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Super Bowl LVIII: NFL salvaje. La importancia de la limpieza 

La lesión de Jonah Jackson para los Lions antes de jugar contra los Niners en Santa Clara la final por la NFC fue clave y cayó a favor de San Francisco. Un overthrow de Purdy a Aiyuk que golpea en el caso de Vildor, CB de Detroit, para caer en las manos del receptor de San Francisco fue clave y cayó a favor de Niners; Josh Reynolds, un seguro en Wild Card y Divisional, hace dos drops inusuales, uno en cuarto down decisivo (decisión de D. Campbell) y otro en 3 down, que también fueron clave y cayeron a favor de Niners; Jahmyr Gibbs, jugador determinante en carrera para Lions, no cometió ni un fumble en Playoffs y lo comete en Santa Clara, dentro de la yarda 25 de Detroit. Otra jugada clave que cayó a favor de Niners.

Tras estas acciones, se leyeron muchas cosas. Shanahan supo ajustar en la segunda parte mientras que Campbell no. Hay que saber acabar partidos. Los encuentros duran 60 minutos. En fin, narrativas que al final siempre dan la razón al ganador, siempre, porque la historia, ya sabemos, la escriben siempre los que ganan.

No me he equivocado, sé que este último NFL Salvaje de la Temporada 23/24 debe hablar del Super Bowl. Lo que acabo de relatar son lances de un partido importante, importantísimo. La final de Conferencia NFC. Si relato todas esas desdichas, lo hago porque leo, veo y observo que hay una corriente generalizada en favor de atribuir la derrota de 49ers a un cúmulo de desgracias y del "…la moneda siempre cae cara en favor de Kansas City...". Lances de un partido que, si hubieran caído del otro lado, San Francisco hubiera levantado su sexto Lombardi. En todos los partidos se producen lances, jugadas no pitadas por los árbitros, decisiones equivocadas desde la banda y errores de los jugadores. Sucede que si quitamos todos los lances es probable que los Niners no hubieran llegado a este Super Bowl. Muchos lances les favorecieron tanto en el divisional contra Packers como en la final de conferencia contra Detroit, como acabo de relatar. Los lances y errores son propios de cada partido y más en unos Playoffs donde la presión, el win or go home, está presente. Y no, no nos engañemos, no todos lo manejan igual. Cuando limpias un partido, como cuando limpias una sartén, o un metal que al final es moneda de curso, o las manos para saber si hay herida o no, o cualquier otra cosa, vemos lo que hay, lo que queda, la verdad.

  • Un cuerpo de receptores no élite donde Kelce, que es el de más talento, ha tenido una temporada mediocre en rendimiento comparado con otras anteriores. Se nos ocurren a todos, muchos equipos con mejores WRs.
  • Unos Playoffs desfavorables donde Kansas City iba a jugar fuera de Arrowhead Divisional y Final de Conferencia contra rivales fortísimos como Buffalo y Baltimore, donde las apuestas daban favoritos a estos dos.
  • Una OL muy mejorable, donde Mahomes tendría que hacer cosas más propias de QBs escapistas mientras hacía sets y resets para cada jugada de pase, en posiciones muy dudosas y más complejas a cada partido.
  • Una defensa de las mejores de la liga. Kansas llegaba siendo una defensa top 5 en múltiples estadísticas y Baltimore la número 1 en DVOA defensivo. Por primera vez en mucho tiempo, la defensiva de Chiefs estaba ranqueada por encima de su ataque. Difícil ganar, pues en estos tiempos parece que el mantra de que las defensas ganan campeonatos no era así y, por el contrario, con un juego orientado al ataque, protegido y auspiciado por la NFL, es el que últimamente daba los campeonatos, aunque hay muchas excepciones a esto último. La defensa de Patriots en la Super Bowl contra Rams fue decisiva en toda su temporada, como el Lombardi que levanta Filadelfia o el de los Buccaneers o, si queremos, estos mismos Chiefs.

A ello podemos sumar un fumble inoportuno y yendo por debajo en el marcador por Pacheco, o la fea, feísima interceptación a Mahomes.

Kansas City Chiefs wide receiver Mecole Hardman Jr. (12) celebrates with Patrick Mahomes (15) after scoring the game winning touchdown in overtime as San Francisco 49ers place kicker Jake Moody (4) walks off the field during the NFL Super Bowl 58 football game Sunday, Feb. 11, 2024, in Las Vegas. The Chiefs won 25-22 against the 49ers. (AP Photo/Adam Hunger)

Al final, sumando las circunstancias expuestas, parecía que todo se ponía en contra de Kansas para levantar el Lombardi. La idea que revolotea en mi cabeza, cerrando los ojos y recordando lo que fue la temporada, es Mahomes recorriendo el pocket, dentro y fuera, más que nunca. No voy a decir "luchando por su vida", pero sí cuando menos llevando el drive a más esfuerzos de los habituales. Pero da igual. Volvemos a lo mismo. Si limpiamos todo, los lances, las desgracias, los infortunios, ¿qué queda en cada equipo? ¿Qué queda tras desdeñar la suerte o la desgracia? No nos engañemos, el único jugador capaz de controlar el tempo de un partido es el QB, el único que puede responder al manejo de un encuentro, y aunque queramos construir un equipo a prueba de QB, esta posición es insoslayable Y llegados a este punto, Mahomes es el mejor de todos. Ante esto pido al lector que participe en un juego: haga un esfuerzo en imaginar un cambio de quarterbacks. Purdy a Chiefs, Mahomes a 49ers. Evidentemente es todo una suposición y desde ese imaginario, creo que a nadie se le escapa que quien gana el partido es San Francisco en tal caso. Mahomes decanta la balanza. Luego sí, una victoria o derrota en football se debe a un sinfín de factores, no trato de simplificar, pero quien decanta el partido, quien parte la tarta con la espada de la victoria es Mahomes. Es el jugador más difícil de sustituir. Al final siempre acabamos acudiendo a la teoría de la sustituibilidad. Y el único insustituible es él por el plus que da además de ser un gran jugador, eso intangible basado en el liderazgo y el saber tomar decisiones de momentos conducentes a la victoria.

La jugada de victoria para SF

San Francisco 49ers quarterback Brock Purdy (13) throws a pass under pressure from Kansas City Chiefs cornerback Trent McDuffie (22) during an NFL Super Bowl 58 football game, Sunday, Feb. 11, 2024, in Las Vegas. (Kyle Rivas/Kansas City Chiefs via AP)

Lo sé, ¿y si Purdy convierte un pase en 3º y 4 yardas a 2 minutos del final? Pues probablemente que Kansas City tuviera que gastar sus dos tiempos y el partido habría estado muy cerca de San Francisco. La jugada:

Si Purdy, un buen QB que aún debe demostrar mucho más, hubiera convertido el tercer down, ya no sería este joven Purdy, y sería otro QB distinto, pero es lo que tiene esto, juegas con lo que tienes y a veces te llega y a veces no. McDuffie ya se estaba moviendo anunciando el blitz ante del snap, algo que podía leerse, no digo 'debía', pero sí es lo que el talento y/o la experiencia te da. Llegados hasta aquí hay dos opciones (o tres): 1) El pase a Aiyuk era posible. Pase rápido sin dropback. Parecía que no era esa la jugada pues incluso da un paso atrás y no tiene claro soltar el balón. ¿Cuántas veces vimos esa ejecución a Brady? Me dio la sensación de cierta improvisación, pues Aiyuk ya se está girando para recibir a la tercera zancada. 2) Y a lo mejor sí, quedando solo 2 minutos con el tiempo parado te compensa un T.O. como hizo antes Mahomes. Perdió uno, pero valió la pena. El snap se produce con 9 segundos por agotar. Lo que hay en juego en ese tercer down es, ni más ni menos, el Lombardi Trophy. Cualquier preparación de jugada con un QB inexperto es poca, todo ello sabiendo que se viene blitz. Da un paso atrás, no se decide al pase, aguanta y lanza tarde. No es una jugada fácil, de ninguna manera, pero esto es la NFL y el momento es el SUPER BOWL, todo es poco y nada basta, pero se supone que estás en la élite, arréglatelas como puedas…o sepas. Una tercera opción habría sido correr y obligar a Kansas City a gastar un segundo T.O. o dejar correr tiempo.

Pero al final, lo descrito en el párrafo anterior no es otra cosa que movernos en el "y si". De nuevo la fortuna, las desgracias, las desdichas de las que hablaba antes; de ahí que la limpieza de mente y de los partidos es necesaria. Tendríamos que empezar desde el inicio los Playoffs e ir recorriendo partido tras partido con los 'y sis', tal y como enumeré al principio de este texto. Pero que nadie se engañe, esta jugada descrita no es un lance, no es un infortunio o una desgracia, es contar con un jugador con más o menos experiencia o con un staff con más o menos acierto, experiencia, o talento decisional, o por lo que sea que quiera el lector entender. De lo que no cabe duda es que Andy Reid ha perdido mucho más de lo que ha perdido Shanahan, pero también ha ganado mucho más, y ambas ayudan a saber tomar decisiones. Respecto a Purdy, no puedo entrar a valorar a un chaval de su nivel cuando no lleva ni dos temporadas completas en la NFL. Necesita tiempo de desarrollo, como el que tuvo Mahomes detrás de Alex Smith, cosa que Purdy no pudo disfrutar. Está pasando sus años de aprendizaje y evolución luchando en el Coliseo sólo y delante de los leones.

Respecto a San Francisco, construyó un equipo para llegar a Super Bowl y lo consiguió. Lo que sucede en un partido final importa, pero ahí puede pasar cualquier cosa y al juego por el título solo llegan 2. Ahí quedan los 49ers con 4 finales de conferencia y 2 Super Bowls alcanzadas en los últimos 4 años. Mis más sinceros respetos al staff y front office que tienen lo que un franquicia ganadora no puede negociar: ambición competitiva.

Respecto a Kansas City, ya está todo dicho. Andy Reid y Mahomes conforman otra pareja mítica de HC/QB que ganaron tanto, como Belichick y Brady, como Noll y Bradshaw. Lo fascinante de este proceso es ver como se construye el resto para luchar contra este dominio.

Veamos, pues, el camino del que somos testigos de historia. Feliz off season, feliz agencia libre, feliz draft.