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Cosas que hacer en Denver cuando estás muy vivo y otras películas de la Semana 15

Con todo el entorno de la NFL hablando de la caída de un gigante como los Kansas City Chiefs, con grave lesión de Patrick Mahomes incluída, me vais a permitir que yo centre la atención de este artículo, no en los que han fracasado, sino en los que están triunfando esta temporada en la NFL. Estamos ante una temporada en la que ha estas alturas sólo 19 equipos de 32 tienen opciones matemáticas de pelear por el anillo, lo que significa que con 14 puestos de Playoffs por asignar –bueno, 12 a estas alturas, porque Broncos y Rams ya tienen garantizado el suyo– solamente 5 equipos de los que siguen vivos se quedarán sin billete. Y lo que es aún más llamativo, con solo tres jornadas por disputarse, ninguna de las 8 divisiones de las que consta la NFL tiene ya un campeón, algo que desde que las divisiones fueron reordenadas y ampliadas en el año 2002 sólo ha pasado en cuatro ocasiones: 2010, 2014, 2106 y en este 2025. Esto nos habla de la enorme igualdad que hay en lo alto de la liga, que nos brinda una recta final de temporada apasionante y unos Playoffs más abiertos que nunca, que por primera vez desde 1998 no contarán con Tom Brady, Peyton Manning o Patrick Mahomes, lo que significa que se abre una posibilidad histórica de crear nuevos referentes, nuevas superestrellas, futuras leyendas… El puesto está disponible para quien sea capaz de hacerse acreedor del mismo.

En este contexto, como decía, se habla mucho de la caída de los Chiefs y es lógico, desde 2014 no faltaban a los Playoffs. Pero creo que es de justicia hacer hincapié en los que están marcando la pauta, destacar a los que mandan, poner en valor el trabajo de unos pocos equipos que, entre toda esta igualdad, están siendo capaces de despuntar y dominar.

Los Denver Broncos, una racha para dominarlos a todos

La progresión que están protagonizando los Denver Broncos es digna de asignarles la vitola de candidatos al anillo. Son ya 11 victorias consecutivas para ellos, lo que virtualmente les garantiza la división y les deja encarrilado el Seed 1 de la Conferencia Americana (tienen un 77% de posibilidades de llevárselo). En el ínterin de esta fantástica racha de victorias, el equipo no ha hecho más que crecer. Y esta pasada semana ante los Packers, todo ese trabajo de crecimiento ha desembocado en su mejor actuación de la temporada ante un rival temible.

De la defensa llevamos meses hablando maravillas y en este partido tenemos que hacer lo mismo pero destacando además una capacidad de mutar, de ser flexibles y salir de su zona de confort muy impresionante. Pero antes de hablar de eso hay que hablar del ataque y de Bo Nix. El QB de los Broncos ha pasado esta temporada por algunos baches y por problemas de irregularidad muy característicos del crecimiento de los Quarterbacks jóvenes en la NFL, el crecimiento en esta liga nunca es lineal y de eso no se libra nadie, pero en este enfrentamiento contra Green Bay, Nix juega probablemente su mejor partido desde que está en la NFL y lo hace en un escenario de máxima exigencia ante el que responde de la mejor manera. Hay un puñado de lanzamientos en momentos decisivos, terceros downs o situaciones de End Zone que son simplemente extraordinarios. Nix se muestra mucho más ambicioso que en otras citas y, por encima de todo, da la sensación de estar en todo momento con el partido bajo control. Si hay una característica que hace ser muy optimista con el futuro del QB de Denver es su capacidad de destacar en los momentos decisivos, cuando el balón realmente quema y en este partido volvió a destacar mucho en ese aspecto. Nix y el ataque de los Broncos van a llegar a los Playoffs en un momento de autoestima absolutamente disparado y eso son muy buenas noticias para una ofensiva que Sean Payton ha tenido siempre muy atada en corto y a la que va soltando la cuerda y dejando que se guste un poco más. Los resultados a la inversión en el desarrollo ofensivo que el Head Coach de Denver viene haciendo desde la pasada temporada son muy evidentes e invitan a la ilusión.

Más aún cuando tienen ese monumento de defensa acompañándolos. De las virtudes de la unidad defensiva que comanda Vance Joseph llevamos meses hablando… el poderío de su front, la superioridad de su secundaria con un Pat Surtain II imperial y un Riley Moss mejorando cada partido que pasa; pero lo de este partido fue otro nivel porque se salieron de su idea primordial de defensa, de su sistema más habitual, para vivir en zona, algo que no suelen hacer muy a menudo y que este partido superó el 70% de los snaps y complicó muchísimo la vida a Jordan Love. Vance Joseph colocó constantemente a su LB Alex Singleton cubriendo el Gap A (el hueco que queda entre el center y el guard) para mostrar presión interior extra y por detrás montó varias cortinas de jugadores de secundaria que nublaron a un Love que, sobre todo en la segunda mitad, no encontraba soluciones ni respuestas.

Denver ya tiene su billete a los Playoffs garantizado y, lo que es aún mejor, tiene argumentos de sobra para pensar que puede competir para llegar muy lejos esta temporada. Son, de manera innegable, uno de los grandes equipos de esta temporada NFL.

En el otro lado, esta fue una jornada terrible para los Green Bay Packers, no tanto por la derrota sino por un puñado de lesiones que pueden poner en jaque sus aspiraciones esta temporada. Evidentemente, la más significativa, la más decisiva, es la de Micah Parsons, un jugador que Green Bay incorpora para marcar la diferencia a la hora de la verdad, cuando se esté jugando por el anillo y no va a poder contar con él en esas instancias esta temporada. Ligamento cruzado roto y hasta el año que viene no habrá Micah Parsons en el campo para los Packers. Es una baja dramática porque, aunque la defensa de Green Bay viene demostrando que es colectivamente muy buena, todo gravitaba en torno a Parsons y las vergüenzas que pudiera tener, sobre todo en el apartado de los CBs, Parsons las tapaba muy bien con su capacidad de presión. Esto baja bastantes enteros a esa unidad.

Pero no es la única baja importante, Christian Watson y su hombro son otro punto de atención vital porque desde la vuelta del WR, este se había convertido en el hombre de confianza de Jordan Love, sobre todo en el ataque profundo y su presencia y capacidad vertical había ordenado y dotado de mucho sentido a esa ofensiva. Sin él y sin Tucker Kraft quedan ahora muchas dudas de quién será capaz de dar un paso al frente y marcar las diferencias en el juego aéreo. Y si a esto le sumas que Tom se hizo daño en la OL, son ya unas cuantas piezas decisivas que no se sabe cuándo volverán y todo esto para afrontar una recta final de temporada en la que Packers todavía podría ganar la división o, por contra, quedarse fuera de Playoffs. Lo que es seguro es que los Packers bajan muchos enteros en su candidatura a Super Bowl, algo que habían hecho crecer mucho en las últimas semanas.

Los Bills mandan un aviso a navegantes con su victoria en Foxboro

Dentro de la enorme igualdad que campa en la Conferencia Americana, los Buffalo Bills afrontan la fase decisiva de la temporada con la confianza de tener un par de activos con los que el resto de equipos no cuenta: La experiencia y, por encima de todo, contar con el jugador más decisivo y diferencial de entre los que quedan en la batalla por la AFC, Josh Allen. Ambas virtudes salieron a relucir cuando se vieron 21-0 en casa de los Patriots. Un equipo inexperto se habría diluido y aceptado una derrota más que probable y un equipo sin un superhéroe habría capitulado sin la capacidad de respuesta que tienen estos Bills.

¿Qué pasó para que el resultado cambiara de una manera tan radical y ese 21-0 pasara al 31-35 final? Hay que empezar a explicarlo con los ajustes defensivos hechos en el descanso. La defensa de Bills estaba siendo muy agresiva en la primera mitad y Drake Maye encontraba respuestas a ese examen una y otra vez. Tras el paso por los vestuarios, Buffalo salió con una propuesta mucho más conservadora en la que dejaron una manta de seguridad en profundo para evitar las jugadas explosivas y en la línea de scrimmage jugaron a confundir al QB de los Patriots, al que quitándole esas respuestas en profundo y poniendo tráfico, obligaron a retener el balón más de la cuenta y ahí llegaron los problemas y los sacks. Dos de ellos, los dos protagonizados por Matt Milano, ejemplifican perfectamente el cambio de tendencia en el partido. Uno llego con Milano en Blitz y el otro con una presión simulada. Uno supuso un punt y el otro un tercera y larguísimo que arruinaba el drive. En uno Milano se aprovecho del impacto de Greg Rousseau, que atrajo la atención de varios hombres de OL y como Milano entraba en Blitz, llegó hasta Maye y en el otro, la presión simulada, en la que Milano sustituía a un pass rusher, que cayó en cobertura confundiendo a su asignación y dejando a Milano camino expedito hasta el QB.

Esta capacidad de adaptación habla de la experiencia de los Bills. Al igual que la manera en la supieron adaptarse en el juego de carrera y encontrar espacios para James Cook. La gran diferencia respecto al primer partido entre estos dos equipos fue la batalla en las trincheras, que en esta ocasión cayó del lado de los Bills. La OL de Buffalo dominó el partido y ganó una y otra vez a la defensa de Patriots. Si a esto le sumamos jugadas decisivas de equipos especiales, tenemos gran parte de la explicación de la remontada de los Bills.

Sin embargo, no se puede explicar la victoria del equipo de Buffalo sin citar las siguientes dos palabras: Josh Allen. Lo que hace este jugador es de un nivel absolutamente élite. Gana con sus piernas, gana con su brazo, crea unas situaciones completamente inverosímiles, se inventa jugadas donde no las hay. Por segundo partido consecutivo se sacó un pase perfecto en una jugada decisiva en la que es capaz de poner el balón en el único punto donde su receptor puede cogerlo y donde no llega el defensor. De hecho, en esas dos jugadas que van a las manos de Shakir, el pase de Allen “peina la oreja” del cornerback que tiene pegado. Una vez más Josh Allen fue capaz de marcar la diferencia y de elevar a su equipo con jugadas que solo él y muy pocos más jugadores son capaces de protagonizar.

Y ahora mismo los Bills todavía podrían ganar la división y, lo que es más importante, van a llegar a los Playoffs en muy buena forma, conociendo mejor que nadie esas instancias y sintiendo que tienen una oportunidad histórica de alcanzar un Super Bowl que les viene siendo esquivo los últimos años a pesar de ser uno de los mejores equipos de la NFL en los últimos tiempos.