Estamos a poco más de un mes de que comiencen los training camps y Kyle Shanahan se enfrenta a una situación en la que va a tener que tomar una decisión en el puesto más importante del football. Cuando alguien se enfrenta a un dilema, se generan sentimientos de indecisión, ansiedad o frustración, ya que en este caso esa decisión afectará tanto al equipo en el campo como a la franquicia en los despachos. Va a ser una elección desafiante y que, seguramente, generará algún conflicto entre la afición minera.

Los seguidores de los 49ers comienzan a ser expertos en este tipo de situaciones, porque la posición de quarterback ha sido como una montaña rusa de expectaciones para ellos. Todo comenzó con la elección de Alex Smith en el número uno del draft de 2005, pero una lesión y la irrupción de Colin Kaepernick hicieron que esa vía se acabara antes de lo inicialmente deseado. La llegada de Jimmy Garoppolo también se asumió como el gran cambio que necesitaba la franquicia en la posición tras el desastre que vino con la salida de Kaepernick y, posteriormente, con el resto de quarterbacks que en algún momento fueron titulares en los primeros años de Kyle Shanahan en San Francisco. Pero Jimmy también cayó lesionado y su juego nunca volvió a ser el mismo que en sus primeros cinco partidos de titular, donde encandiló a toda la liga.

Y se optó por pagar tres primeras rondas y escoger a Trey Lance en el puesto número tres del draft de 2021.

Lance se adaptaba al molde de quarterback moderno: brazo poderoso y capacidad para ser una amenaza corriendo con el balón. En las manos de Kyle Shanahan, esas cualidades podían ser demoledoras en un sistema que se volvía cada vez más y más imprevisible para las defensas rivales. Sin embargo, el entrenador de los mineros decidió colocar a Jimmy Garoppolo como QB1 en la temporada rookie de Lance. A pesar de eso, Lance veía el campo en situaciones de yardage corto, red zone o cuando Shanahan buscaba engañar al adversario. En los snaps que disputó se pudo ver a un quarterback con mucho potencial, pero algo verde en el juego de la posición. La pregunta era si el entrenador y el propio Lance podrían desbloquear ese potencial en la temporada siguiente, donde sería titular sin ninguna duda. En el draft de 2022, cuando Lance iba a comandar el ataque de los Niners, John Lynch y Kyle Shanahan eligieron, en el último pick, a Brock Purdy, un quarterback de la universidad de Iowa State, quien se convertiría en el Mr. Irrelevant del draft de 2022. Si Lance había sido seleccionado para ser el Josh Allen de los 49ers, Purdy fue seleccionado para ser su Matt Barkley. El chico no parecía tener un nombre de quarterback titular. No tenía un aspecto de quarterback titular. No parecía tener el físico apropiado para ser quarterback en la NFL. No era rápido. No poseía más talento de brazo. Pero lo que a Purdy le faltaba en capacidad física, lo compensaba con su cerebro. Purdy demostraba conocer bien el juego, ser capaz de tomar buenas decisiones y de jugar muy disciplinado.

A medida que se acercaba el inicio de la temporada 2022, Lance tenía asegurado el puesto de titular. En la misma sala de quarterbacks, el novato Purdy se había ganado un lugar en el roster de 53. Purdy sería el suplente de Jimmy Garoppolo, quien había pasado a ser el QB2.

Y si habíamos visto poco a Trey Lance en su año rookie, menos lo íbamos a ver en su segunda temporada.

Tras un primer partido no bueno en Chicago, Trey Lance se lesionó su rodilla frente a los Seahawks en la semana 2 y no lo volvimos a ver en todo el curso. Cuando el suplente de Lance, Jimmy Garoppolo, se lesionó para toda la temporada en la semana 12, las esperanzas de la franquicia de alcanzar el Super Bowl parecía que se iban con él. Trey Lance, listado como QB1 se quedaba fuera todo el año. Garoppolo, listado como QB2, corría la misma suerte que su compañero. Muchos consideraron que la temporada se había acabado o que había que buscar a algún veterano en el mercado para poder seguir compitiendo. A los mandos de la ofensiva se colocaba un rookie, pero no un rookie cualquiera, sino la última elección del pasado draft.

Todo lo que necesitó Purdy fueron tres cuartos y medio, y pasó de ser relativamente desconocido a la historia más bonita del curso. Su primer partido como titular fue contra Tom Brady y salió victorioso. A la siguiente semana viajaron a Seattle, con la oportunidad de sellar el campeonato de su división y también se llevó la victoria. Brock Purdy se hizo con las riendas del equipo y fue capaz de subir el nivel de una ofensiva que empezaba a carburar a todo tren. Ese ataque se volvió imparable. Sin embargo, la maldición que parece pesar sobre la posición de quarterbacks en los Niners, hizo su presencia en la final de conferencia frente a los Eagles, donde Purdy fue golpeado en el codo, algo que le hizo perderse el resto del choque y acabar con las esperanzas de victoria para los chicos de Shanahan.

Medio año después de ese partido, Kyle Shanahan tendrá que decidirse entre cual de los dos quarterbacks debe comenzar la temporada como titular, y esa decisión, ese dilema, tiene muchos puntos de vista diferentes. Vamos con la radiografía de lo que se pueden encontrar los aficionados mineros cuando comience el training camp este próximo julio.

EL POTENCIAL SIN EXPLOTAR DE TREY LANCE

Si algo destaca del juego de Lance es su poderoso brazo, ya que es capaz de estirar el campo verticalmente sin casi esfuerzo. Esa es una de las características que más hemos visto en los pocos snaps de los que ha disfrutado en los profesionales. Si nos vamos a su único partido completo en la temporada pasada, vemos varias acciones en las que esa herramienta le permite generar una big play. 

En el tweet de debajo tenéis una acción clásica del sistema Shanahan. Con el quarterback saliendo desde debajo del center, jugando el play-action y usando un motion por detrás de él para mantener ocupados a la zona media y aprovechar la ruta cruzada del receptor. El lanzamiento es perfecto y muestra esa potencia de brazo que tanto resalta en su juego.

Sin embargo, en Lance se ha visto a un quarterback algo nervioso en un sistema donde no ha parecido estar cómodo. Viendo la cinta de su último año como universitario, se adivinaban cualidades muy acorde a lo que Shanahan quiere en sus quarterbacks, como por ejemplo el juego de roll-outs. Lance no ha tenido esa eficacia ahí, como tampoco la ha tenido en la paciencia y movimientos dentro del pocket. Hemos visto a un jugador verde en sus mecánicas y en su manera de entender el sistema. 

Tanto Shanahan, como el general manager John Lynch, hablaron la temporada pasada sobre cómo Lance necesitaba mejorar sus fundamentos. Ambos afirmaron que necesitaba mejorar su mecánica, su movimiento dentro del pocket y su base de lanzamiento. Una de las razones por las que esto necesitaba arreglarse es porque, a lo largo de su corta carrera en la NFL, Lance ha tenido que lidiar con el dolor en su brazo de lanzar. Sufrir de fatiga en el brazo afectó a sus mecánicas y precisión en el pase. Esta fatiga del brazo es una de las razones por las que recurrió al entrenador de quarterbacks Jeff Christensen en busca de ayuda.

Christensen, quien también trabaja con Patrick Mahomes, suele tomarse un día para diagnosticar un problema con las mecánicas de un jugador. Para Lance, tuvo que observarlo durante cuatro días antes de reconocer lo que estaba pasando. Trey Lance se puso manos a la obra y trabajó muy duro para solventar esos problemas. La solución significa que ahora parece tener más velocidad, una precisión más constante y menos fatiga en el brazo. "Creo que ha sido capaz de corregir sus deficiencias en el agarre y en todo lo demás", decía Shanahan hace pocas semanas. "Ha trabajado en su tiempo libre para mejorar, y eso es algo que demuestra su madurez y su profesionalismo. Sabía en lo que tenía que concentrarse y lo hizo".

Después del problema del dedo que tuvo en su primer año, de la fatiga en el brazo y de la fractura de tobillo que puso fin a su pasada temporada, Lance se siente preparado para volver a ser el quarterback titular de los 49ers. Nadie duda de su potencial, pero la NFL es demasiado dura para que una franquicia pueda estar esperando a tu explosión durante mucho tiempo. En la última temporada, hubo diez quarterbacks en la liga que lanzaron más pases de los que ha lanzado Trey Lance en high school, college football y NFL juntos. Para él, esta puede ser una de sus últimas opciones de ser lo que debería haber sido ya.

MR. IRRELEVANT VUELVE PARA EL TRAINING CAMP

Purdy se desgarró el ligamento colateral cubital del codo de su brazo de lanzar durante el primer cuarto de la final de conferencia frente a los Philadelphia Eagles. Lo que suele suceder con estas lesiones es que el ligamento se va desgarrando gradualmente con el tiempo, especialmente entre los jugadores que realizan movimientos repetidos de lanzamiento por encima de la cabeza. Sin embargo, otras veces, puede ocurrir en un instante, como así sucedió con Purdy. El pronóstico inicial para la recuperación era de al menos seis meses, y se podía alargar más si aparecía alguna complicación o contratiempo.

Lo último que sabemos de la lesión de Purdy es el punto de conflicto para Trey Lance, ya que el propio Shanahan ha salido en rueda de prensa diciendo que Purdy va a estar disponible desde la primera semana de entrenamientos en julio. El entrenador ya dejó claro en alguna que otra entrevista su posición inicial en este dilema: Purdy es la primera opción para el puesto de titular, pero Lance sigue teniendo sus opciones de darle la vuelta a la decisión.

Tanto Shanahan como Purdy parecen optimistas de cara a que el quarterback esté listo para iniciar la temporada sin problemas físicos. Brock Purdy respondió a estas preguntas con cautela, y contando que "tras los OTAs, planeo regresar a Jacksonville para continuar con mi rehabilitación y entrenamiento. A medida que empiezo a lanzar más, solo quiero asegurarme de que mi mecánica y todo mi brazo esté bien. Así que volveré allí, seguiré trabajando duro durante dos o tres semanas y luego volveré aquí para ver en qué punto verdaderamente estoy". Los Niners esperan que ese punto sea donde lo dejó en el curso anterior.

Y es que Brock Purdy demostró ser un sensacional quarterback para lo que Shanahan quiere en esta posición determinada. Purdy entendió el sistema a la perfección y fue capaz de hacer que todo funcionase como un reloj. La llegada de Christian McCaffrey es, sin lugar a dudas, vital para ello, pero no hay que quitar méritos a alguien que supo poner el balón en las manos del jugador adecuado en el momento exacto.

En la situación de debajo, podemos ver una de sus primeras acciones como quarterback profesional el mismo día en el que tuvo que salir al campo tras la lesión de Jimmy Garoppolo. Los Dolphins forman con hasta siete jugadores en la linea de scrimmage amenazando el pass-rush, por solo los cinco hombres de la línea ofensiva en protección de pase. George Kittle se sitúa por el exterior de Holland, así que lo normal es que no se quede bloqueando y que Purdy vaya a recibir a un defensor muy pronto en el pocket. Nada más iniciar el snap, Purdy gira sus ojos al lado izquierdo y esto hace que el safety profundo gire sus caderas hacia ese lado, permitiendo espacio entre el cornerback situado a su espalda y él. Kittle juega una ruta vertical para aprovechar ese agujero. Rápidamente, Purdy cambia su lectura hasta Kittle y lanza el pase justo antes de ser golpeado por el defensor que entraba totalmente libre hasta su posición. Esa tranquilidad, reconocimiento de lo que pasaba alrededor de él y la capacidad para poner buenos balones, hicieron que la conexión con Kittle fuese el gran espolón en el juego aéreo de 2022.

Una de las características que más me llamaron la atención del joven quarterback fue su capacidad para extender las jugadas en situaciones muy complicadas dentro del pocket. Es cierto que, ese conocimiento de un sistema, el cual ayuda al quarterback a tomar buenas decisiones, le hizo soltar muchas veces muy rápido el balón y encontrar receptores abiertos por todo el campo, pero también supo lidiar con la presión dentro del pocket y supo salir de ahí dando opciones para seguir moviendo cadenas.

Lance y Purdy no podrían ser más diferentes. Lance fue alguien a quien la franquicia buscó y pagó mucho por tenerlo en sus filas. Purdy fue un chico que llegó hasta el final de su draft sin que nadie confiase en sus posibilidades. Lance aparenta tener todas las herramientas y características que se desea en un quarterback de hoy en día. Purdy tuvo que probar su valía y sus virtudes ante los más incrédulos partido tras partido. Tanto Lance como Purdy tienen la oportunidad de tomar el toro por los cuernos y nunca dejarlo ir.

Lance ha jugado cuatro partidos como titular, con un record de dos victorias y dos derrotas, mientras que su rival ha jugado ocho encuentros (incluyendo playoffs) y solo ha perdido un partido, precisamente el día de su lesión. Trey Lance promedia 158.8 yardas de media en esos cuatro partidos, un porcentaje de completados del 55.4%, un rating de pase del 73.1, dos pases de touchdown y tres intercepciones. Brock Purdy asusta con sus promedios: 67.4% en pases completados, 208.4 yardas de pase por partido, 115.9 de rating de pase,14 touchdowns y solo dos intercepciones, liderando a la liga en victorias y derrotas (en el espacio de tiempo en el que fue titular), en puntos por partido con 33.6, en rating de pase con 119.0 y en touchdowns e intercepciones. Además, también lideró a la liga en rating de pase tras play action (130.3), en lanzamientos tras motion/shift (118.3), lanzando desde fuera de los números (112.9) y contra defensas sin blitz (112.6).

Trey Lance tiene solo 22 años y demasiado potencial sin explotar como para descartarlo ya. No hemos tenido la oportunidad de verlo con un ataque repleto de armas y con tiempo para ir resolviendo errores a medida que avanza el año, pero es verdad que el rendimiento ofrecido por Brock Purdy da mucha confianza a todo el staff técnico para seguir apostando por su talento. Purdy tiene un conjunto de habilidades que debería traducirse en un éxito a largo plazo en esta liga. No había nada casual en su juego. Aunque no tiene un techo tan alto como Lance, Purdy también tiene habilidad para jugar y ser dinámico con sus piernas. La competencia en el training camp debería ser brutal, ya que Lynch y Shanahan movieron ficha para cubrirse las espaldas en caso de que ambas lesiones no se recuperasen a tiempo. 

Sam Darnold es el actor invitado a esta fiesta y, de momento, parte como QB3. Sin embargo, ya hemos visto antes muchas historias en esta liga donde el hombre menos indicado terminaba siendo el protagonista principal de la obra. Y si no, que se lo pregunten a los otros dos implicados.