Cuando llega la off-season, mi tiempo lo ocupo en echar la vista atrás y repasar la temporada anterior para ver cómo los equipos van evolucionando y conocer mucho mejor lo que el juego me va contando de cara al nuevo curso. Siempre hay tendencias que se hacen más habituales y otras que comienzan a desaparecer de las pizarras de los entrenadores. Sin ninguna duda, hay algo en especial en los ataques que cada año crece más y más, y que se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas por los quarterbacks para intentar desarbolar a las defensas. El motion es casi obligatorio para cualquier coordinador ofensivo en la NFL de hoy en día.
Hace más de tres meses que los Kansas City Chiefs se llevaron el último Super Bowl frente a los Philadelphia Eagles. En aquel encuentro, el equipo de Andy Reid realizó al menos un motion, antes del snap, en el 77’8% de las jugadas de ataque que ejecutaron, superando su propia media de todo el año (64’5%). Tanto Reid como Bieniemy sabían que su quarterback no podría aguantar el balón mucho tiempo en el pocket y tuvieron que adaptar su playbook a lanzamientos rápidos y cortos. Para ello, la mejor solución que encontraron fue darle lecturas claras a Patrick Mahomes con el uso del motion.
Nos hemos acostumbrado a ver jugadores moviéndose antes del snap por detrás de la línea de scrimmage, pero hay muchos fans de la NFL que no entienden lo que esto puede servir dentro de cualquier ofensiva, así que, ¿qué es un motion? ¿Cómo y para qué se usa?
Vamos a descubrirlo.
¿QUÉ ES EL MOTION?
El juego ha cambiado mucho con el cambio de siglo y lo que antes se veía con mucha frecuencia, poco a poco ha dejado de funcionar o, al menos, ha evolucionado hacia otra cosa distinta, aunque contenga la misma esencia. En el pasado, las ofensivas eran mucho más estáticas de lo que son hoy en día. Aún así, había entrenadores como Sid Gillman y Tom Landry que experimentaban con mover jugadores de su ataque para hacer que las defensas dejaran espacios libres o emparejamientos desiguales en alguna zona del campo. Sin embargo, el verdadero innovador en este aspecto del juego, como en muchos otros, fue el gran Bill Walsh.
Walsh, siendo entrenador de running backs en los Raiders de 1966, adquirió muchos de los conceptos en el juego de pase por parte de Al Davis, quien había estado trabajando con Gillman anteriormente. A todo esto, sumó aun más experiencia bajo las órdenes de Paul Brown en los Bengals de finales de los 60 y principio de los 70, transformando todo este aprendizaje en la obra maestra que fueron aquellos gloriosos San Francisco 49ers de los años 80.
En su libro Building a Champion, el propio Walsh describe cómo apareció casi de casualidad, cuando estaba en los Cincinnati Bengals, este uso del motion. “Recuerdo que estábamos jugando contra los Raiders en Oakland. En el tercer cuarto, Bob Trumpy, nuestro tight end, se alineó en el lado equivocado por error y le hicimos cambiar rápidamente al otro lado. En ese momento, los Raiders tenían defensores muy especializados, muy rígidos en sus asignaciones. Tenían un linebacker de lado débil (weak-side linebacker), tenían un linebacker de lado fuerte (strong-side linebacker) y tenían un defensive end que solo jugaba en el lado del tight end. Cuando cambiamos la posición de Trumpy en el campo, sus linebackers se chocaron uno con el otro en el medio de su defensa, dejando totalmente liberado a nuestro tight end”, relataba Walsh en su libro.
Después del partido, el entrenador de la línea ofensiva, Bill Johnson, sugirió a Walsh que los Bengals añadiesen este movimiento antes del snap al playbook. Walsh se quedó mirando a Johnson con la sensación de que le estaba tomando el pelo, pero tras pensarlo detenidamente, vio una gran posibilidad de hacer daño a sus rivales. Así es como el motion llegó a convertirse en una de sus principales armas de ataque. "Si un linebacker de lado débil era muy rápido, pero tenía problemas para manejar a un tight end grande y bloqueador, hacíamos que se moviera al lado fuerte de la formación moviendo a nuestro tight end, lo que provocaba desajustes claros en esa concreta jugada”, explicaba Walsh.
Bill Walsh comenzó a mover a Trumpy fuera de la línea ofensiva también, obligando a esos linebackers a salirse de sus lugares más habituales y abriendo así otras alternativas para su ofensiva. En el momento en que fue contratado por los San Francisco 49ers como head coach en 1979, Walsh abrió el abanico de posibilidades y comenzó a mover a los wide receivers y running backs por todo el campo. Walsh descubrió que, al poner en movimiento a diferentes jugadores, un quarterback podría discernir si la defensa a la que se enfrentaba era individual o zonal. "Si un running back se mueve antes del snap y los linebackers retroceden algo su posición, el quarterback sabe que hay grandes posibilidades de que la defensa sea en zona", escribió en su libro. "Si con el movimiento del running back, el linebacker sale de su posición para seguirlo, el quarterback debe tener claro que ahí tiene un emparejamiento hombre a hombre”. Esta es la base de lo que significa el motion sobre un emparrillado.
En la mayoría de los casos, el motion se utiliza para descubrir la estrategia defensiva. Las ofensivas envían a un wide receiver o running back en movimiento para destapar si la defensa está en cobertura zonal, en cobertura individual o en alguna combinación basada en cómo algunos defensores en concreto se re-alinean sobre el campo.
A lo largo de los años, la evolución del motion ha llevado a los entrenadores a usarlo tanto en el juego de pase como en el de carrera. Es cierto que, en los inicios, el motion servía para atacar a las defensas por aire, pero ahora también se usa para crear mejores líneas de bloqueo en protección de pase o abriendo espacios para que puedan correr los running backs con el balón en las manos, aliviando de presión a los líneas ofensivos.
En una NFL donde la versatilidad del frente defensivo está a la orden del día y los esquemas en cobertura son más avanzados de lo que han sido nunca, corresponde a aquellos que diseñan ataques ser capaces de sortear todas estas minas plantadas en el campo defensivo. No sorprendo a nadie si digo que la NFL es ahora una liga eminentemente pasadora. Todos los coordinadores ofensivos se exprimen el cerebro para encontrar los mejores desajustes defensivos y así poder atacarlos con el juego de pase. Encontrar formas de crear enfrentamientos favorables es esencialmente la mejor manera de vencer a las defensas más dominantes de hoy en día, y muchos quarterbacks prefieren usar el motion para desentrañar los secretos de las defensas en vez de ser capaces de reconocer lo que está jugando el rival mediante el diseño de la jugada que va a mandar.
¿CÓMO Y PARA QUÉ SE USA EL MOTION?
Desde 2017, el movimiento por detrás de la línea de scrimmage previa al snap ha aumentado casi el 50% entre todas las ofensivas de la NFL. Se utiliza de diferentes maneras y con diversos grados de eficacia, convirtiéndose en algo casi obligatorio entre muchas de los ataques más efectivos que pudimos ver en 2022. Los cinco equipos que más usaron el motion para el juego de pase en la temporada pasada fueron (por este orden): Miami Dolphins, Kansas City Chiefs, San Francisco 49ers, New York Jets y Tampa Bay Buccaneers.
La mayoría de la gente habla del quarterback como factor diferencial al hacer las lecturas adecuadas tras el movimiento de uno de sus compañeros antes del snap, pero vemos cómo, en esa lista, hay equipos donde su quarterback no es el mejor jugador del ataque. El trabajo de los coordinadores ofensivos para hacer mucho más fácil el entendimiento de las defensas rivales a sus pasadores, es clave en esquemas con gran cantidad de motions. En el tweet de debajo, podéis ver como se usa uno de los motion más característicos que se ven actualmente cada domingo de NFL: el jet motion.
Además de para revelar defensas que quieren esconder su jugada hasta después del snap, el motion sirve para abrir espacios en campo rival. Un cambio de lado de uno de los atacantes en estos jet motion, puede provocar un movimiento horizontal o vertical de algún defensor y generar espacio con algún concepto de rutas que se haya diseñado para atacar a una defensa en concreto. En esto, Andy Reid es un absoluto maestro, tal y como demostró en el último Super Bowl disputado. Debajo, os dejo un tweet de Ron Kopp Jr. dónde os muestra cómo el jet de Toney mueve al defensor de la flat, y cómo la ruta profunda de Juju Smith-Schuster estira al cornerback para darle a Travis Kelce mucho espacio frente al linebacker.
El motion conlleva un engaño en sí mismo. Cambiar al tight end de lado en la formación, mover de un lado para otro a un receptor, sacar al running back del backfield para alinearlo abierto o incluso traer a un wide receiver al lado del quarterback. Todo esto son herramientas que tiene el quarterback para descifrar a las defensas y saber exactamente dónde tiene que ir con el balón para que su ofensiva haga el mayor daño posible. Con este arsenal, los coordinadores ofensivos siguen buscando maneras de aumentar la eficacia de los motion usando a los jugadores como cebos para otros compañeros o para incluso ellos mismos. En la imagen que tenéis debajo, podéis ver como los Jaguars, en la semana 4 de la temporada pasada, les enseñaron a los Chiefs, sin saberlo, como ajustaba la defensa de Eagles ante determinados movimientos antes del snap.
Agnew sale del backfield y se sitúa abierto y en stack junto a Marvin Jones. Gardner-Johnson viaja con ese motion mientras que los Eagles disponen de un safety en la zona profunda. Antes del snap, Agnew vuelve a moverse y arranca hacia el otro lado del ataque. Ese último motion de Agnew provoca un cambio de asignación en la defensa: Gardner-Johnson ocupa la zona profunda y el safety persigue a Agnew.
Sin embargo, Agnew frena, vuelve sobre sus pasos y, junto a la ruta cruzada de Marvin Jones para aclarar su zona, se encuentra con todo el espacio del mundo para llegar a la zona de anotación. Gardner-Johnson llega tarde y los Jaguars convierten el touchdown.
En la década de los 70, las defensas eran relativamente rudimentarias. Los jugadores y posiciones híbridas de la era actual rara vez se veían. Con el paso del tiempo, y el cada vez más avanzado estudio del juego, las defensas comienzan a encontrar alguna solución a lo que el motion provoca en ellas. Al menos, han conseguido que no sea una ventaja definitiva para los quarterbacks. Es mucho más difícil encontrar, hoy en día, defensas rígidas y que solo contemplen las situaciones individuales o zonales como base para contrarrestar el poder ofensivo de los equipos en el juego aéreo. Cuando el ataque alinea de una determinada manera y con un determinado personal, los motion pueden hacer que ciertos defensores se muevan como la ofensiva quiere antes del snap. Esas tendencias de específicos jugadores en específicas situaciones del juego, son estudiados por los coordinadores defensivos para crear esquemas dónde los cambios de asignaciones fuercen un mal pase o una mala decision por parte del quarterback. En el tweet de debajo, tenéis una brillante acción defensiva de los Dolphins frente a los Bills en uno de sus encuentros del curso anterior.
Pero, como os comentaba al inicio del texto, el motion no solo se usa para ir por aire. El movimiento antes del snap de los jugadores de ataque también entraña peligro en las defensas contra la carrera. Cada vez son más los entrenadores que utilizan el motion para colocar mejor a sus hombres exteriores en situaciones de bloqueo para el juego terrestre. Ya sea defensa zonal o individual, el quarterback puede advertir cierta debilidad en una zona del campo para ser explotada por su running back acarreando el balón. En el tweet de debajo, podéis ver como afectan los motion a la defensa contra la carrera.
Dictar a la defensa como quieres que se mueva después del snap, buscar y localizar la ventaja antes de que el quarterback tenga el ovoide en sus manos, generar espacios para que los distintos conceptos de rutas se hagan efectivos en el pase o encontrar autopistas abiertas cuando quieres correr por tierra. Todo esto y mucho más es lo que los ataques intentan aprovechar de uno o varios movimientos previos a que la acción comience. La evolución del juego hace que entrenadores como Kyle Shanahan, Sean McVay o Josh McDaniels, entre muchos otros, mezclen los motion con el tempo de juego y hagan aún más difícil contrarrestar el veneno que provocan en las defensas. Los coordinadores defensivos tienen que arreglar los motion en ataques con no-huddle, con tempo rápido y lento, jugando con todos tus frentes defensivos y con tus cambios en cobertura de pase. Necesitan no perder el paso que va dictando el quarterback en cada ataque e incluso adivinar lo que se viene en la siguiente jugada.
El crecimiento del motion en la NFL actual es imparable. Bob Trumpy se equivocó de lado a finales de los 60 y Bill Walsh convirtió un error en un arma casi infalible para llevar al ataque de los 49ers hasta el éxito absoluto. Más de cincuenta años después, el motion se ha convertido en algo imprescindible si quieres conquistar el cielo en el football americano. Andy Reid y su Super Bowl LVII son una buena prueba de ello.