John Madden, el legendario head coach y comentarista de la NFL, dejó una impronta indeleble. Lo primero que debemos recordar de él es que nunca fue un jugador profesional de futbol americano. Su talento le alcanzó para tener un paso discreto por el futbol colegial, así que sin ser una estrella en el campo su fulgor estuvo siempre detrás de la línea lateral.
Su trabajo en la NFL comenzó en 1967 con los Oakland Raiders como entrenador de linebackers. La oportunidad de dirigir le llegó a los 32 años cuando el dueño Al Davies le dio las riendas del equipo plata y negro en febrero de 1969. En ese entonces se convirtió en el head coach más joven de la Liga. ¿Qué fue lo que hizo brillante a John Madden? Que fue el entrenador de los Raiders durante 10 temporadas, de 1969 a 1978, y jamás tuvo marca perdedora. Condujo al equipo a siete juegos de campeonato de la AFC. Su récord 103-32 le da un .759 en porcentaje de victorias que es todavía el mejor para cualquier entrenador en la historia de la NFL. Madden supera a Vince Lombardi (.738, 96 triunfos), a George Allen (.712, 116 victorias) y a Blanton Collier (.691, 76 triunfos).
Incluso en postemporada, a pesar de algunas dolorosas derrotas, las cuentas que entregó son favorables. Uno de sus momentos brutales de sufrimiento lo vivió frente a los Pittsburgh Steelers en aquel juego donde tuvo lugar una de las jugadas más emblemáticas del futbol americano profesional: la Inmaculada Recepción. Era el 23 de diciembre de 1972 y los Raiders ganaban 7-6 a los Steelers de Chuck Noll. Terry Bradshaw lanzó un pase para John Fuqua, pero el safety de los Raiders, Jack Tatum, lo golpeó; el ovoide salió en dirección a Franco Harris, quien milagrosamente hizo la recepción, corrió hacia la zona de anotación y Pittsburgh firmó un dramático triunfo 13-6 en los segundos finales de un juego que Madden y todo Oakland creían que ya tenían en la bolsa. Ahí nació la dinastía de los Steelers y también las úlceras de John Madden.
En la campaña de 1976 John Madden se consagró al ganar el Super Bowl XI frente a los Minnesota Vikings, pero su carrera no se alargó mucho más. Le dijo adiós al trabajo como entrenador dos años después. Por supuesto que su retiro fue prematuro. A un entrenador como él se le extraña toda la vida. Madden fue discípulo de Don Coryell, el head coach que fue disruptivo en el estilo de juego ofensivo de la NFL. Fue su mayor influencia. Mientras los equipos desplegaban el juego terrestre, con los San Diego Chargers el sistema ofensivo de Coryell privilegiaba los pases profundos (se acordaron de Dan Fouts, ¿verdad?). De hecho, Madden siempre cuestionó por qué su máximo mentor no tiene aún un lugar en el Salón de la Fama.
La carrera en la NFL de John Madden se alargó gracias a que se convirtió en un comentarista, y en poco tiempo la CBS lo ascendió para hacer mancuerna con Pat Summerall. Era un gozo escucharlo. John Robinson, amigo de la infancia y entonces head coach de Los Angeles Rams, le propuso Madden en 1984 que creara su propio equipo. Lo llamarían All-Madden. Se trataba de un combinado de jugadores que serían elegidos porque representan la forma en que se debe jugar este deporte.
El equipo All-Madden no se ha compilado desde 2001, pero los fanáticos de hueso colorado de la NFL saben perfectamente lo que significa este término. En 1988 nació la primera versión de lo que se convirtió en una saga de video juegos. El exhead coach estaba en la portada del John Madden, Football que luego evolucionó a Madden NFL ’94. Los creadores y distribuidores no pudieron haber elegido a alguien mejor que a quien en ese momento estaba en los cuernos de la luna en las televisoras más importantes de Estados Unidos. Los fanáticos ahora podían dirigir a su equipo -como John Madden lo hubiera hecho- desde el sillón de su casa con el control de una consola.
Cuando en diciembre de 2021 la NFL anunció que de manera inesperada John Madden había muerto a los 85 años, el Comisionado Roger Goodell declaró: “Él era el futbol. Nadie amaba más el futbol que el entrenador. Nunca habrá otro John Madden”. No es casualidad que una de las sagas de video juegos más representativa se llame Madden NFL. El apellido del head coach es una marca que trascendió el emparrillado y, efectivamente, como también dijo Goodell: “Siempre estaremos en deuda con él por todo lo que hizo para que el futbol americano y la NFL sean lo que son hoy”. Amén.