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Super Bowl LVIII: La leyenda de Patrick Mahomes, la dinastía de los Chiefs y otras historias 

Desde Las Vegas, Nevada

Tras la Super Bowl LVIII queda la sensación de haber sido testigos de la historia del deporte. Lo que ha conseguido Patrick Mahomes en sus seis años como titular de los Kansas City Chiefs no está alcance de la nadie en la NFL y de casi nadie en la historia del deporte estadounidense; de hecho, en las cuatro grandes ligas americanas, tan solo Magic Johnson y Patrick Mahomes han sido capaces de conseguir tres anillos de campeón y tres MVPs de la finales con menos de 29 años. Michael Jordan, Tom Brady, Wayne Gretzky… esos los nombres con los que hay que empezar a comparar a Patrick Mahomes, que ya juega la liga de los mejores. En la NFL, cuando mira para arriba ya solo ve a Tom Brady y, tras este anillo, su ritmo es incluso mejor que el mítico número 12 de Patriots y Bucs.

Este parecía el año en el que los Chiefs lucían más vulnerables, la temporada en la que Mahomes daba la sensación de estar menos rodeado de talento, en la que su línea había perdido a Orlando Brown y su tackle derecho ha sido el jugador ofensivo con más penalizaciones de la NFL esta temporada, en el que Kelce había parecido dar un paso atrás… aunque su defensa había dado un paso adelante. Pero ni por esas. Cuando el día de Navidad Kansas City caía derrotado en Arrowhead de forma obscena frente a los Raiders daba la sensación de que esta vez no, de que los Chiefs iban a desperdiciar un año del prime de Patrick Mahomes, pero nada más lejos de la realidad; desde ese momento el equipo entrenado por Andy Reid cuenta sus partidos por victorias, incluyendo un camino complicadísimo en Playoffs, en los que no tuvieron bye y que desde la ronda divisional tuvieron que jugar como visitantes, frente a rivales temibles como Dolphins, Bills, Ravens y 49ers que los de Missouri han sorteado de manera brillante para acabar ganando el tercer anillo en un periodo de cinco años, todos ellos enjugando desventajas de dobles dígitos durante la Super Bowl… todo esto no hace sino acrecentar la leyenda de un Patrick Mahomes que solo cuenta con 28 años y solidificar la certeza de que estamos ante una dinastía moderna en la NFL.

No nos engañemos, el partido no fue fluido, estuvo trabado desde el principio y las defensas dominaron. Con una diferencia: con 0-0 en el marcador, los Niners al menos movían el balón, mientras los Chiefs eran incapaces de conseguir nada más allá de un primer down de carrera de Pacheco. A pesar de eso, el primer cuarto finalizaba sin que el marcador se moviera. Moody ponía los tres primeros puntos diez segundos después de arrancar el segundo acto y diez minutos más tarde Christian McCaffrey daba dos anotaciones de ventaja a los de San Francisco con un touchdown fruto de una jugada engaño diseñada por Kyle Shanahan, con Jauan Jennings enviando un pase para un CMC que después conseguiría corriendo las yardas que le separaban de la Endzone.

San Francisco 49ers running back Christian McCaffrey (23) runs for a touchdown against the Kansas City Chiefs during the first half of the NFL Super Bowl 58 football game Sunday, Feb. 11, 2024, in Las Vegas. (AP Photo/Tyler Kaufman)

Diez puntos a cero y, después, la sensación de que los 49ers estaban perdonando la vida a los Chiefs. San Francisco fue incapaz de capitalizar con puntos las dos pérdidas de balón del fumble de Pacheco y la intercepción de Mahomes y con diez puntos de ventaja en el marcador, el ataque de Shanahan se volvió mucho más conservador y timorato. Se dedicaron a no cometer errores en lugar de tratar de ampliar la ventaja. Bien es cierto que la defensa niner estaba siendo más confiable que nunca, pero le dieron aire a Mahomes y eso siempre se paga caro. Además, la defensa de los Chiefs dio un paso al frente y, sobre todo, consiguió limitar a Christian McCaffrey a solo 3,6 yardas por acarreo, la más baja que ha tenido desde que llegó a San Francisco con Trent Williams en el campo.

Butker, que anoche batió el récord de fields goals anotados en Super Bowls con los nueve que acumula en todas las que ha jugado, estrenaba el marcador para KC con una patada del descanso y ponía el 10-6 a cinco minutos de acabar el tercer cuarto –convirtiendo el Field Goal más largo de la historia de la Super Bowl, con 57 yardas–. En todo ese periodo de tiempo el ataque de San Francisco estuvo desaparecido. Fue incapaz de producir prácticamente nada y los ajustes de Spagnoulo, que estuvo muy agresivo con el blitz, borraron a la ofensiva niner durante todo el tercer acto. Entonces llegó uno de los primeros puntos de inflexión: después de que la defensa de San Francisco consiguiera parar una vez más a la ofensiva chief, un despeje de Townsend tocaba al caer en la pierna de un jugador de los 49ers y Ray-Ray McLoud era incapaz de recuperar lo que se había convertido en un fumble que acabó recuperando Kansas City.

Instantes después, Patrick Mahomes encontraba a Marquez Valdes-Scatling en la Endzone para poner por primera vez por delante en el marcador a su equipo. Caprichos del destino: la grave lesión que Dre Greenlaw sufrió al saltar al campo, sin contacto, minutos antes, hizo que Oren Burks fuera el encargado de defender la zona que atacó Mahomes, buscando la espalda del LB de 49ers en la ruta post de MVS. La falta de Greenlaw se hizo notar, en esa jugada y en la aparición de Travis Kelce.

De hecho, el TE súper estrella de los Chiefs, que solo recibió un pase para una yarda en toda la primera mitad, estuvo desaparecido y bien vigilado entre Lenoir en el slot y la pareja Greenlaw-Warner por el centro. Pero en la segunda mitad, ya sin el 57 –y a pesar de un partido magnífico de Warner–, Kelce sumó 9 recepciones de 10 balones enviados hasta él y un buen puñado de primeros downs y jugadas decisivas entre la segunda mitad y la prórroga.

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Con los Chiefs comandando el marcador por primera vez en el partido, Kyle Shanahan cambió su filosofía y comenzó a ser más agresivo, dejó que Purdy empujara el balón más allá de la línea que marcaba el primer down, involucró más a McCaffrey, repartió el juego entre Aiyuk, un muy activo Juszczyk y un Jauan Jennings casi heróico. Al que no terminó de conseguir involucrar fue a un Deebo Samuel, que estuvo perfectamente vigilado por Trent McDuffie, que fue una de las estrellas defensivas del partido rompiendio una y otra vez los pases que Purdy enviaba al 19 de los 49ers. Eso y que Deebo se hizo daño en la parte trasera del muslo, y, aunque siguió jugando, la lesión le tuvo ya muy condicionado.

Pero el cambio de estilo de Shanahan dio resultado. Tanto cambió el estilo, que las jugadas conservadoras se acabaron sustituyendo por un cuarto down clave cuando tenía la patada de field goal en una posición muy cómoda, decidió jugársela para acabar convirtiendo el primer down e instantes después un Touchdown de pase de Purdy a Jennings, que rompiendo el placaje de L'Jarius Sneed, acabó entrando en la Endzone y volviendo a adelantar a los 49ers cuando restaban 11 minutos para el final. El problema es que Moody falló el extra point, al ser su patada desviada por un brazo de un jugador de los Chiefs. Eso dejaba el marcador 16-13 a favor de San Francisco, en lugar de darles cuatro puntos de ventaja, que obligarían a Mahomes a buscar el Touchdown y no tener la red de seguridad de empatar con una patada.

Y eso fue exactamente lo que sucedió: Butker anotó una patada que devolvía el empate al marcador y dejaba 5:46 para que Purdy y los suyos trataran de sentenciar el partido… cosa que no pudieron hacer, volvieron a quedarse en la orilla, con una patada de Moody que daba tres puntos de ventaja a SF y dejaba 1:53 a Mahomes para tratar de ganar o enviar el partido a la prórroga. Hizo lo segundo. Y ya empezó a aparecer ese Mahomes de leyenda, el que se carga el equipo a la espalda, encuentra soluciones para todo, sea con pases y tirando de piernas. A tres segundos del final Butker ponía el empate y el partido se iba a la prórroga.

Nuevamente los 49ers se tenían que conformar con tres puntos y nuevamente Mahomes tenía la oportunidad de sentenciar el partido. Y esta vez no perdonó. En un drive más de siete minutos, Mahomes encontró a Kelce, tiró de Pacheco y de sus propias piernas para cerrar el partido. Incluido un cuarto down en el que interpretó perfectamente la read option, viendo que la defensa picaba con la carrera de Pacheco hacia la izquierda y encontrando cómodamente un pasillo para mantener vivo a su equipo. Después volvió a conseguir otro big play de nuevo con un bootleg. Mahomes fue el mejor corredor de su equipo con 66 yardas terrestres y todas y cada una de sus carreras fue significativas, pero estas dos últimas, las que más.

Los Chiefs manejaron perfectamente el reloj, quemándolo mientras avanzaban con más solvencia que nunca en todo el partido. Se mascaba la tragedia para los 49ers. Luego, cerca de la zona de anotación, con 30 segundos en el crono, todo hacía indicar que gastarían uno de sus tiempos muertos… algo que confundió al estadio entero, incluidos los 49ers, que confesaron después no conocer a profundidad el nuevo reglamento de tiempo extra y que no pudieron prepararse para un última jugada que Mahomes sacó con apenas nueve segundos para el final y tirando de la que se ha convertido en fetiche para los Chiefs en la Super Bowl, porque la utilizaron hasta en dos ocasiones en la remontada del año pasado frente a los Eagles, con Kadarius Toney y Skyy Moore. En esta ocasión la sacaron de la bolsa de trucos, en medio de la confusión del reloj espirando, para usar a Mecole Hardman en esa ya característica jet return motion, que arranca como una jet swip, para frenarse antes de llegar a la OL y tomar el camino contrario hacia fuera, coincidiendo con una salida de Travis Kelce hacia el exterior para confundir a la defensa con las asignaciones y que Charvarius Ward tenga que prestarle atención y acabar dejando solo a Hardman, para que éste reciba el balón completamente solo y selle el tercer anillo para los Chiefs de Mahomes.

Al final, el partido deja la sensación de que Purdy jugó a un gran nivel, que es muy bueno, pero no lo suficiente. De que Shanahan es un genio ofensivo que ha influenciado a toda la competición pero siempre se queda corto. Y aunque los Niners llegaron a tocar un par de veces la victoria con los dedos, en ambos se les acabó escapando. Sobre todo con ese tercer down en la Red zone que de convertirlo prácticamente sentenciaba el partido, pero que el Zero Blitz de Spagnoulo terminó anulando. Con todo, realmente es difícil reprochar algo a San Francisco.

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Pero por encima de todo, deja la certeza de que Andy Reid entra en el Olimpo de los grandes entrenadores históricos de la NFL, de que Kelce puede discutir a Gronkowski el título oficioso de mejor TE de la historia –le queda una Super Bowl para igualarlo y, aunque el pico más alto de la carrera de Gronk puede ser superior, en estadísticas acumuladas Kelce está muy por encima– y, por encima de todo, que Patrick Mahomes está marcando una época y que decir que es el QB más grande su generación se queda corto. Igual que Michael Jordan dejó sin anillo a jugadores legendarios como Barkley, Malone o Ewing, entre otros; Mahomes está de momento cerrando la puerta a los Josh Allen, Lamar Jackson, Jalen Hurts o Joe Burrow, entre otros. Si el debate sobre el mejor de la historia mezcla el talento puro con la producción y éxito deportivo, el pico máximo de juego con la longevidad a un alto nivel, Patrick Mahomes empieza a convencernos que a nivel talento no ha habido uno como él; que en cuanto a producción y éxitos deportivos aguanta, e incluso supera, el ritmo marcado por Tom Brady y en cuanto a victorias en Playoffs ya mira para abajo a prácticamente todos los demás. Un pico como el suyo es difícil de igualar y la longevidad tendrá que demostrarla, pero desde luego va por buen camino.

La ventana de oportunidad de los Chiefs estará abierta en tanto en cuanto Mahomes sea su Quarterback y este sano –e incluso lesionado ha demostrado que puede ganar– y si ya es capaz de ganar el anillo con un WR1 rookie, un RB titular de séptima ronda, un Kelce ya veterano y un grupo de receptores que han acumulado el mayor número de drops de la temporada en la NFL… yo no sé cuál va a ser la manera de destronarlo. Mahomes ha jugado 114 partidos en su carrera, contando temporada regular y Playoffs, y solo ha perdido cuatro por más de una anotación. Ha jugado seis temporadas como titular, ha jugado seis finales de conferencia y ha ganado el título en tres de esos seis años, la mitad de sus años como profesional. Tenemos la sensación de estar viviendo historia del deporte y no es para menos: los Chiefs se han convertido en los dueños de la NFL en los últimos años y nada hace indicar que no vayan a seguir acumulando anillos. Ésta es la era de Patrick Mahomes y la estamos disfrutando al máximo. 

Larga vida al rey.