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Andy Reid, el ladrón de almas

Somos nuestros viajes de juventud. Somos quienes nos siguieron en ellos. Somos nuestras viejas decisiones. Somos olvido desafecto del enemigo y recuerdo inmanente del amigo. Somos hoy lo que fuimos ayer. Somos el niño, el adulto y el anciano. Somos uno. Somos todos.

1er Down

Miami, Florida. 64 grados Farenheit. 2 de febrero de 2020. Super Bowl LIV. Hard Rock Stadium. 4º cuarto. Balón para Chiefs en su yarda 35. El resultado es 10-20 para 49ers, a 7’25” del final. El partido comienza a complicarse para Kansas tras un false start de su Right Guard. Primer down y 15 yardas. Mahomes en shotgun. Chiefs juega pase con 5 receptores dentro de las 10 yardas de la LOS. 3 niveles verticales en poco yardaje. 1) El running back; 2) Tres receptores sobre la línea de la quinta yarda; 3)Kelce buscando el MOF (middle of the field) en la décima yarda sobre la línea de scrimmage. El primer down acaba en pase incompleto. Segundo down.

El guión del football actual lo escriben unos pocos, un puñado si cabe, pero siempre ese guión viene condicionado por el pasado de quienes en la época moderna gobiernan con mano de hierro voluntades en los campos de football. Pido al lector que me acompañe en este viaje a Provo, UTAH. El origen de uno de los entrenadores que integran ese puñado de los que hablamos se halla en una de las cunas del football de pase en tiempos cuando la carrera escribía el resumen de la mayoría de los partidos del football universitario. En Provo, los veranos son cálidos, secos y mayormente despejados y los inviernos son helados, nevados y nublados. Provo es una ciudad del condado de Utah en el estado del mismo nombre, se encuentra a unos 80 kilómetros al sur de Salt Lake City, y es parte de la conurbación de Wasatch Front. Es conocida por tener el campus principal de la Universidad Brigham Young (BYU). El entonces Cougar Stadium es hoy el estadio La’Vell Edwards, se encuentra en el corazón de Provo, con orientación hacia la inconmensurable vista de la Cordillera de las Wasatch Mountains. Es la cuna de Andy Reid.

Cuando vemos el juego de Reid vemos un juego de pase cargado de lecturas en niveles bajos y medios, y solo cuando lo necesita estira el campo un tercer nivel. Su filosofía de juego la encontramos en la creación de espacios, en las lecturas hi-lo de sus rutas de dos niveles, en la utilización de todo el campo, en el empleo de todos los posibles receptores elegibles, en la suma de la vertical a un juego horizontal o en la sobrecarga de un solo lado con flujos de receptores hacia él con esquemas flood. Con todo, no podemos abstraernos de lo que significaron en él las influencias de quienes iniciaron y desarrollaron la West Coast Offense y el hijo de esta, la Air raid. Todo esto es así, pero con matices, con menos vergüenzas que el esquema que inició Paul Brown y Don Coryell, que guió Bill Walsh, pero que tantos padres tiene como orígenes en el cambio del juego de pase, iniciando en Sid Gillman y pasando a La’Vell Edwards, Al Davis, Bill Walsh, Hal Mumme, Mike Leach, Mike Holmgren y tantos otros que contribuyeron a dar al juego un marcado sentido en la búsqueda del aire en sustitución de la tierra. Podemos hablar de tantos conceptos de pase que emplea Reid que necesitaríamos días y páginas que ni el lector ni este columnista, tienen. Pero de lo que no hay duda es que las rutas que emplea son propias de la WCO; la mayoría buscan la zona media del campo con recorridos cortos y medios, con digs, curls, slants, seams, skinny posts, shallow y mid crossers, etc…

El juego con los niveles en el campo y lecturas hi-lo es clave de la WCO y sirve para explicar el juego de Reid.

¿Cómo llegamos a explicar el porqué del juego de Andy Reid? ¿Por qué se juega un 4º down y corto por aire y no por tierra? ¿Por qué y cómo llega a la solución para cualquier problema que le plantea el rival utilizando el tiempo y el espacio en juego?... Todas estas cuestiones tienen respuesta en las jugadas desarrolladas en el campo, porque solo ahí se puede entender cualquier narrativa que se decida plantear. En ellas no solo se ve a Reid. Si las vemos con cierta perspectiva, se verán rastros de todos esos entrenadores antes mencionados. La aproximación más acertada será profundizar en los árboles de entrenadores, pero entendidos estos con la debida prudencia. Los coaching trees tienen 2 tipos de aproximaciones. Describen de dónde vienen aquellos que a su vez son ramas de otros árboles, bien primando exclusivamente a los entrenadores en jefe con quienes han compartido staff, un punto de vista antropológico y puramente físico:

Bien dando preeminencia, no solo a sus acompañantes, sino a su vez a las influencias del football de la época, pues no solo un entrenador se hace con quien comparte organización – en ocasiones poco influjo se obtiene- sino sobre todo de las fuentes que bebió en las etapas de formación cuando ejercía de coordinador o asistente. Es esta última la que ponderaré por encima de todo.

El origen de la filosofía de Reid parte del juego de pase moderno de Sid Gillman. Su árbol:

Andy Reid nunca entrenó con Gillman, ni con Al Davis, ni con Bill Walsh, y ves más football de ellos tres en Reid que en cualquier otro entrenador, son los cimientos de su juego y la base de una era de entrenadores que cambiaron el football para siempre. Estos influjos viajan desde la Costa Oeste con Gillman en San Diego hasta llegar al estado de los mormones donde La’Vell Edwards da un vuelco al football de Provo. Reid jugó de Offensive Tackle para Edwards de 1978 a 1980 en Brigham Young University, para ser su asistente en 1982. Antes de tomar los mandos de BYU como Head Coach, La’Vell Edwards fue también entrenador asistente de esta universidad.

Por entonces dominaba el juego de carrera y en las 10 temporadas previas a que entrase La’Vell a gobernar el programa, tiene un récord de 45-56 hasta 1971. BYU era un programa perdedor. Para que nos demos cuenta del cambio que Edwards provoca en este programa universitario basta con recordar sus 10 primeras temporadas como entrenador en jefe de Brigham Young, de 1972 a 1981, arrojando un saldo de 86-30 y un 0,741 en porcentaje de victoria por partido. Su récord total en sus 29 años fue de 257-101, con un porcentaje de 0.716. Con esto ponemos en valor que el juego que planteaba La’Vell Edwards no solo era un juego vistoso que se queda en pura filosofía, su juego gana partidos y campeonatos como el de 1984. El juego de carrera de BYU se abandona con Edwards al frente y desde entonces el dominio es para el juego por aire.

Veamos su influencia por el Football de la costa oeste, aquel donde Gillman imponía su sistema, sus esquemas y las variantes que introduce Edwards. Gillman hizo dos aportes fundamentales al juego de pase:

1) EL TIEMPO: Diseñó una práctica detallada para sincronizar el tiempo entre el dropback del quarterback y la ruta del receptor. El mariscal era quien marcaba los tiempos del wide receiver, así si realizaba un dropback de cinco pasos, el receptor principal tenía que recorrer su ruta en función de un número preciso de yardas, de modo que aquel pudiese lanzar el balón antes de que el receptor se volviera a buscarlo. La anticipación temporal. El receptor secundario en la progresión del quarterback correría su ruta una fracción de segundo después del primer receptor, de modo que el quarterback pudiera buscar al primero, restablecer sus pies, y si estaba cubierto, buscar al segundo y aún lanzar antes de que el receptor se volviera a buscar el pase.

2) EL ESPACIO: Su segunda idea fue comprender las defensas contra el pase y cómo vencerlas. Doblegar una defensa al hombre, siempre se basó en las habilidades individuales de separación del receptor -WR skills-. Las defensas zonales, por otro lado, requieren más diseño y estudio. Gillman se dio cuenta de que la clave para vencer la zona era el espacio entre los receptores; específicamente, si una defensa tenía solo cuatro defensores underneath, bastaba con poner en juego cinco objetivos estacionarios, incluso «cinco cubos de basura» como él decía, espaciados uniforme y horizontalmente en el campo, de esta forma son incubribles, los defensores serán superados en número y facilitará la recepción contra zona . Así nació la idea de la “zone stretch” o estiramiento zonal y horizontal, frente a esas defensas.

El pensamiento de Gillman pivotaba sobre una idea: …el planteamiento debe ser situar receptores en cada ángulo del campo, la defensa deberá escoger y entonces, las progresiones del QB superarán cualquier oposición. Sid era conocido por su complejidad en el diseño de jugadas con toda esa ocupación del campo y sobre todo en tanto en cuanto designaba a hombres de la misma línea ofensiva (OL) como elegibles, y le daba igual ensanchar los gaps, y por supuesto, algo importante, siempre contaba con cuatro downs para el pase, no tres.

El tiempo que Andy Reid estuvo con Edwards jugando en la línea ofensiva para él, todos sus compañeros declaraban que era un jugador demasiado cerebral, poco centrado en la ejecución del juego, pero siempre sobreanalizando al rival.

Ya no solo como jugador de Edwards, sino como su asistente en BYU, Reid robó su libro y esquemas. El juego de LaVell Edwards toma todo esto que acabamos de exponer de Gillman, pero hace un cambio, uno sutil pero transcendente, el punto 5 de su sistema que se basaba en los siguientes fundamentos:

  1. Protección al QB.
  2. Control del balón mediante el forward pass.
  3. Tomar lo que deja la defensa.
  4. Las carreras se diseñan para facilitar el pase.
  5. Ocupación del campo con el K.I.S.S. method : Keep It Simple, Stupid o Keep It Short and Simple -método origen de la West Coast Offense-. Hacer de la ofensiva algo fácil y simple mediante el pase corto (espacio) y rápido (tiempo), y acomodado el rival a este hábito, extender el campo con pase profundo sin jugadas complejas, a diferencia de Gillman cuyo libro de jugadas era extenso y muy complejo para aquella época.

Cada vez que Andy Reid ha sido preguntado por Edwards, el brillo en sus ojos ha sido indisimulable, siempre estuvo muy agradecido a él, fue con quien estuvo en sus inicios, como jugador y en un staff de football universitario, permaneciendo hasta 1982, año en que compartió funciones en el staff, con Norm Chow y Mike Holmgren en BYU.

2do down

Segundo Down y 15 yardas para Kansas. Mahomes en shotgun para una jugada de pase con cinco hombres en la recepción desarrollando los 3 niveles pero de forma diferente al primer down.:

1) Con el running back en el centro de la hook y dos receptores cada uno fuera de números.

2) Receptor dentro de las 10 yardas desde la LOS;

3) Tyreek Hill a punto de hacer un stop y giro para la recepción sobre la línea de la 15ª yarda. El estiramiento horizontal es evidente, no tanto el vertical que aún es muy tímido, apenas 15 yardas.

El segundo down acaba en pase incompleto por un lanzamiento muy bajo y adelantado a Tyreek Hill que no es capaz de atrapar. Tercer down.

SU CAMINO TRAS LA’VELL EDWARDS

La sucesión de equipos y entrenadores ha sido coherente con su juego. Todos preconizaban el juego de pase por encima del de carrera salvo Kentera que, mientras se ganase, no se iba a meter en la labor del coordinador ofensivo ni demás asistentes. Así, de cada uno se llevó ideas que hoy forman su juego. Tras su paso como jugador y entrenador en Brigham Young, prosiguió su formación.

“El detalle de la jugada” - VIC ROWEN - San Francisco State, 1983-1985.

Finalizada su etapa en BYU, universidad que le abrió los ojos, de 1983 a 1985 pasa un tiempo como OL Coach al servicio de Vic Rowen (Pappa Gator), Head Coach de San Francisco St University. Este fue otro de los pioneros de la West Coast Offense. En palabras de su Quarterback Bob Toledo:

“ …antes de que nadie le diera ese nombre ya desarrollaba sus esquemas ofensivos típicos de la misma WCO…”.

Aprendió de él algo muy importante, que lleva hoy en día a gala, “el detalle de cada jugada”. El HC de KC Chiefs se refería a él en los siguientes términos:

“…un gran entrenador y un gran entrenador de entrenadores. Te haría subir a la pizarra y detallar la jugada. Sería mejor que estuvieses convencido de lo que ibas a decir…”

Reid asimiló esto y transmitió a sus equipos, sobre todo a los quarterbacks, la necesidad de comprender cada detalle de las jugadas diseñadas. De esto, hoy en día, no hay duda que está integrado en la personalidad de Reid.

“Running backs can catch” - LARRY KENTERA - Northern Arizona University (NAU) 1986

Reid se pasa 1986 con Larry Kentera, Head Coach de Northern Arizona State. Aquí su desarrollo fue ajeno totalmente al HC. Este no tenía ninguna predilección por el sistema a emplear siempre que se ganase, pero contrata a Mike White, que había trabajado con Bill Walsh, hombre al que se le atribuye la popularización de la WCO. Por aquella época se reconocía la existencia de dos tipos de West Coast Offense; la de Walsh en la NFL en Bengals, San Diego y ya 49ers y, por otro lado, la de La’Vell Edwards en el football universitario. White hace de mentor del que fue nombrado como Coordinador Ofensivo de NAU, Brad Childress. Brad de OC y Reid de OL Coach desarrollan una ofensiva por aire wide open y pass-first offense. La ofensiva de Childress y Reid, se basaba siempre en 3-4  wide receivers, pero sobre todo el uso del running back como receptor, añadiéndolo de forma continua y sostenida en esa ofensiva, ya sea en flare routes, ya en stabs u otras expresamente diseñadas para el running back.

Larry Kentera llegó a decir:

“Tuve la suerte de estar viendo una ofensiva que estaba adelantada a su tiempo. Era la ofensiva de Brad y Andy, y más o menos les di el trabajo de armarlo todo. Valió mucho la pena, y fui lo suficientemente inteligente como para saber que no debía molestarme con eso”.

“Don James Way of player evaluation”- BOB STULL, UTEP 1987-1988, MISSOURI 1989-1991

Bob Stull fue asistente de Don James en Kent State, y lo fue, entre otros, junto con Nick Saban. Ya no eran solo las Xs y Os que incorporó a su libro, sino una adición fundamental, su método de evaluación de jugadores. No solo evaluaba sus atributos físicos como la altura, peso o velocidad, sino la capacidad mental de los diferentes prospects para enfrentar determinadas situaciones. Esto, que se da hoy por supuesto, lo incorporó Stull y evidentemente, lo traspasó a Andy Reid que siempre se vanaglorió de haber elegido a Mahomes con base en las preguntas que le formuló; llegó a decir que las preguntas más complejas, y sus respuestas, fueron las que separaron a Patrick del resto de quarterbacks y por eso, y por supuesto por su talento, fue el elegido. Cuando Bob Stull asumió el trabajo de HC en University of Texas at El Paso (UTEP), sabía exactamente qué entrenador de la Linea Ofensiva necesitaba, ese era Andy Reid. Stull era conocido como “Air Stull”, sabiendo que su ofensiva por aire era tan dominante que se quejaba en sus ruedas de prensa de utilizar demasiado el pase en sus primeros downs cuando realmente debería correr las mismas veces de cada primero y diez. Posteriormente cuando se fue a Missouri, Reid le acompañó como no podía ser de otra manera.

“La reunión de todo y de todos” - MIKE HOLMGREN

Mike Holmgren coincide con Reid en 1982, cuando el primero era entrenador de quarterbacks en BYU y el segundo, graduado asistente. Holmgren entrena ahí, en Provo, a Steve Young en el 83 y 84. Esto es importante porque en 1986, recala en los 49ers de Bill Walsh como QB coach, entrenando de nuevo a Young a partir de 1987 como QB coach, pero ya en la NFL. Toma algo muy importante del árbol de Gillman: el football que vivió con Walsh. Holmgren antes estuvo también con Vic Rowen en S. Francisco State, como Andy Reid. Los orígenes son comunes, BYU y S.Fco.State.

Si Sid Gillman le dio una vuelta de tuerca al juego de pase, Al Davis le da una segunda vuelta . Cuando Davis dejó de ser parte del staff de Gillman en 1962 y se fue a Raiders, se llevó el libro de jugadas de Sid y lo que es más importante, sus ideas. Pero Davis no se contentó con estirar el campo horizontalmente; quería ir vertical. Si Gillman podía abrir una defensa en zona estirando el campo horizontalmente, Davis probó que también lo haría si sumaba su trait favorito al juego: la velocidad. Gillman, por supuesto, usó "tramos verticales", conceptos de pase que espaciaban a los receptores no de izquierda a derecha, sino de profundo a corto , aunque siempre espaciados:

Pero para Davis, la separación vertical se convirtió en la pieza central de su ofensiva. Ya no se contentaba con la búsqueda del MOF (middle of the field) en 10-15 yardas. De hecho, esto es lo que quiso decir cuando trajo el “juego vertical” a Oakland. No se trataba de lanzar bombas profundas (aunque a veces lo era), sino que se trataba de la ciencia de estirar las defensas hasta el punto del break del receptor. Pensemos en la jugada Y-Cross. El TE parte del lado opuesto alineado de Y al lado del tackle ofensivo y cruza la zona underneath hasta llegar al MLB y ahí rompe en vertical. Con receptores en distintas profundidades, un pequeño error defensivo a menudo significaba una jugada de pase de 15 yardas para la ofensiva de Davis, y un error grave significaba un touchdown. Empleó lo que denominaba el strong side flood, sobrecarga el lado fuerte en tres niveles, y aquí es donde se diferencia de Gillman en esta nueva vuelta de tuerca, separados verticalmente no horizontalmente:

Davis continuó modificando la ofensiva de Gillman agregando más formaciones, opciones para los corredores en el juego aéreo y, en general, ampliando las posibilidades de lo que una ofensiva podría hacer con el balón. Esto fue algo innovador, tanto que tuvo un efecto enorme en un joven entrenador asistente de los Raiders llamado Bill Walsh, quien pasó a crear su propia ofensiva ganadora de varias Super Bowls con los 49ers.

Como explica Walsh en su libro Building a Champion, tras haber entrenado como running back coach en Oakland Raiders en 1966, equipo en el que Davis dejó sus esquemas, su sistema, su libro:

La ofensiva de pase [de Al Davis] incluía una variedad casi ilimitada de patrones por aire, así como un sistema para denominarlos, y utilizaba los corredores y tight ends mucho más que otras ofensivas. … Desarrollar la comprensión de esto tomó tiempo, pero una vez que se aprendió, fue inevaluable”.

En resumen, el "juego vertical" de Al Davis se basó en estirar la defensa verticalmente mientras usaba todos los receptores disponibles para tomar lo que la defensa le cedía en cualquier parte del campo. No es culpa de Davis que las defensas a menudo le dieran grandes jugadas a los Raiders, pero siempre jugaba con estiramientos verticales de tres niveles, con un receptor profundo, otro a nivel medio y un tercero en corto.

Con Bill Walsh de HC en 49ers, Holmgren estuvo de QB coach de 1986 a 1988, como lo fue con Edwards de 1982-85. Tras Gillman vino Al Davis (y LaVell Edwards), como acabamos de ver, y a Al Davis le sucede Bill Walsh, y este le da la tercera vuelta de tuerca al juego de pase. Si Davis estaba en esta orientación vertical, Walsh va a combinar más los estiramientos verticales con los horizontales, aplicando al extremo el método K.I.S.S. que antes explicamos de La’Vell Edwards, la West Coast Offense de Don Coryel, pero utilizando el concepto de pase moderno que Davis corrigió. Walsh empezó su andadura profesional en Raiders con Davis en 1966, como se explicó. En 1968 se traslada a Cincinnati de OC de Bengals, uniéndose al staff de Paul Brown, donde implanta sus ideas, las de Davis, de Edwards, de Gillman. Ese incremento de la horizontalidad, no fue tan voluntario como obligado y necesario por el quarterback que entonces tenía, Virgil Carter. Quarterback de gran movilidad, pero poco brazo, así que tuvo que tirar de pases rápidos y cortos, un quick passing game a lo ancho del campo. Estas correcciones, fueran casuales o no, hicieron de él, el entrenador que fue en 49ers de 1979 a 1988 ganando 3 Super Bowls. Cuando Walsh dejó de entrenar en San Francisco, Holmgren, bajo los mandos de Seifert estuvo también de OC de 1989 a 1991. A partir de aquí fue a Green Bay Packers en 1992, y se trajo con él, bajo el brazo, sus esquemas de la West Coast Offense a Lambeau. Todo lo que Holmgren vivió en 49ers y en BYU, lo trajo escrito en su libro, y fue conocido como the quarterbacks whisperer. Su manera de acercarse a los quarterbacks era especial, a Montana (49ers), a Young (BYU y 49ers) a Brett Favre (Green Bay), en especial a este último que siempre tomaba sus propias decisiones al margen de sus esquemas. Holmgren se llevó a Andy Reid, como OL coach, TE coach pasando posteriormente a QB coach y assistant head coach. La modificación de su sistema con Favre motivado por esa mayor verticalidad que ya desde Davis se incorporó a la WCO, fue muy evidente a la vez que exitosa. Su relación con los quarterbacks fue siempre muy especial. Con Young podemos recordar aquel conocido episodio cuando Steve le dice que no ve bien a los receptores y no acierta con el pase. Mike le contesta que lo que tiene que hacer es sentirlos y pasar sin mirar, conoce el libro, las rutas y los movimientos de sus compañeros. Young comenzó a pasar sin temor y el primer beneficiado fue ese extraordinario receptor, Jerry Rice, habituado al pocket passer que era Montana, mostrándose siempre quejoso por los excesivos scrambles de Young. Con Holmgren, todas las experiencias de Reid empiezan a encajar, el estiramiento horizontal de Gillman, las verticales de Davis, lo sencillo de Edwards, el detalle de cada jugada de Rowen, el uso de los running backs por Kentera y Childress, todo cobraba sentido.

3er down

Tercer Down y 15 yardas para Kansas. Chiefs pierde 10-20 terminando el 4º cuarto. Las oportunidades empiezan a agotarse. Es un tercer down crucial en el devenir del partido, aquí pudieron finalizar las oportunidades para Kansas. En una pausa anterior, Mahomes preguntó si había tiempo para ejecutar la wasp. La jugada se denominaba “Triple-Triple gun trey right 2-3 jet chip wasp” una formación con protección inicial por 6 hombres para dos chip blocks, tres receptores en un mismo lado y la wasp route de Hill por la que vendiendo una deep post acaba en una deep out corner. La jugada se ejecuta por Mahomes. El target primario es Tyreek Hill en una ruta profunda, por lo que hay que dejar tiempo para su desarrollo. Esta es la gran dificultad de la jugada, ganar tiempo para que Hill pueda llegar a la yarda de recepción, contra un pass rush de 49ers con Bosa contra el Left Tackle. Esta jugada define a Reid por encima de todo; entonces, lo que hoy damos por hecho, cobra pleno sentido cuando pensamos en el tiempo definido por Gillman en la ejecución de las jugadas, necesitaba como mínimo un 5 step dropback a lo que Mahomes sumó dos shuffles, haciendo un total de 7 pasos que retrocede para comprar un tiempo que vale un Super Bowl, justo el tiempo en el que se le echó encima Nick Bosa, pero con el timing perfecto para lanzar a Tyreek Hill aislado. Ahora sí, los tres niveles se distanciaron, no ya en 10-15 yardas, sino en más de 40. La secundaria de 49ers compra la post de Hill hacia el interior cuando este da un giro en la stem de su ruta cambiando la dirección y rompiendo hacia una deep out para atrapar el balón y deja a Chiefs en la yarda 21ª de SF consiguiendo un primer down tan complejo de conseguir como maravillosamente construido.

En esta jugada se reúne la ocupación del campo de Gillman, el juego vertical de Davis alineando 3 receptores en un mismo lado con una crosser, los otros receptores ocupando a defensores rivales como el propio running back saliendo a recibir de Childress, el detalle de la jugada de Rowen, el estiramiento de Walsh, absolutamente todo lo que define a Reid, a su pasado, a sus influencias, a Holmgren en la confianza y adaptación a su quarterback que pide la jugada y en el diseño del tiempo y espacio en el football. Gillman y su árbol encuentran respuesta en esta jugada, en estos 3 niveles, en el libro de Reid.

Siempre nos definen los hechos en los momentos más complicados, a Reid lo definió su primera victoria en una Super Bowl, ejecutando la jugada más complicada en el momento más decisivo, porque al final lo único que importa, lo único, como dijo Al Davis es que, te enfrentes a quien te enfrentes …”just win, baby!”.