Todos bromeaban con el niño de rasgados ojos y amplia sonrisa que padecía sobrepeso y llamaban "Puka", pues en su lengua natal, el polinesio, significa cariñosamente "gordito". Comenzó a jugar futbol americano y con cada jornada sobre el campo, los kilos se fueron diluyendo de su cuerpo, pero el apodo se quedó con él como una sombra que, veloz, le sigue en cada acarreo y que lo ve convertirse en la figura sensación de la temporada en la NFL.
Se llama en realidad Makea Nacua, pero pocos le dicen por su nombre y no le afecta. “Puka” es el estandarte con el que el receptor abierto de Los Angeles Rams acapara los reflectores, pues en solo dos semanas ha dejado su nombre -y su apodo- sobre varios récords: es el primer novato de la liga que, en sus primeros dos encuentros hace al menos 10 recepciones con al menos 100 yardas en cada juego. En la Semana 2 se convirtió en el primer rookie que atrapa 25 pases en dos juegos, para romper así el récord que tenía Earl Cooper (que recibió 19 en 1980). Desde la Semana 1 mostró que venía por más que provocar el avance de las cadenas, pues su coordinación y entendimiento con el QB Matthew Stafford lo llevó a tener el récord de más recepciones para un novato en un solo encuentro, con 15, para 147 yardas.
"Durante las semanas de pretemporada lo vi detenidamente y noté que para él no todo es ir siempre a máxima velocidad. Es el maestro del tempo y la velocidad", compartió Nacua al analizar el estilo de Stafford para el canal de YouTube de Los Angeles Rams. "Con él es saber dónde debes de estar en una jugada, entendiendo cómo aprovechar el reloj en cada oportunidad y asegurarte de que estás donde necesitas estar cuando el Número 9 esté listo para lanzar el balón. Es lo más grandioso: el control corporal es lo que tiene en un nivel máximo, lo estoy entendiendo y lo estoy tratando de aplicar en los pequeños tips que puede darnos para plantarnos, analizar la línea defensiva y así ponerme en una posición más ventajosa", agregó.
Si historia y su esfuerzo cada semana derrumban los prejuicios de las estadísticas, pues el jugador de 22 años de edad no fue quizás una de las revelaciones del futbol americano colegial; más bien trascendieron sus lesiones y pese a ellas alcanzó el Draft NFL 2023, pero hasta la 5ª ronda, en el sitio 177 general; una posición de pocas expectativas que parece de otro jugador, pues Nacua se transformó durante los training camps hasta ser hoy líder de la NFL con 25 recepciones, para 266 yardas.
"Soy muy preguntón. Todo el tiempo estoy preguntando hasta el más mínimo detalle; pregunto tanto como me es posible y me siento muy bendecido de que siempre obtengo una respuesta que me ayuda a mejorar (…) Solo quiero estar listo para hacer mi trabajo cada semana. Será duro, pero estoy muy emocionado por todas las oportunidades y las experiencias que están por llegar a mi vida", consideró Makea.
Nacua tiene seis hermanos y dos de ellos también destacaron en el futbol americano: Samson que también juega como receptor abierto pero no fue drafteado y quien, en 2022, tuvo una oferta de los Indianapolis Colts; mientras su hermano Kai jugó de defensivo entre 2017 y 2021 con cinco distintas franquicias de la NFL. Todos apoyan hoy al Número 17 de los Rams, número que de 2017 a 2021 fue de Robert Woods, uno de los jugadores con mejor producción en la historia reciente del equipo
"¡No tuve que elegirlo! Yo por supuesto que quería el 12, pero obviamente ya estaba ocupado (por Van Jefferson) y dije 'bueno puedo tomar cualquier cosa entre los teens', fui bendecido con recibir el 17 y ahora que veo los videos de las jugadas de Robert Woods, es mucho más fácil para mi visualizarme en el campo, ver la forma en que se desenvolvía en el campo", agregó el joven Puka, quien gusta de dormir una siesta antes de cada juego y escuchar Drake, Fisher o Dom Dolla para motivarse previo a un encuentro.
Mientras analiza jugadas, entrena y mejora para dejar su nombre, su apodo y su historia en nuevos récords de la franquicia y de la liga, la familia Nacua verá los partidos, algunos por televisión, otros en el SoFi Stadium, pero siempre gritando el apoyo polinesio al orgullo de la familia: "¡Alco Puka!".
