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La previa de semana 13

En este tramo decisivo de la temporada, en una semana 13 más que interesante, se cruza la tradición del Thanksgiving Day, con tres partidos que no solo tienen un peso simbólico sino también una carga estratégica abrumadora. En el centro de ese torrente de tensión destacan tres duelos que combinan rivalidades, urgencias y estilos ofensivos y defensivos muy diferenciados: Lions contra Packers, Chiefs contra Cowboys y Ravens frente a Bengals. En esta previa, solo hablaremos de dos de esos tres duelos, y será el durísimo Steelers contra Bills quien complete este texto. Preparen el pavo y cómanselo rápido, porque esta jornada será para no perdérsela.

WEEK 13 THU 11/27
Green Bay Packers
1:00
AM
EST
@
Detroit Lions

El choque entre los Lions y los Packers en el Ford Field, el jueves festivo, encarna una de las rivalidades clásicas de la NFC Norte con un plus extra: no solo se juega por orgullo, sino por el dominio divisional, con permiso de unos Chicago Bears que son, ahora mismo, el líder de esta división. Los Lions han emergido como uno de los equipos favoritos para llegar muy lejos en estas dos últimas temporadas, con un ataque que ha explotado tanto el pase como la carrera para generar un rendimiento sostenido. Su capacidad para controlar el reloj y dosificar posesiones es una de sus fortalezas: al imponer su juego terrestre, logran mantener la ofensiva rival fuera del campo y reducen las oportunidades de su rival. Esa dualidad entre volumen en el ground game y ventanas de pase verticales les ha permitido ser impredecibles y eficaces.

Cuando se trata de defender, Detroit ha sabido consolidarse en momentos clave, especialmente con esquemas de blitz y presión que han generado pérdidas o jugadas forzadas cuando más importan. Su nivel de cobertura se ha beneficiado de piezas secundarias como Amik Robertson, quien está jugando un gran football. Kelvin Sheppard, su coordinador defensivo, ha sabido alternar hombre y zona con fluidez, complicando las lecturas del quarterback rival y siendo capaz de darle oportunidades a sus hombres de la línea defensiva para llegar hasta el pasador.

Por su parte, los Packers se acercan a este enfrentamiento con un modelo más calculado: su ofensiva, aunque no necesariamente explosiva en big plays constantes, ha sido extremadamente eficiente en el juego situacional, favorecida, muchas veces, por el dominio que imprime una defensa élite. Su porcentaje de conversiones en tercer down es notable, lo que les permite extender series y encontrar ritmo. Además, su eficacia en la zona roja es elevada, lo que les da ventaja cuando estiran un drive hasta el territorio enemigo. Para ellos es fundamental generar estabilidad en la línea ofensiva, crear espacios en la carrera y explotar las recepciones en campo corto para mantener la posesión y poner la pelota en marcha con inteligencia.

Tácticamente, Detroit debe buscar imponer su ritmo desde el inicio, tratar de bloquear las primeras posesiones del rival y frenarlo en sus terceras oportunidades. Si los Lions consiguen presionar a Jordan Love, obligándolo a tomar decisiones precipitadas o a jugar fuera de ritmo, pueden desactivar la estructura de Green Bay. El papel de sus corredores será esencial para desgastar la defensa y controlar el reloj, mientras que en el aire su cuerpo de receptores debe aprovechar cada ventana para castigar la defensa si esta decide anticipar la carrera. Aquí es donde entra uno de los jugadores más en forma de toda la NFL. Jahmyr Gibbs ya es el RB1 sin ningún tipo de dudas en el ataque de Detroit. En los últimos tres partidos, acumula 400 yardas por tierra, con cuatro touchdowns, y 186 yardas por aire, con otros dos touchdowns más. Es el eje por donde todo gira, y su explosividad, visión y aceleración le hacen ser una amenaza constante de big play.

lions

Arriba tenemos una secuencia donde podemos ver todas las herramientas con las que cuenta Gibbs. Los Lions presentan una formación pesada, con un línea ofensivo extra (amarillo) y un tight end a su lado (rojo). Cuando se inicia el snap, el center y los dos guards abren los gaps interiores y eso es lo que lee el running back nada más recibir el balón a la mano. Gibbs lee la subida al segundo nivel del center y el apoyo contra la carrera del safety, por lo que empieza a hacer cortes para evitar el contacto. Una vez superado al safety, Gibbs acelera campo abajo para conseguir casi cincuenta yardas de carrera.

La defensa de Packers tendrá que forzar a Goff a salir de su spot en los lanzamientos. Cada vez que el quarterback de Lions tiene que lanzar fuera de una buena plataforma, su rendimiento baja muchísimo. Micah Parsons está dejando muy claro lo influyente que es en el juego ofensivo del rival, y esa presión sobre Goff puede decidir el encuentro. En ataque, los Packers necesitan mantener la calma, mover el balón con eficiencia, ser pacientes en tercer down y explotar su ventaja en red zone para convertir drives largos en puntos. Si logran hacerlo, podrían neutralizar el dominio físico de Detroit y hacerse con una victoria épica en el primero de los encuentros de este jueves tan especial.

WEEK 13 THU 11/27
Cincinnati Bengals
8:20
PM
EST
@
Baltimore Ravens

En el mismo jueves, en el último partido de Thanksgiving Day, tendremos otro enfrentamiento cargado de tensión que tendrá lugar también en el Norte, pero esta vez en la Conferencia Americana, donde los Ravens reciben a los Bengals en un duelo de urgencias. Baltimore llega con una defensa que ha demostrado ser versátil, capaz de generar presión con blitz y ajustar su esquema según el rival, limitando especialmente el juego terrestre de su oponente. Este es uno de los grandes ejes tácticos del partido: los Ravens deben frenar a los corredores de Cincinnati para forzar al equipo visitante a depender más del pase, especialmente si su línea ofensiva no puede abrir los espacios necesarios. Si Baltimore consigue eso, obligará a los Bengals a asumir jugadas de mayor riesgo y depender de la ejecución individual bajo presión. En los Bengals vuelve Joe Burrow después de estar dos meses en el dique seco, por lo que es probable que el magnífico quarterback se muestre algo oxidado. Además, el equipo de Zac Taylor no podrá contar con Tee Higgins, por lo que todas las miradas estarán puestas en un Chase que viene de su suspensión en la semana 12. Baltimore debe temer el juego aéreo de los Bengals, pero también es cierto que ahí es donde más posibilidades hay de que aparezca el error en los visitantes.

En la ofensiva, Baltimore quiere construir un ataque equilibrado: su motor de carrera les da fuerza física, mientras que su juego aéreo aprovecha espacios y movimientos para desatar big plays. Esa combinación les permite responder a escenarios adversos y adaptarse sobre la marcha. La capacidad de sus corredores para mover el balón y la versatilidad de sus receptores les dan una ventaja estratégica clara para sostener series y desgastar a la defensa rival. Sobre el papel, esto es lo que se debería ver cada domingo, aunque la realidad es algo más distinta. Los de Jim Harbaugh están sufriendo con una línea ofensiva demasiado porosa, algo que está afectando a un Lamar Jackson que parece estar tocado físicamente y al cual no vemos evitar la presión con la facilidad de otros años. Jackson no está cómodo en el pocket y el pase empieza a ser un verdadero problema. Aún así, su conexión con Mark Andrews sigue estando en un gran estado de forma, y es el tight end quien más está aportando en esta faceta, sobre todo en las situaciones cercanas a la end zone.

ravens

En la secuencia de arriba, vemos un ejemplo de la conexión entre Jackson y Andrews. Antes del snap, Flowers se mueve al otro lado del ataque y hay un jugador defensivo que viaja con él. Esto le indica a Jackson que la defensa va a ser individual, por lo que Andrews se va a enfrentar a un linebacker. La ventaja está clara y Jackson no va a dudar en buscarla. Andrews es un fantástico route runner y, cuando se inicia el snap, sale en ruta vertical para hacer un muy buen corte al exterior y generar la suficiente separación para que su quarterback pueda encontrarlo en la end zone.

Los Bengals, por su parte, llegan con la necesidad de ganar para mantener alguna posibilidad de jugar en post temporada, pero también con la obligación de encontrar una identidad para saber si este proyecto se ha acabado o no. Su backfield presenta menos eficiencia de la esperada, así que su gran reto es traducir ciertas explosiones en el juego aéreo en espacios para poder correr mejor y sostener mucho más sus drives. No basta con grandes jugadas aisladas: deben mantener una cadencia que les permita capitalizar en momentos clave, especialmente contra un rival que no les concederá muchas concesiones. Si Cincinnati puede construir con paciencia, mezclar carrera y pase, y proteger bien al quarterback, tiene posibilidades reales de competir. Los Bengals es un equipo que recibe demasiados puntos en cada partido, por lo que su ataque siempre está bajo una presión extra. Si la defensiva sigue permitiendo ese tipo de anotaciones en contra, el encuentro se les pondrá muy en contra.

La presión sobre los Bengals será enorme: cada error puede ser definitivo, y cada conversión fallida en tercer down puede hipotecar sus opciones. Para Baltimore, en cambio, es una oportunidad de consolidarse como contendiente en la división. Imponer su defensa, controlar el tempo y ejecutar su plan ofensivo podría darles una ventaja crucial de cara a las semanas finales, donde, ahora mismo, parte como favorito absoluto para llevarse la división y tener un primer partido en casa en los próximos playoffs.

WEEK 13 SUN 11/30
Buffalo Bills
4:25
PM
EST
@
Pittsburgh Steelers

En la secuencia de arriba, vemos un ejemplo de la conexión entre Jackson y Andrews. Antes del snap, Flowers se mueve al otro lado del ataque y hay un jugador defensivo que viaja con él. Esto le indica a Jackson que la defensa va a ser individual, por lo que Andrews se va a enfrentar a un linebacker. La ventaja está clara y Jackson no va a dudar en buscarla. Andrews es un fantástico route runner y, cuando se inicia el snap, sale en ruta vertical para hacer un muy buen corte al exterior y generar la suficiente separación para que su quarterback pueda encontrarlo en la end zone.

Los Bengals, por su parte, llegan con la necesidad de ganar para mantener alguna posibilidad de jugar en post temporada, pero también con la obligación de encontrar una identidad para saber si este proyecto se ha acabado o no. Su backfield presenta menos eficiencia de la esperada, así que su gran reto es traducir ciertas explosiones en el juego aéreo en espacios para poder correr mejor y sostener mucho más sus drives. No basta con grandes jugadas aisladas: deben mantener una cadencia que les permita capitalizar en momentos clave, especialmente contra un rival que no les concederá muchas concesiones. Si Cincinnati puede construir con paciencia, mezclar carrera y pase, y proteger bien al quarterback, tiene posibilidades reales de competir. Los Bengals es un equipo que recibe demasiados puntos en cada partido, por lo que su ataque siempre está bajo una presión extra. Si la defensiva sigue permitiendo ese tipo de anotaciones en contra, el encuentro se les pondrá muy en contra.

La presión sobre los Bengals será enorme: cada error puede ser definitivo, y cada conversión fallida en tercer down puede hipotecar sus opciones. Para Baltimore, en cambio, es una oportunidad de consolidarse como contendiente en la división. Imponer su defensa, controlar el tempo y ejecutar su plan ofensivo podría darles una ventaja crucial de cara a las semanas finales, donde, ahora mismo, parte como favorito absoluto para llevarse la división y tener un primer partido en casa en los próximos playoffs.

En el vídeo de arriba, podemos ver una acción individual de TJ Watt del pasado domingo. Los Bills sufrieron mucho el jueves frente al pass-rush de Texans en sus costados, especialmente en el lado derecho de la línea ofensiva. Si los Steelers quieren llevarse el duelo, necesitarán acosar a Josh Allen para que no pueda soltar rápido el balón y poder provocar algún error en el pase.

En ofensiva, Pittsburgh necesita valentía y agilidad. Para tener opciones reales, debe lanzar su plan de juego sin miedo, explotar las debilidades que pueda presentar la secundaria rival y generar jugadas grandes con sus pocos playmakers. No basta con contener: tienen que ser agresivos, buscar sorpresas y capitalizar cada drive con inteligencia. La falta de juego aéreo entre los hashmarks está marcando a una ofensiva que se ha vuelto demasiado previsible y que tiene muchos problemas en estirar a la defensa verticalmente. En teoría, vuelve Aaron Rodgers, pero no lo hará al 100%. Su muñeca izquierda será un problema y cualquier golpe o caída puede agravar la lesión y dejarlo fuera de combate, con lo que eso supone.

Además, en la red zone, ambos equipos tendrán que ser precisos: los Bills han mostrado eficiencia en situaciones de campo corto. Cada posesión en ese tramo del campo puede tener un peso decisivo en el resultado final

El Thanksgiving Day tiene su protagonismo no solo por la historia, sino por el impacto real que puede tener en la clasificación. Los Lions no pueden permitirse ceder un pulso frente a un rival divisional en un escenario tan mediatizado; los Ravens saben que una victoria frente a los Bengals les podría dar un colchón importante en su lucha por la AFC Norte; los Steelers ven en Buffalo una oportunidad para sacudir el camino y demostrar que aún pueden pelear; y los Bills deben mostrar coherencia si quieren mantenerse como favoritos sólidos hacia los playoffs.

Más que victorias, lo que está sobre la mesa en esta semana 13 son conceptos: control del reloj, presión en momentos clave, ejecución en tercera oportunidad, uso eficiente de la rotación ofensiva y la capacidad para ajustar defensivamente sobre la marcha. No es solo una jornada más: es un examen de profundidad, de carácter y de estrategia. Los equipos que sepan imponer su plan, leer correctamente las situaciones y responder bajo presión se colocarán en una posición ventajosa para afrontar las semanas decisivas. Y para los aficionados, para los analistas y para todos los que siguen la liga, será un espectáculo cargado de significado: tradición, tácticas y duelos con futuro.