La espera terminó. Este jueves 4 de septiembre arranca la temporada NFL 2025 y, como cada año, la Semana 1 ofrece un compendio de emociones, historias y rivalidades que nos recuerdan por qué el football americano es el deporte más apasionante del planeta. Para mi, de entre todos los duelos que se disputarán en esta primera jornada, destacan tres por encima del resto, y no solo por la calidad que veremos en el emparrillado, sino también por la narrativa que los envuelve: Lions vs Packers, Bills vs Ravens y Chargers vs Chiefs.
Cada uno de estos partidos tiene su propio sabor: la histórica rivalidad divisional en la NFC Norte, la revancha con sabor a playoffs en la AFC y el espectáculo internacional del partido de Brasil, con los Kansas City Chiefs como gran protagonista. En septiembre se acaban las vacaciones, los más pequeños de la casa empiezan el colegio y, para los aficionados a la NFL, vuelve nuestra gran pasión. ¡A disfrutarlo!
Lions vs Packers
Cuando Detroit y Green Bay se enfrentan, no importa lo que ha pasado antes o cómo llega cada equipo. Siempre hay algo de orgullo en juego. Lambeau Field será el escenario de este capítulo inaugural en 2025 en lo que promete ser un duelo muy físico, intenso y lleno de detalles por los dos lados.
Los Detroit Lions llegan como vigentes campeones de la NFC Norte y con una temporada histórica a sus espaldas: récord de 15-2, 11 victorias consecutivas y un promedio de 33,2 puntos por partido, el más alto de la liga en 2024. Bajo la dirección de Dan Campbell, Detroit ha pasado de ser un equipo olvidado a convertirse en un contendiente legítimo a la Super Bowl. En 2024, las lesiones fueron una losa demasiado pesada para un conjunto que estaba destinado a viajar a New Orleans para disputar el gran partido, pero que terminó en una derrota en casa frente a unos Commanders que fueron mejor conjunto aquella noche.
Por su parte, los Green Bay Packers buscan revancha tras ver como el año pasado fueron incapaces de ganar ninguno de los dos enfrentamientos que disputaron ambas escuadras. La gran novedad en el equipo de Wisconsin es la incorporación estelar de Micah Parsons, uno de los pass rushers más dominantes de la NFL y que llega para reforzar una defensa que sufrió muchísimo en el pass-rush la temporada anterior. Para Jeff Hafley, la llegada de Parsons le abre un mundo nuevo cuando de presionar al quarterback rival se trata.
Como vemos en la situación anterior, Hafley puede usar a Parsons de muchas maneras distintas. Aquí vemos un ejemplo dónde, jugando con Cowboys, Parsons es utilizado para atacar directamente al center. Su velocidad y explosividad le hacen ser un peligro para los líneas ofensivos interiores, y su fortaleza en el tren superior le permite ganar incluso donde podría estar en inferioridad. Mirad como lo aíslan para que los linebackers en blitz y los otros jugadores de la línea defensiva mantengan ocupados al resto de los bloqueadores y le permitan espacio a Parsons parar jugar en uno contra uno con el center para llegar hasta el quarterback. La velocidad de pies para cambiar de dirección y su uso de manos es excelente, lo que le hacen ganar por el interior.
Sin embargo, también es cierto que, en el trade con Cowboys, los Packers tuvieron que dejar salir a Kenny Clark, y eso puede ser un problema contra estos Lions.
Tras la marcha de Ben Johnson, Joe Morton es el elegido por Campbell para comandar una ofensiva que fue una apisonadora en 2024, con un juego terrestre dominando de varias formas distintas. Sin Clark, Hafley necesita el paso adelante de jugadores jóvenes como Wyatt, Brooks o el undrafted de este año Nazir Stackhouse para parar la carrera de sus rivales. Además, también se espera mucho de la pareja Walker-Cooper en la posición de linebacker. Por todo esto, la defensa de Packers deberá frenar a Gibbs y Montgomery para hacer que Goff no esté cómodo lanzando balones a una secundaria quesera cogida con pinzas en el exterior. Si estos dos corredores se encuentran con facilidades para correr, de poco va a servir la presencia de Parsons.
En el otro lado del campo, los Packers presentan a su flamante primera ronda como uno de los grandes peligros en esta nueva temporada. Matthew Golden ha sido el primer wide receiver que sale en la primera ronda desde que lo hiciera Javon Walker en 2002, por lo que su presencia desde el minuto uno será mirada con lupa. Aun así, sigo pensando que Matt LaFleur va a querer seguir con la idea de que Josh Jacobs sea la punta de lanza de esta ofensiva. La carrera de Green Bay fue un dolor de cabeza para sus rivales en 2024 y esto puede serle muy útil para buscar la espalda de la defensa tras play action y roll-outs, algo que en el esquema del head coach, Jordan Love ejecuta a las mil maravillas. Con todos estos ingredientes, tenemos sobre la mesa uno de los partidos más interesantes de la semana uno en una división que promete muchísima emoción y calidad durante todo el curso.
Bills vs Ravens
Si hay un partido con aroma a enero en esta week 1, es este. Buffalo y Baltimore se vieron las caras en la postemporada pasada y ahora vuelven a encontrarse con realidades similares: dos de los quarterbacks más electrizantes de la NFL, y que pelearon por ser nombrado el mejor jugador de 2024 hasta el final, Josh Allen y Lamar Jackson, liderando ofensivas explosivas y con aspiraciones de estar en San Francisco en febrero de 2026.
Los Bills llegan con un ataque muy conjuntado y con la esperanza de que Joshua Palmer, procedente de los Chargers, pueda darle a Allen una opción vertical que complemente a Keon Coleman y Khalil Shakir. No es un receptor número uno, pero sí un jugador capaz de abrir el campo y generar desequilibrio en las defensas rivales para que el esquema de Joe Brady encuentre espacios en la zona media. Además, la renovación de James Cook tranquiliza, ya que el año pasado demostró ser realmente importante en las situaciones de red zone, dándole aún mayor amenaza a las posibilidades de Allen por tierra.
Los Ravens, en cambio, apuestan por la continuidad en ataque y por una defensa física y agresiva para volver a imponer su dominio en los partidos. Baltimore ha conseguido juntar a dos jugadores muy talentosos en la posición de safety. La llegada en el draft de Malaki Starks libera aún más al recién renovado Kyle Hamilton, permitiéndole a éste demostrar toda la versatilidad que trae a la defensiva. Hamilton puede alinearse por todo el campo y ser una amenaza tanto en el blitz como cayendo en coberturas individuales, haciendo que la lectura de la defensa por parte del quarterback sea realmente difícil. La situación en el campo de Hamilton será una de las prioridades de Josh Allen cuando tenga que lanzar.
Porque todo hace indicar que los Bills necesitaran anotar muchos puntos ante un equipo que suele jugar a marcadores muy altos. Lamar Jackson vuelve a comandar un ataque donde la mayor ventaja nace desde el backfield, con un Derrick Henry que no parece decaer en su juego. Con ambos jugadores como amenaza terrestre, el juego aéreo encuentra muchísimas opciones en campo abierto. Es cierto que Mark Andrews no tuvo su mejor año y que la última imagen suya, dejando caer aquel envío frente a estos mismos Bills, pueden hacer pensar que su presencia en la ofensiva pueda ser inferior. Sin embargo, los Ravens siguen teniendo mucho talento para atacar por aire, y la llegada de DeAndre Hopkins, aunque fuera de su mejor nivel, también puede ayudar en momentos de máxima presión.
Con la presencia de tanto peligro en el juego de carrera, el estrés en la zona de linebackers es máxima cuando te enfrentas a estos Ravens. Aquí arriba vemos una situación donde el play action afecta a toda esa zona media y hace que aparezca el espacio a la espalda de los linebackers y a la cara de los safeties. Con un receptor estirando verticalmente a la defensa y con Henry saliendo a la zona lateral, el pase de Lamar provoca una gran ganancia de yardas.
Tener un enfrentamiento entre estos dos quarterbacks en la semana uno es un absoluto lujo. Más allá de la calidad de ambos conjuntos, la presencia de Allen y Jackson hacen que el partido se venda solo y, aunque esto sea el inicio, perder el domingo dejará sensaciones de dudas de cara al futuro. Un futuro que pasa por ver a Bills y Ravens aspirando al anillo.
Chargers vs Chiefs
El tercer gran partido de esta semana tiene un escenario especial: São Paulo, Brasil, dónde los Chiefs y los Chargers inaugurarán la temporada con un duelo divisional y un mensaje claro: la NFL quiere ser un deporte global. Este encuentro se disputa el viernes después del kickoff, el cual tendrá otro partido divisional con el actual campeón como protagonista, unos Philadelphia Eagles que parten como favoritos a repetir visita a la Super Bowl. Pero vamos a centrarnos en el partido que nos ocupa en esta previa.
Los Chiefs, campeones en dos de las últimas tres temporadas, siguen siendo el equipo a vencer en la Conferencia Americana. Con Patrick Mahomes al mando, todo es posible. Eso sí, este inicio de campaña tendrá de nuevo algún obstáculo que superar, porque Rashee Rice, el wide receiver favorito del quarterback, estará suspendido los seis primeros partidos del año. Esto obligará a Mahomes a buscar alternativas en un cuerpo de receptores más profundo, pero con alguna incertidumbre en parte por la juventud de sus protagonistas y por los problemas de lesiones que suelen aparecer cada año con Hollywood Brown.
Los Chargers, por su parte, y después de una gran temporada regular en 2024, llegan con visos de ser uno de los grandes rivales del conjunto de Andy Reid. La baja de Joey Bosa será solventada con el crecimiento de Tuli Tuipulotu en el exterior de la línea defensiva. Al otro lado, la presencia de Khalil Mack aún sigue siendo imponente, aunque su juego no sea tan decisivo como antaño. Es prioridad absoluta para Jim Harbaugh que Mahomes no se encuentre cómodo en todo el partido, por lo que esa primera linea de defensa de los Chargers debe ser clave si quieren quitarle la primera victoria al favorito de la división. Sin embargo, la presencia de Derwin James en los esquemas defensivos, también debería ser vital para los Chargers.
Harbaugh fue capaz de involucrar de la mejor manera al safety en situaciones de presión al quarterback rival. En esta imagen, vemos como James alinea en zona media y cómo ataca por el exterior cuando se produce el play action. El quarterback apenas tiene tiempo para reaccionar y James lo caza en el backfield.
Y para que los golpes a su quarterback sean los menos posibles, Brett Veach trajo a Josh Simmons en la primera ronda del último draft. El chico de Ohio State sufrió una durísima lesión el pasado año y esto lo alejó de los primeros puestos del draft. Sin embargo, su calidad y talento es tan grande que el general manager de los Chiefs no pudo dejarlo escapar. Tras verlo jugar en pretemporada, todo hace indicar que si el físico se lo permite, Simmons será uno de los mejores jugadores de su posición en un breve espacio de tiempo, algo que puede ser la mejor noticia posible para Kansas City después de ver la tragedia que fue esa línea ofensiva en 2024, motivo principal de que no pudiesen alcanzar el tercer anillo consecutivo.
Cuando el balón esté en manos de Justin Herbert, la idea principal de los Chargers será la de correr. Omarion Hampton y Najee Harris han llegado al equipo para seguir teniendo un claro estilo de juego. La idea de Harbaugh seguirá siendo la de hacer partidos muy largos y basados en un juego muy físico para liberar a su quarterback de tener que lanzar demasiado. Más con la terrible baja de Slater, el tackle izquierdo titular, para toda la temporada.
En Brasil vamos a ver a dos candidatos a tener una carrera larga en enero. Los Chiefs están acostumbrados a ello, y los Chargers quieren romper de una vez por todas con esa maldición que persigue a este equipo desde hace muchos años. Tienen plantilla y entrenador para ser muy peligrosos, pero también saben que hay que rozar la perfección cada semana para estar a la altura del verdadero coco de la división: los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes.
La Semana 1 de la NFL es más que una simple fecha inaugural. Marca tendencias, establece narrativas y, en algunos casos, puede decidir desempates de cara a playoffs. Los Lions buscan confirmar que su gran 2024 no fue casualidad. Los Bills quieren demostrar que son candidatos a la Super Bowl. Los Chiefs, por su parte, pretenden iniciar la temporada, enviando un mensaje al resto de la liga: siguen siendo el equipo a vencer.
Con estos tres partidos, la NFL 2025 promete emociones desde el primer día. Las historias están escritas, solo falta que el balón vuele por primera vez.