La lesión del quarterback Jimmy Garoppolo, que se produjo hace una semana, apenas unos días después de jugar en nuestro país, supuso un duro golpe para las aspiraciones de campeonato de los 49ers de San Francisco. También hizo recordar el expediente de lesiones de QB que la franquicia ha sufrido en el pasado, y que han tenido un alto precio para el equipo, aunque a la vez abrieron la puerta a suplentes que llegaron a ser estelares.
La primera que viene a la mente es la que privó al gran Joe Montana de jugar durante la temporada de 1991 y solo le permitió volver a un último juego en la de 1992. Un problema en el codo que se complicó y dejó meses y meses en rehabilitación al que muchos consideran no solo el mejor QB en la historia de los californianos sino (con permiso de Tom Brady) el mejor de todos los tiempos. La salida de Montana permitió el ascenso de su suplente, Steve Young, quien llegaría a ser dos veces MVP de la liga y ganar un Super Bowl . Y Joe, a pesar de todo su abolengo (nadie lo olvide: ganó cuatro anillos para la franquicia)o, tuvo que hacer la maleta. Terminó su carrera en los Chiefs de Kansas City, con buenos números pero sin alcanzar la gloria que tantas veces logró con los 49ers.
El propio Steve Young sufrió algunas lesiones que lo alejaron de muchos partidos entre 1995 y 1997. Y en la temporada de 1999, una serie de conmociones (hablamos de los años previos a que se desarrollaran los protocolos de la liga, que actualmente se han vuelto más rígidos, tratando de proteger a los jugadores de problemas mayores) orillaron a Young, ya de 37 años, a retirarse. El golpe final lo recibió del cornerback Aeneas Williams, de Arizona, apenas en la semana 3: una durísima captura, que dejó al QB inconsciente en el suelo. Su sucesor sería Jeff García, quien en 2003 acabaría también lesionado y con récord perdedor, en su último año con el equipo.
Otro lesionado famoso en la posición es Álex Smith, quien se perdió el final de la temporada 2007 y toda la 2008 por graves lesiones en el hombro y la espalda. Por si esto fuera poco, una conmoción, en 2012, lo apartaría de la titularidad definitivamente y le abriría la puerta estelar a Colin Kaepernick, entonces un novato de segundo año. Kaepernick brilló en los terrenos y llevó al equipo a su primer SB en años, aunque cayeron 34-31 en un duelazo ante los Ravens de Baltimore. Pero otra vez sobrevino la tragedia; Kaepernick se lesionó el hombro en 2015, justo a mitad de temporada. Una serie de cirugías lo alejaron de la titularidad y aunque volvió en 2016, ese año sería el último de su polémico paso por los 49ers.
Y qué más decir de este duro fenómeno de lesiones en los controles de los de San Francisco: el buen Jimmy Garopolo ya se había perdido buena parte de la temporada 2018 por una seria lastimadura en la rodilla, que se produjo en un juego de la semana 3 ante los Chiefs de Kansas City. Y la cosa no paró allí. Trey Lance fue elegido como titular este 2022, dejando en la suplencia a Jimmy. Y Trey mostró algunos buenos detalles antes de que su rodilla lo hiciera perderse el resto del año apenas en la semana 2. Jimmy salió de la banca y mostró buen nivel hasta que, a su vez, se rompió el pie.
De no creerse. Vaya mala suerte, la que parece perseguir a los inicialistas de los 49ers. Llegó ahora el turno del tercer QB, Brock Purdy, última selección global del pasado draft. ¿Podrá aprovechar la oportunidad, como tantos antes que él?
