enfadado desde el último partido de la pasada temporada intensifican esa sensación de desasosiego para un equipo que viene demostrando que tiene lo necesario para llegar a lo más alto pero que no acaba de conseguirlo.

La realidad es que con Josh Allen cuentan con un factor diferencial muy importante. El mejor QB a la hora de hacer scramble es una pieza vital en una NFL actual donde la movilidad del QB y su efectividad fuera del pocket son capitales. Si él y Diggs son capaces de arreglar sus malentendidos y volver a la misma página y Gabe Davis termina de consolidarse como un WR2 eficaz de manera regular y la llegada de Kincaid encaja, como parece, a la perfección en ese sistema ofensivo, los Bills volverán a ser uno de los ataques más temidos de la NFL. En defensa los Bills fueron uno de los dos equipos (junto a los 49ers) capaces de encajar menos de 300 puntos en temporada regular, su profundidad en el Pass Rush que mezcla la veteranía de un Von Miller que retornará de lesión y Leonard Floyd (pareja de pass rushers que ganó la Super Bowl hace dos años con los Rams) y la juventud de Rousseau, Basham o Epenesa permite una rotación que siempre mantiene la intensidad. Veremos cómo se las arregla Milano sin Edmunds a su vera en el LB y si la secundaria sigue manteniendo el gran nivel de la pasada temporada.

Realmente, los Bills tienen argumentos de sobra para pelear por el anillo, veremos si son capaces de dar ese paso más que las últimas temporadas les ha dejado cerca pero con la miel en los labios.

Tier 2: Los aspirantes

6) Miami Dolphins

Me ha costado muchísimo decidirme por el sexto puesto porque pienso que hay un grupo de equipos realmente parejos y que poca diferencia hay entre ponerlos el sexto o décimo porque todos están prácticamente a la par como candidatos a subir el peldaño que te lleva a la cima. Con Miami sucede que con un año de experiencia para interiorizar el ataque de Mike McDaniel, el trío formado por Tua, Tyreek Hill y Waddle puede presentarse como una de las mayores amenazas ofensivas de toda la NFL. Mientras Tagovailoa estuvo sano, pudimos disfrutar de un sistema quirúrgico, que facilitaba el trabajo para el Quarterback y éste conseguía unos niveles de precisión desconocidos hasta entonces en su carrera y con la pareja de receptores con más yardas después de recepción de media de toda la liga.

De hecho, cada vez que Tua lanza un pase, lo más probable es que su pase vaya a Hill o Waddle, que tras AJ Brown y Devonta Smith, son la pareja con más porcentaje de pases enviados por ruta recorrida. Ellos cargan con el peso del ataque y lo hacen con grandísimos resultados. Tengo curiosidad por comprobar si en la evolución de este ataque el juego de carrera gana mayor peso específico o McDaniel sigue apostando por aplastar defensas por vía aérea.

Llama mucho la atención también el radical cambio de propuesta defensiva en Miami, dando los mandos a Vic Fangio, gurú de la tendencia que hoy en día marca la NFL con defensas que se protegen de los big plays y jugadas explosivas con dos safeties profundos. Esto supone un cambio filosófico bestial viniendo de la herencia que dejó Brian Flores y perpetuó la pasada temporada Josh Boyer con defensas muchísimo más agresivas con el blitz. La lesión de una de sus incorporaciones estrella, Jalen Ramsey, es un tremendo contratiempo pero si son capaces de aguantar hasta diciembre (fecha prevista para su vuelta) su impacto puede suponer un salto de calidad ideal de cara al momento más importante de la temporada.

Con todo, Miami parece un equipo preparado para asaltar el siguiente nivel. Si Tua consigue mantenerse lejos de las conmociones cerebrales, los Dolphins están llamados no solo a alcanzar los Playoffs (un objetivo que últimamente les ha sido esquivo) si no incluso a pelear por dar un paso más y tratar de prosperar durante el mes de enero -habrá que ver hasta dónde- pero sin duda son un equipo que debería protagonizar la NFL esta próxima temporada.

7) Dallas Cowboys

Dallas tiene argumentos de sobra como colectivo para pensar en que, de una vez por todas, puedan asaltar el cielo que se le viene negando durante casi tres décadas. La defensa es una enorme certeza, desde quien la comanda desde la banda, un Dan Quinn al que se le está poniendo de nuevo cara de Head Coach, hasta quien la lidera dentro del campo, un Micah Parsons cuyo calibre apunta a mejor defensor de toda la liga. Pero es que es su colectivo lo que realmente asusta, esta defensa es una unidad sin fisuras. Con Parsons como Pass Rusher a tiempo completo, la línea defensiva da muchísimo miedo, DeMarcus Lawrence, la aparición de Dorance Armstrong, la llegada de Mazi Smith para dificultar la carrera… La vuelta de Van Der Esch y el crecimiento de Damone Clark han terminado de convencer a Quinn de librar a Parsons de las tareas como off the ball linebacker y la protección de Donovan Wilson, Jayron Kearse y Malik Hooker en el Safety ofrecen mucha solvencia en parte central del campo. Fuera de los números preocupaba mucho el segundo cornerback y el puesto ha sido ocupado por Stephon Gilmore, veterano pero todavía muy capaz y la pareja que formará con un Trevon Diggs que no para de crecer ofrece muchas garantías. La defensa es extraordinaria.

Más dudas puede ofrecer el ataque, donde las certezas más grandes son CeeDee Lamb y Tony Pollard. Lamb dió el salto la pasada temporada y si sigue progresando puede llamar a la puerta de la élite en la posición y Pollard demostró ser capaz de asumir el peso del backfield y marcar las diferencias por tierra además de tener unas muy buenas manos. El pasado se echó en falta la amenaza profunda y Brandin Cooks llega para cubrir esa necesidad (veremos si puede mantenerse sano), también Michael Gallup tiene mucho que demostrar después de una vuelta de lesión cargada de inconsistencia. Si la OL se mantiene sana puede ser un factor diferencial y ya todo pasará porque Dak Prescott pueda ser consistente y Mike McCarthy saque lo mejor de este ataque…

El potencial de los Cowboys es extraordinario y parecen tener lo que hay que tener para pelear por la NFC, como cada año tendrán el peso de la responsabilidad de llevar esa estrella en el casco y de cargar con las máximas expectativas; si puede gestionar ese peso Dallas debería ser un claro aspirante a desbancar a los dos favoritos de la conferencia.

8) Jacksonville Jaguars

Sé que puede sorprender ver a los Jags tan arriba, pero creo que merecen estar ahí. Un equipo en crecimiento, con una división y un calendario ciertamente asequibles -sobre el papel- y un Quarterback en franca progresión con un entrenador que sabe guiarle. Mantienen piezas importantes en su ataque al que además suman a Calvin Ridley que si es capaz de recuperar su nivel previo puede suponer un enorme salto de calidad, lo cierto es que de momento las sensaciones que ofrece en el Training Camp son inmejorables.

La defensa es joven y ya demostró que es capaz de generar oportunidades de turnover pero habrá que ver la crecimiento de los más jóvenes, especialmente el de Travon Walker, pero si son capaces de crecer en la dirección correcta puede ser un gran unidad con piezas decisivas en todas las líneas como Olokun, Josh Allen o Tyson Campbell.

Sinceramente, espero un grandísimo año de estos Jaguars que la pasada temporada ya consiguieron avanzar en los Playoffs, no me extrañaría que esta temporada vuelvan a alcanzar cotas similares.

9) Baltimore Ravens

Las aguas han vuelto a su cauce en Baltimore y con Lamar Jackson tranquilo y contento por su nuevo contrato, los Ravens afrontan una temporada cargada de ilusión. Con Todd Monken como nuevo coordinador ofensivo es más que probable que veamos elevarse el número de intentos de pase y por tanto un ataque muy distinto al que nos tenía acostumbrados Greg Roman. Con la llegada del Odell Beckham jr. y si Bateman consigue mantenerse sano, más el rookie Zay Flowers como amenaza profunda y, por supuesto, el seguro de vida que Mark Andrews ha sido siempre para Lamar, ese juego aéreo es muy prometedor. JK Dobbins está llamado a dar el salto esta temporada y acompañado de Gus Edwards (y lo que el propio Lamar aporta) hacen pensar que la amenaza terrestre sigue siendo muy poderosa. Para el ataque es vital que Ronnie Stanley se mantenga sano por todo lo que mejora la OL, pero a priori el ataque de Baltimore deja buenas sensaciones.

La defensa sufrió la pasada temporada un cambio de filosofía con la marcha de Wink Martindale y la llegada de Mike McDonald, que si este año logra afianzar bien su sistema y con un Roquan Smith cuya llegada elevó el tono general de la unidad, deberíamos estar ante una de las defensivas más competentes de toda la liga. Llena de juventud pero con mucho talento.

Los Ravens parten un escalón por debajo de los grandes favoritos de la conferencia como Chiefs o Bengals pero que nadie se sorprenda si son capaces de darles batalla y estar a su altura. Se puede presumir un gran año para los Baltimore Ravens.

10) Los Angeles Chargers

Estamos ante un año decisivo para Los Angeles Chargers. Justin Herbert ya tiene su extensión de contrato multimillonaria y las estrellas de las que le han rodeado van cumpliendo años y, sobre todo, sus contratos empiezan a ser inasumibles en cuanto pase esta temporada. Los Bosa, Mack, Keenan Allen, Mike Williams o Austin Ekeler podrán realizar un nuevo intento de asalto a la durísima AFC todos juntos, pero parece que estamos ante la última oportunidad del grupo completo porque los sueldos de todos ellos serán incompatibles a la vuelta de la esquina. Pero estamos hablando de esta temporada y ella está todos, a priori sanos y listos para subir ese par de peldaños que les metan de lleno en la lucha por una Super Bowl. Da la sensación de que también puede ser la última oportunidad para Brandon Staley, que el pasado año consiguió meter al equipo en Playoffs y a las primeras de cambio sufrió una terrible remontada en Jacksonville que probablemente agotó su crédito a un último intento.

Pero no hay que despistarse, el potencial de los Chargers es inmenso. Tienen talento a raudales en ataque con uno de los Quarterbacks más talentosos y diferenciales de toda la NFL y, además, con un nuevo coordinador ofensivo, Kellen Moore, que viene para desbloquear todo el potencial tanto de Herbert como de quienes lo rodean.

En defensa de nuevo la salud será clave. Si todas las piezas están en su sitio, sobre el papel ésta debería ser una unidad terrible, con una pareja de pass rushers de alto nivel, un interior de la línea que va resolviendo los problemas contra la carrera y la veteranía de Eric Kendricks para gobernar el centro del campo. Eso y uno de los mejores safeties de la NFL, Derwin James, que en realidad es mucho más que un safety porque está por todas partes y ayuda en muchos aspectos.

Con los Chargers pasa siempre lo mismo, sobre el papel son un potencial candidato al anillo pero en la práctica algo arruina su camino al éxito. ¿Será esta temporada la que sí consigan que todo encaje? Si es así, mucho cuidado con ellos.

11) New York Jets

Los Jets han hecho un All In en busca del anillo para los próximos dos años. La llegada de Aaron Rodgers lo cambia todo y el hecho que haya reestructurado su contrato para dar más espacio salarial a los Nueva York para esta y la próxima temporada habla bien a la claras de esa intención. Lo cierto es que los Jets están equipados para ese asalto, no solo por tener al jugador que ha ganado dos de los últimos MVPs de la NFL sino por estar muy bien rodeado: Garrett Wilson apunta a la élite de los receptores de la liga y debe ser el principal socio de Rodgers pero además el propio AR12 ha traído consigo a dos de sus receptores favoritos, Lazard y Cobb, con los que se entiende a la perfección. Veremos si incluso puede recuperar a Corey Davis… En el juego terrestre, la recuperación de una de las sensaciones rookies de la pasada campaña, Breece Hall supondría una amenaza constante en un sistema ofensivo de Nathaniel Hackett donde la carrera tiene gran importancia -y más si acaba llegando Davin Cook-. Si acaso la OL tiene cosas que demostrar, pero con Rodgers en el pocket la vida es más fácil.

La defensa ya demostró la pasada temporada que puede ser dominante y determinar partidos y lograr la extensión de contrato de Quinnen Williams significa retener a pieza clave sobre la que orbita esa unidad. Por supuesto la secundaria es otra de las grandes fortalezas, con una de las mejores parejas de Cornerbacks de toda la NFL en Sauce Gardner y DJ Reed. Jordan Whitehead y Adrian Amos podrán la veteranía desde el puesto de Safety y la pareja Quincy Williams (que seguirá jugando detrás de su hermano Quinnen) y CJ Mosley ofrecen enormes garantías en el Linebacker.

Los Jets lo tienen todo para soñar con, primero volver a los Playoffs después de más de una década sin visitarlos, pero sobre todo con la búsqueda de la Super Bowl, objetivo para la que, no nos engañemos, han traído Rodgers.

12) Detroit Lions

Si los Chargers son últimamente uno de los favoritos de la Offseason, este año ese papel recae en los Detroit Lions. Los de Dan Campbell prometen ser uno de los principales aspirantes en la NFC y buscarán su primer título de división desde 1993. Treinta años si ganarla son muchos y por primera vez en décadas parecen los principales favoritos a hacerlo. La mejor noticia para los Lions no ha sido el fichaje de ningún jugador sino el hecho de mantener a su coordinador ofensivo, Ben Johnson, que ha sacado el máximo de los recursos con los que cuenta Detroit, ha dado una nueva dimensión al QB Jared Goff, que el pasado año jugó la mejor temporada de su carrera y ha encontrado un gran equilibrio entre las armas terrestres y aéreas, con Amon-Ra St. Brown como principal recurso y la incógnita de si Jahmyr Gibbs y David Montgomery podrán mantener o elevar el gran nivel terrestre que ofreció la pareja Swift-Jamal Williams. Veremos si Sam LaPorta puede llenar el hueco dejado por Hockenson y más cuando el cuerpo de receptores puede parecer algo escaso hasta que Jameson Williams vuelva de su sanción.

El ataque es sin duda la fortaleza de estos Lions y la defensa la gran incógnita después de sufrir mucho en este aspecto la pasada temporada. Una secundaria mejorada y a la que le han otorgado veteranía: Sutton, Moseley y Gardner-Johnson suponen un salto de calidad, unidos a Kerby Joseph y Tracy Walker más el prometedor rookie Brian Branch conforman una unidad sin fisuras. Igual que el joven pass rush que con Hutchinson y Houston prometen dar tardes largas a los QBs rivales… Si acaso el cuerpo de LBs es el que más debe demostrar y la llegada del rookie Jack Campbell debería ayudar mucho en eso.

Este puede ser el año de los Lions. Un equipo con un carácter formado a imagen y semejanza de su entrenador pero también muy volátil e irregular. Si esta temporada consiguen ser regulares quizá les veamos más lejos de lo que esperamos.