Los motores empiezan a calentarse de cara a lo que será una nueva temporada de la NFL, y tal como ha pasado en los últimos años, los San Francisco 49ers aparecen como uno de los favoritos a llegar a la gran cita que es el Super Bowl cuando este todo dicho en febrero del próximo año.
Con una NFC que parece estar accesible tanto para ellos como para los Philadelphia Esgles, los otros "cucos" que tiene la conferencia, los de Kyle Shanahan se preparan para dar un paso adelante a lo mostrado el año pasado, donde quedaron en las puertas del partido más importante del año. Pero no es todo color de rosas en la bahía.
Deberán frenarme si no es la primera vez que escuchan que San Francisco puede saltar la banca durante esta temporada y convertirse en un campeón de la NFL. Esa ventana, como a cualquier equipo que no ha logrado vivir con las expectativas que se le piden desde el inicio de la temporada, tienen fecha de vencimiento. Si bien hay una creencia en el proceso que está llevando a cabo Shanahan, son varias las aristas que podrían resultar en la caída de uno de los proyectos que parece ser de los más sólidos de toda la liga.
¿Jimmy Garoppolo 2.0 o apostar por Trey Lance?
Que no se me malinterprete: lo que logró hacer Brock Purdy, cargándose el equipo al hombro y consiguiendo victorias consecutivas para llevar a los 49ers al título divisional y a la postemporada, no es algo que debe pasarse por alto. Es muy probable que, gracias a esta hazaña, el egresado de Iowa State tenga una larga carrera en esta liga, independientemente de lo que pasé este año. Pero hay algo a saber: el talento de Purdy no está ni cerca de lo que te puede llegar a aportar Trey Lance dentro del campo de juego.
Y hay otra arista importante dentro de este análisis: el valor por el cual Lance está en la franquicia es elevado. Las primeras rondas pagadas por el egresado de North Dakota State deben de ser retribuidas de alguna manera dentro del campo de juego, y si bien John Lynch no tendría problemas en reconocer un error, seamos sinceros con el caso Purdy: el Mr. Irrelevant es, en el mejor de los casos, una segunda venida de Jimmy Garoppolo; es decir, un mariscal que puede suplir su carencia de talento top con un buen control de juego. Eso puede ganar partidos, pero en la NFL actual, te limita en tus aspiraciones al título.
¿Es Nick Bosa un aliciente?
Los primeros días del campo de entrenamiento de los 49ers ya han pasado, y una ausencia continúa haciendo ruido dentro del emparrillado: Nick Bosa, quien está en plena tratativa con la franquicia por una extensión de su contrato. Es muy temprano para sacar conclusiones, pero sin dudas el poder lograr un acuerdo con uno de los mejores jugadores defensivos de toda la liga es un problema a solucionar con urgencia por parte del equipo de Kyle Shanahan.
¿Y si arreglan? Casi con seguridad se podrá decir que eso va a tener un peso importante dentro del espacio salarial del equipo, incluso podríamos hablar, según distintas proyecciones de mercado, que ese contrato podría estar entre los mejores de la historia para un jugador de defensa. No, no será el mismo peso que renovar un mariscal, pero sin dudas va a dar a San Francisco un dolor de cabeza a la hora de sentarse a hacer números tan pronto como la siguiente temporada baja.
Ganar en temporada regular es lindo… ¡Pero es momento del anillo!
En los últimos tres años, San Francisco jugó 50 partidos en campaña. ¿Su récord? 29-21. Si bien es la octava mejor marca en la NFL en ese tiempo, el talento que ha juntado este equipo sin dudas debería haberse traducido, aunque sea, en una visita al Super Bowl. En las últimas dos temporadas, Los Angeles Rams (eventual campeón) y Philadelphia Eagles fueron los verdugos. Con una Conferencia Nacional que parece estar más accesible que nunca (con el mismo Philly siendo el rival más fuerte), este debería ser el año donde den el salto… o donde empiece a tambalear definitivamente el proyecto de Lynch y Shanahan.
