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Dólares y yardas: la implicación financiera del noveno juego en casa

Cuando la NFL anunció que agregaría una semana más a su calendario de temporada regular dejándola en 17 partidos para cada equipo a lo largo de 18 semanas, surgió el conflicto de tener un número de encuentros non, lo cual implicaba que aquella perfecta simetría entre juegos de local y visitante se perdería. Pero las implicaciones van más allá del balance competitivo, tienen también un ángulo financiero. Hoy lo analizamos entre dólares y yardas.

Cada vez es más frecuente que los propietarios de los equipos de la NFL sean también dueños del estadio en el que juegan como locales. Atrás quedaron aquellas épocas en las que el equipo de la ciudad jugaba en el estadio municipal, en el que pagaba una renta a un tercero o cuando se compartía el campo con el equipo de baseball.

El ser dueños de la tierra, subcontratar la construcción y administrar el inmueble una vez que este existe, hace que el valor de los activos de la franquicia se multiplique y a la vez se generen diversos canales de ingreso por el inmueble mismo. Es por eso que al momento que estuvo disponible una fecha más para tener un partido en casa por temporada, nadie quería desaprovechar la oportunidad de albergarlo.

La explicación es sencilla: Un partido en casa, para cualquiera de los 32 equipos, implica ingresos y si la cuenta bancaria a la que irán esos dólares no está determinada, todos harán lo posible para que sea la propia.

Esto es de gran relevancia para las franquicias debido a que los ingresos de cada partido en casa corresponden a la categoría de las ganancias locales, esas que responden a lo que los equipos venden en su propio territorio; además de lo que implica el estadio en día de juego, acuerdos de transmisión por radio, patrocinios locales, etc. En pocas palabras, lo que hace que algunos equipos sean un mejor negocio que otros.

Estos últimos están en un apartado distinto a los ingresos nacionales, que son aquellos que provienen de lo que la liga negocia en nombre de las 32 franquicias, como acuerdos televisivos, y patrocinios nacionales, los cuales se dividen en partes iguales para todos.

Seattle Seahawks fans cheer against the St. Louis Rams in the second half of an NFL football game, Sunday, Dec. 29, 2013, in Seattle. (AP Photo/Elaine Thompson)

Seamos tan concretos como sea posible. Partiendo de las cifras que se manejaron por diversos reportes tras las pérdidas que tuvo la liga tras la temporada 2020 en ingresos locales, podemos asumir que cada equipo tiene un ingreso promedio por partido de unos 65 millones de dólares entre boletos vendidos y consumo de alimentos, bebidas, estacionamientos, mercancía vendida en las tiendas del estadio y otros conceptos asociados a la experiencia del día de juego.

Por supuesto que esa cantidad varía de estadio a estadio y para ilustrarlo podemos tomar como ejemplo el precio promedio de un boleto en el mercado secundario de los cinco partidos más demandados, a solo unos días de la publicación del calendario de la temporada 2023. Estas son las cifras al viernes 12 de mayo de 2023:

  • Eagles @ Patriots. $807
  • Cowboys @ 49ers. $501
  • Lions @ Chiefs. $444
  • Chiefs @ Jets. $354
  • Packers @ Bears. $349

El Gillette Stadium en Foxborough, el Levis Stadium en San Francisco, el GEHA Field at Arrowhead en Kansas city y el MetLife Stadium en New York son estadios usualmente caros y no muy comparables con, por ejemplo, el Paycor Stadium en Cincinnati o el EverBank Field en Jacksonville. Esto es parte importante para que los equipos de New York y los Patriots normalmente aparezcan como negocios más rentables que los Bengals o los Jaguars.

Fireworks soar over the American flag on the field before the AFC championship NFL football game between the New England Patriots and the Pittsburgh Steelers, Sunday, Jan. 22, 2017, in Foxborough, Mass. (AP Photo/Steven Senne)

El noveno juego en casa vino entonces acompañado de la salomónica decisión de la liga de alternar entre la AFC y la NFC este nuevo activo, para que así todos disfruten de las mieles de esos ingresos extra.

En 2023 es la Conferencia Americana la que sale beneficiada, tanto en el ámbito deportivo, por tener a sus aficionados apoyando a los jugadores en una ocasión más, como en lo financiero, por capitalizar la oportunidad para vender unos cuantos hot dogs y cervezas adicionales.