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Aaron Rodgers: Saber cuándo decir adiós

Siempre nos cuesta despedirnos de lo que mĂĄs amamos. Esa persona que nos marcĂł; la casa de mamĂĄ y papĂĄ, o de un lugar que me hace feliz. Dejar marchar nos hace evolucionar como persona y como profesional. Sin embargo, cuando rehuso de ello y me aferro a aquello que me genera una supuesta felicidad, termino hiriendo mĂĄs. A mĂ­ y a los mĂ­os.

En esta tesitura se encuentra Aaron Rodgers. No es el personaje indicado para hablar de sustancias o adicciones, pero su mayor droga tiene tres siglas: NFL. Esa que lleva tanto tiempo consumiendo y de la que, quizĂĄs, toca desintoxicarse.

A sus 41 años y tras una hecatombe por temporada al mando de los New York Jets, el futuro de uno de los quarterbacks mås legendarios en la historia del ovoide es toda una incertidumbre. "Necesito averiguar si todavía tengo ganas de jugar o no, si puedo recuperar el amor por el juego", afirmó tras cerrar el año con una simbólica victoria sobre los Dolphins. Sintiéndolo mucho, ya no quedan mås retiros oscuros en la montaña.

Tras 18 temporadas comandando el Lambeau Field dijo adiĂłs a los Green Bay Packers. AllĂ­ se curtiĂł como uno de los mejores de este deporte. SuperBowl -siendo el MVP - y cuatro premios como el jugador mĂĄs valioso de la temporada en su haber, dejan un currĂ­culum a la altura de los mĂĄs grandes. Tratando de emular la gesta de Joe Namath, aterrizĂł en una franquicia que no saborea la gloria desde la tercera ediciĂłn del Gran Baile.

New York Jets quarterback Aaron Rodgers (8) reacts during an NFL football game against the Miami Dolphins Sunday, Jan. 5, 2025, in East Rutherford, N.J. (AP Photo/Adam Hunger)

Lo que comenzĂł siendo un reto deportivo mayĂșsculo se ha convertido en una relaciĂłn abocada al fracaso. De esas donde crees que "aĂșn hay tiempo para salvarla" cuando el contador lleva a cero desde que empezĂł. Nunca fue Robert Saleh, tampoco Davante Adams. Tan solo habĂ­a que replantearse si ese era tu lugar, Aaron.

Ante Miami se convirtiĂł en uno de los cinco quarterbacks en la historia en superar los 500 pases de anotaciĂłn. Solo Tom Brady, Drew Brees, Peyton Manning y Brett Favre lo superan. Sin embargo, esto no va de nĂșmeros, va de ganar y seguir ganando. Algo que su franquicia no ha podido hacer. Con el 5-12 de historial, los New York Jets quedaron fuera de la postemporada. Otra vez. Son el equipo que mĂĄs tiempo llevan sin pisar los Playoffs en los cuatro principales deportes de Estados Unidos.

Pese a venir de una lesión tan grave como la del tendón de Aquiles, él mismo asegura que su cuerpo estå en buena forma. Sin embargo, no se puede ignorar el desgaste de 19 temporadas en una liga tan física como la NFL. "Me siento bien a los 41 años, pero necesito tiempo para tomar esta decisión", añadió. Mås allå de los rumores sobre su relación con quienes mandan en la oficina, un retiro tardío complicaría los planes de la franquicia para buscar un quarterback y reforzar la plantilla. Por eso, aseguró que no prolongarå innecesariamente su proceso de reflexión: "No voy a retrasar a nadie. Hablaré con el equipo y tomaremos una decisión antes de que sea demasiado tarde".

New York Jets quarterback Aaron Rodgers (8), right, and wide receiver Davante Adams (17) leave the field following an NFL football game against the Miami Dolphins, Sunday, Jan. 5, 2025, in East Rutherford, N.J. The Jets won 32-20. (AP Photo/Seth Wenig)

Rodgers ya lo ha ganado todo. Es un futuro miembro del SalĂłn de la Fama, un jugador que redefiniĂł el estĂĄndar por excelencia en su posiciĂłn: visiĂłn, mentalidad y capacidad innata para liderar. Y como en cualquier relaciĂłn, la incertidumbre mata. Duele. No hablamos de verlo perder. En el deporte son mĂĄs las veces que se vive en el infierno que las que se disfruta el paraĂ­so. Hace daño aferrarse a un clavo ardiendo. Ese donde crees que existe la posibilidad de dar un Ășltimo empujĂłn por efĂ­mero que sea. AsĂ­ de cruel es el "amor".

Tom Brady se retirĂł tras una temporada sĂłlida, incluso demostrando que aĂșn tenĂ­a algo en el tanque, al alzar el anillo con los Buccaneers. Otros, como Brett Favre, alargaron su carrera mĂĄs allĂĄ de lo ideal, arriesgando parte de su legado en el camino. Y asĂ­, cientos. Cientos que pasaron por el mismo lugar donde ahora mismo se encuentra Aaron Rodgers.

La mente suele terminar por convertirse en la gran protagonista. El inteligente llega a la NFL. El superdotado hace historia como quarterback en este deporte. Y es curioso cuanto menos ver cómo son capaces de memorizar incontables jugadas, improvisar ante cualquier revés, o dar el pase correcto pese a tener en frente a tíos de 120 kilos que te quieren derribar lo antes posible. Sin embargo, ante el momento de saber parar, las dudas los devoran.

New York Jets quarterback Aaron Rodgers (8), right, and wide receiver Davante Adams (17) leave the field following an NFL football game against the Miami Dolphins, Sunday, Jan. 5, 2025, in East Rutherford, N.J. The Jets won 32-20. (AP Photo/Seth Wenig)

Y ahĂ­ estĂĄ el problema.

El pensar que es la mente cuando siempre fue el corazĂłn.

El valiente no es el que siempre se queda por pasiĂłn, sino el que sabe cuĂĄndo marcharse por amor.