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El fenómeno Myles Garrett

El pasado domingo, durante el juego entre los Cleveland Browns y los San Francisco 49ers, atestiguamos un emocionante duelo entre dos futuros miembros del Salón de la Fama: Myles Garrett, líder en capturas de la NFL este año, y Trent Williams, el mejor tackle izquierdo de su generación.

Garrett, que con cinco partidos por jugar está a cuatro capturas de superar el récord compartido entre Michael Strahan y TJ Watt de 22.5 derribos de quarterback en una sola temporada, es el prototipo de ala defensiva que se usa para fines divulgativos. Es decir, cuando se quiera mostrar una cinta de video en una universidad para entender cómo debe jugarse la posición y qué tipo de atributos atléticos se necesitan para cruzar el umbral de la NFL y ser una estrella, es probable que se recurra a Garrett como fenómeno de estudio.

Por eso fue tan simbólico que se enfrentara, en medio del mejor año de su carrera, a Williams, un veterano de 37 años que ha sido piedra angular de la mejor coreografía que ha visto la NFL en la última década y que también ha servido para moldear los estándares físicos, competitivos y conceptuales de la posición de tackle izquierdo en la NFL, lo más parecido al santo grial después del quarterback.

Al término del partido, del que Garrett salió con su captura número 19, Williams se acercó a mostrarle reverencia y decirle, esbozando una sonrisa: “No me importa si vuelvo a ver tu trasero ahí en el campo. Eres el mejor de todos los tiempos. Eres el mejor”. Al tiempo que Robert Saleh, el coordinador defensivo de San Francisco, lo azuzaba con miras a romper el récord histórico de capturas.

Según la plataforma de estadística avanzada Pro Football Focus, Myles Garrett enfrentó 14 veces a Trent Williams durante el partido, firmando cuatro apresuramientos, una captura y un bestial porcentaje de éxito de 36 por ciento en el duelo individual, el segundo más alto tolerado por Williams, solo superado por el del propio Myles Garrett en 2023, con 38 por ciento.

Nunca me he sentido del todo cómodo profetizando eventos sobrenaturales, pero hay buenas razones para pensar que el domingo, cuando los Browns reciban a los Titans, un tornado se posara bajo la sombra del tackle izquierdo Dan Moore Jr., una máquina de conceder capturas, y el novato Cam Ward, un quarterback que ha sido derribado atrás cuatro veces por juego durante este año.

Se me ocurren pocos planes menos estimulantes que la posibilidad de ser torturado física y psicológicamente por el mejor ala defensiva de la liga, quien, con un poco de voluntad y algo de suerte, puede ser capaz de pulverizar anticipadamente el récord de Strahan y Watt con una de esas exhibiciones que reciten de memoria durante varias generaciones.