Estamos entrando en ese punto del año en la NFL donde se decide todo de cara a los Playoffs, el mes de diciembre, una etapa salvaje donde además del récord que hayas acumulado hasta entonces, lo que de verdad importa es el momento de forma con el que encaras la recta final de la temporada buscando asegurar:
- la clasificación para Playoffs;
- el mejor puesto posible, si es con ventaja de campo, mejor;
- llegar con la inercia adecuada para encarar las eliminatorias a vida o muerte con las mayores garantías de éxito posibles para cumplir el sueño de alcanzar el Super Bowl.
Y no recuerdo un año en el que la liga entre en diciembre con las opciones tan abiertas para tantísimos equipos. No hay un favorito claro. Los equipos con etiqueta de grandes aspirantes no dominan y están sufriendo, algunos equipos con los que nadie contaba están arriba del todo en ambas conferencias y absolutamente nadie ofrece una garantía inquebrantable para pensar que puede ganarlo todo.
Es una situación inmejorable para vivir la emoción de la NFL cuando todo desemboca en la hora de la verdad. La batalla está más abierta que nunca.
Vamos a mirar a los equipos implicados, agrupándolos en diferentes categorías:
Los equipos con los que nadie contaba y que sueñan con hacer saltar la banca
En ese río revuelto en el que se ha convertido la clasificación de ambas conferencias, hay un par de equipos que están saliendo airosos cuando nadie los tenía en sus quinielas como candidatos. La ilusión se dispara para ellos y sueñan con hacer algo grande:
Los Patriots se adelantan a su propio calendario
En New England la ilusión está por la nubes. Y no sólo por este año, donde el objetivo era doblar el número de victorias de la temporada pasada y afianzar el nuevo proyecto, quizá incluso luchar por los Playoffs… Pero después de 10 victorias consecutivas, dejar la división completamente encarrilada y meterse de lleno en la lucha por Seed 1 de la Americana que ahora mismo les pertenece, la sensación es que el cielo es el límite. Pero decía que esa ilusión no es solo para este año. Con la certeza de que con Drake Maye han encontrado un QB franquicia sobre el que construir un nuevo proyecto ganador y en Mike Vrabel, un entrenador capaz de establecer la cultura y los hábitos adecuados en la franquicia para rodear como es debido a ese QB y proporcionarle el contexto en el que poder luchar por anillos… Los Patriots sienten que se vuelve a abrir una ventana de oportunidad. Quizá incluso antes de lo que esperaban.
Drake Maye está mostrando un nivel de juego con calibre de MVP. Su toma de decisiones es mejor cada día que pasa; su presencia en el pocket, muy convincente y digna de confianza; su brazo, un cañón que pone pases profundos ajustados a su antojo y sus piernas, un recurso útil que utilizar en los momentos adecuados. Tiene el pack completo para guiar al ataque de Patriots al éxito absoluto. Incluso ha conseguido limitar el que estaba siendo su mayor problema en los primeros partidos de la temporada, la cantidad de sacks encajados, que se ha reducido de manera drástica en las últimas semanas.
No es que Maye esté fantásticamente rodeado, pero parece que tiene lo suficiente para que esa ofensiva sea una de las más peligrosas de la NFL, elevada por su talento y liderazgo.
Pero donde realmente ha venido el salto de calidad en la segunda mitad de la temporada ha sido desde la defensa. Desde la vuelta de Christian Gonzalez, esa secundaria ha dado un paso al frente, el equipo placa mejor y ha limitado errores. Así, estos Patriots se convierten en el primer equipo de la historia de la NFL en anotar 23 puntos o más y, al mismo tiempo, recibir 23 puntos o menos en 10 partidos consecutivos. Esos mismos 10 partidos que han acabado todos en victoria para el equipo de la región de Nueva Inglaterra.
Puede ser que el proyecto y el equipo aún estén muy tiernos a la hora de competir por alcanzar el Super Bowl, pero es un hecho que los Patriots van a llegar a los Playoffs sin nada que perder y con la ilusión por las nubes y eso les convierte en un rival muy peligroso.
Los mejores Bears en más de una década sorprenden a toda la NFC
Nadie esperaba a los Bears tan arriba a estas alturas de la temporada. De hecho, los Chicago Bears no ocupaban el Seed 1 de la Conferencia Nacional en el mes de diciembre desde el año 2006. Y, sin hacer demasiado ruido, ahora mismo son los que ocupan el asiento del conductor en una conferencia durísima y apretadísima. Si hay que mirar a alguien a la hora de buscar un responsable de este éxito, ese no puede ser otro que Ben Johnson. Viendo lo que el nuevo Head Coach de los Bears ha conseguido construir en la ofensiva de Chicago y, al mismo tiempo, lo que el ‘Playcalling’ de Detroit echa de menos al que fuera su coordinador ofensivo, te das cuenta del influjo que Johnson proyecta sobre los ataques que él construye, desarrolla y guía durante los partidos. Decía que los Bears no ocupaban ese Seed 1 de la NFC tan entrados en la temporada desde 2006, pues bien, ese año Ben Johnson ejercía como QB suplente en la Universidad de North Carolina… y su actual QB Caleb Williams apenas contaba con cinco años de edad. Las cosas han cambiado mucho últimamente en el Hallas Hall.
Sobre el ataque de Bears lo que más se puede destacar es la configuración de su juego terrestre. La infraestructura que Ben Johnson ha montado con una OL llena de adultos responsables, en la que destaca un Joe Thuney que, una vez vez más, como ya pasara en New England –donde ganó dos anillos– y en Kansas City –donde sumó otros tres–, se ha convertido en una pieza clave y diferencial, un jugador que entiende el juego y sabe cómo afectarlo de manera decisiva para su equipo. Un capitán, un líder dentro y fuera del campo. La inversión hecha en él esta offseason está pagando dividendos muy rápido. Pero no es sólo la OL, la manera en que Ben Johnson está utilizando las ‘motions’ en beneficio de la carrera es una verdadera clase maestra. Manipula a sus jugadores pre snap para poner trampas visuales a la defensa rival y, al mismo tiempo, para generar ventajas numéricas en la estructura de bloqueos. De todo eso se están beneficiando tanto Swift como Monangay para sumar yardas terrestres sencillas y luego extender esas jugadas.
A los Bears se les venía achacando que, a pesar de su fantástica racha de victorias, su balance de puntos era negativo y no habían ganado a ningún rival de entidad esta temporada y, de un plumazo, se encargaron de contradecir ambas afirmaciones en el Black Friday, ganando al vigente campeón en su propio estadio y poniéndose de nuevo en positivo para alcanzar un racha de 9 victorias en los últimos 10 partidos disputados.
Ahora mismo, el calendario restante para Chicago es muy exigente, veremos si son capaces de aguantar el tirón, comenzando por una visita complicadísima a Lambeau Field donde la división se pone en juego. Pase lo que pase, la temporada ya es un éxito para los Bears, veremos hasta dónde pueden extender esa tendencia ganadora.
Equipos afianzados en la parte alta con la mirada puesta en el Super Bowl
Ahora vamos con una categoría de buenos equipos que merecidamente están arriba y tienen argumentos para pensar que podrían alcanzar el objetivo de llegar a Santa Clara pero todavía tienen cosas que mejorar:
Los Rams siguen siendo el equipo a batir pero su derrota en Charlotte frena el ‘hype’
No hay que volverse locos. La derrota en Carolina no desmonta el caso de los Rams como principal aspirante al anillo de la Nacional y puede que de toda la NFL. Simplemente muestra que no son invencibles. Los errores de Matt Stafford bajo la lluvia –que acabó con el QB de Los Ángeles sumando las mismas intercepciones en ese partido que las que acumulaba en toda la temporada– y la manera en la que los Panthers corrieron el balón contra la defensa angelina dejan alguna duda y sobre todo muestran el camino para derrotar a estos fantásticos Rams, pero una cosa es decirlo o saber cómo poder ganarles y otra bien distinta, ser capaces de hacerlo. Sí, si eres capaz de provocar errores en Stafford y pérdidas de balón, seguramente puedas batir a Los Ángeles pero el caso es que no es muy habitual que cometa esos errores. Y sí, si eres capaz de correr el balón de manera eficiente en downs tempranos contra la defensa de Chris Shula, desactivas su principal fortaleza, que llega en situaciones obvias de pase en segundos y terceros downs… Pero no muchos equipos van a ser capaces de correr con éxito contra los Rams.
En cualquier caso, Carolina jugó un partido extraordinario y mostró el camino. Al mismo tiempo, Davante Adams sigue acumulando touchdowns de recepción y su temporada va camino de ser histórica.
Los Broncos tienen una defensa que puede guiarles a la tierra prometida, su ataque a veces sí y a veces no
Denver está jugando una temporada sensacional y su fórmula funciona. Ver jugar a esa defensa es un verdadero disfrute y la capacidad que tiene para afectar a los QBs rivales, para complicarles la vida y volverles locos en el pocket está al alcance de muy pocos equipos en la NFL. Acumulan ya más de 50 sacks esta temporada y además, lo hacen con una pléyade de recursos en el Pass Rush que los vuelve mucho más peligrosos. No es sólo que tengan una referencia a la hora de capturar QBs, sin duda Nik Bonitto lo es, pero es que al mismo tiempo, tienen otras armas como Zack Allen y Jonathon Cooper que también son dolores de cabeza importantes a la hora de proteger al QB y, junto a ellos, se sitúa un John Franklyn-Myers que equilibra y mide bien la temperatura para ese Front defensivo tan temible.
La secundaria cuando está Pat Surtain II es otra arma muy poderosa. Se nota mucho la presencia del que seguramente es el mejor CB de toda la NFL, porque con él en el campo su abanico de recursos es mucho mayor y pueden vivir más tiempo en defensa individual y no tanto en zona. Da gusto ver jugar a PS2, es un jugador de los que querrías poner en vídeo a la hora de enseñar cómo se defiende en cobertura en la NFL.
Aunque si una asignatura pendiente tiene esta defensa, es la de parar la carrera contra formaciones ligeras. Cuando el ataque rival se coloca en personal 11, es decir, un RB y un TE con 3 WRs, la defensa de Broncos se sitúa en Nickel, es decir, con un extra Defensive Back. Y cuando las ofensivas rivales deciden correr con esa configuración, están haciendo mucho daño a Denver. Es algo a vigilar en una defensiva realmente poderosa.
Es cuando nos giramos al ataque donde a veces aparecen las dudas.
A veces, ver jugar a Bo Nix convence mucho. Fuera de plataforma es capaz de sacar algunos lanzamientos sensaciones y con el pocket limpio puede disparar con mucho atino hasta en profundo. Al mismo tiempo, sus piernas son un recurso muy convincente. Pero, a veces, es frustrante verle contra la presión. Cuando le afectan el pocket, hay veces que se nubla y comete errores graves, como la intercepción que tiró directamente a la manos de Bobby Wagner el pasado domingo. Y, por encima de todo, lo que hay que pedirle es que tenga un poco más de presencia en el pocket, que no lo abandone a la primera de cambio. La mayoría de veces es la primera lectura y adiós, sale corriendo. Y eso provoca que en ocasiones no deje que se desarrollen las jugadas, pierde oportunidades claras por entrar en pánico demasiado pronto. Son aspectos a mejorar si en Playoffs los Broncos quieren encarar con garantías partidos igualados o no dejar escapar resultados que tienen controlados y muchas veces se complican ellos mismos.
Y lo de Bo Nix, que es un trabajo en desarrollo que va por el buen camino, sino que es cuestión de tiempo pero todavía muestra vulnerabilidades junto a sus fortalezas, se agrava con un juego de carrera que no está terminando de ser confiable.
Desde que JK Dobbins se lesionó, se le han visto las costuras a un RJ Harvey que no parece preparado todavía para asumir la principal carga de trabajo del Backfield de Denver:
Entre los 50 RBs que esta temporada han tenido más de 70 acarreos, Harvey es el 38º en yardas por carrera, el 40º en yardas después del primer contacto, el 46º en placajes evitados por carrera, el 47º en carreras explosivas, el 41º en el índice de éxito por carrera y el peor RB de toda la NFL en porcentaje de carreras de 3 o más yardas por intento. Tiene mucho trabajo por delante el RB rookie de los Broncos.
Aún así, Denver es un equipo que perfectamente puede pelear por llegar lejos e incluso hasta el final del camino, tiene armas y virtudes de sobra, simplemente hay algunos aspectos que debe limpiar para ser del todo confiables en el camino al Super Bowl.
Estos son los cuatro equipos que ahora mismo están despuntando por encima de todos los demás, más adelante miramos a esos favoritos que están decepcionando y a otros equipos que dan una de cal y una de arena pero, de momento, estos se han ganado la atención y el respeto de toda la NFL cuando encaramos la fase decisiva de la competición en temporada regular.