Mapa de Playoffs Semana 14
Como cada semana de estas últimas, el mapa de playoffs varía y mucho.
AFC
- Broncos (11-2)
- Patriots (11-2)
- Jaguars (9-4)
- Steelers (7-6)
- Chargers (9-4)
- Bills (9-4)
- Texans (8-5)
Con opciones (AFC): Colts (8-5), Ravens (6-7), Chiefs (6-7), Dolphins (6-7).
NFC
- Rams (10-3)
- Packers (9-3-1)
- Eagles (8-5)
- Buccaneers (7-6)
- Seahawks (10-3)
- 49ers (9-4)
- Bears (9-4)
Con opciones (NFC): Lions (8-5), Panthers (7-6), Cowboys (6-6-1), Vikings (5-8).
Como vemos respecto a la semana anterior en la AFC, los Colts desaparecen del cuadro de Playoffs y suben los Texans; los Broncos se sitúan delante de los Patriots en el orden del seed 1. En la NFC no hay cambios de equipos pues siguen los mismos, aunque Bears ha pasado del Seed 1 de la conferencia a ser el 7º; Panthers cuenta con el mismo récord que Bucs para ganar la división; a una victoria se sitúa Lions para wildcard y a dos para su división está Cowboys. Quedan 4 semanas, todo se aprieta más y seguramente veamos algún cambio más en estas.

De Super Bowl al borde del precipicio
Tanto Jalen Hurts como Patrick Mahomes se enfrentaban en el Super Bowl LIX el domingo 9 de febrero de 2025, hace apenas 9 meses. En esta semana 14 sus números han sido muy malos, los peores, probablemente, de esta temporada y de los peores en su carrera. Resulta curioso que tras un año de Super Bowl, no hayan encontrado su juego.
Patrick Mahomes vs Texans (domingo, HOU 20–10 KC)
- Pase: 14/33, 160 yds, 0 TD, 3 INT (AVG 4.8)
- Sacks: 2 para -12 yds
- Carrera: 7 acarreos, 59 yds
- Rating / QBR: 19.8 / 19.6
Jalen Hurts vs Chargers (MNF, LAC 22–19 PHI OT)
- Pase: 21/40, 240 yds, 0 TD, 4 INT (AVG 6.0)
- Sacks: 1 para -9 yds
- Carrera: 4 acarreos, 8 yds
- Fumbles: 1 fumble, 1 perdido (total 5 turnovers)
- Rating / QBR: 31.2 / 27.3
Mahomes ha forzado pases en ventanas que no estaban muy limpias aunque confiara en lo que en otras ocasiones salió cara. Su pocket se estrecha con las lesiones en la OL y él llega tarde a progresiones que posteriormente le obligan a arriesgar. Su media de 4.8 yardas por lanzamiento refleja un ataque sin ritmo vertical y con poco YAC. Sus scrambles forzados para ganar downs reflejó un tono de supervivencia forzada. Con el partido 10-10, todo esto no llegaba frente a una defensa que olía la sangre en una OL muy tocada. Patrick puede obrar milagros y nadie lo quiere enfrentar en unos hipotéticos Playoffs, pero los milagros se acaban donde empieza una mala protección.

Hurts colapsó, y en este partido contra Chargers, demostró todo lo que no es él, capaz de perder balones como no se recuerda. Se vio su preparación para jugada de pase predeterminado sin confirmar el post-snap, porque si ves un desorden en la jugada, o buena cobertura, y aún así lanzas, hay una falta de análisis crítico del momento. Además, cuando el partido pedía calma, insistió en pases de alto riesgo en lugar de resetear el drive con decisiones conservadoras. No supo bajar el nivel de agresividad según el contexto. Y es raro ver esto en un QB tan conservador como siempre fue Jalen, con un partido cerrado y un equipo que podía competir sin heroicidades, necesitaba priorizar "no perderlo" antes que "ganarlo yo". Y a nivel de perfil, también llama la atención su impacto por tierra (muy bajo): cuando no estás castigando con las piernas ni forzando a la defensa a vigilar las piernas del QB, el margen de error como pasador se vuelve mínimo.
Ambos quarterbacks son de lo mejor en el gobierno de los partidos, pero por unas razones y por otras ya mencionadas, no tienen el dominio del ataque, éste ha pasado al rival y es lo que define su estado actual, en ambos casos. Necesitan dominar los partidos, el tempo del ataque y la falta de pérdidas.

La lucha por Wild Card: George Pickens
El partido del TNF entre Lions y Cowboys, dejaba entrever que el que perdiera quedaría fuera de la lucha por entrar en playoffs. Sin embargo Philadelphia y su estado actual, permite a Cowboys seguir soñando por ganar la división porque el umbral de wildcard para quedar 7º se ha puesto muy caro en la NFC.
Dan Campbell cambió su actitud y aprovechó todo aquello que le dejó el rival sin arriesgar ni un solo 4º down como marca de la casa, 0/0 en ese apartado. Pero quería hablar de uno de los jugadores más en forma y con mayor talento: George Pickens. Aunque con mayores incógnitas. El receptor se está jugando un contrato y las dudas sobre su estabilidad mental y emocional están ahí. Un talento descomunal, pero con la incertidumbre de ser una versión más de Antonio Brown. Cuando salió Cee Dee Lamb del partido por una conmoción, aunque el resultado reflejaba 27-9 para los del Ford Field, sí se esperaba un paso adelante por parte de Pickens. Tuvo poca producción por target, poco daño después de la recepción y casi nada de explosividad con 5 recepciones en 9 targets para 37 yardas sin ninguna ganancia de más de 10 yardas, justo lo que Dallas necesitaba para convertir sus drives en TD (demasiado por FG).
Además, más allá del esquema, el ruido entorno a él fue la sensación de desconexión sobre lo que Richard Sherman señaló como "uninterested/disengaged". Sobre todo esto último se pudo ver en sus rutas señuelo para que otros receptores quedaran libres (clear outs), pelear el release, bloqueos y competir en cada rep, ahí se vio esa desaparición. La cobertura de Detroit lo dobló en muchas ocasiones y no pareció sentarle bien. El talento debe asumir esa mayor preocupación del rival y a él le cuesta. Schottenheimer quiso quitar hierro a su bajo rendimiento en este partido y todo comienza de nuevo en la semana 15. La decisión de apostar por él pasa por asumir cierto componente de riesgo, y el entrenador será el primero en conocer más qué es lo que pasa por su cabeza. Las apuestas para jugar playoffs este año pasan porque Pickens esté a su máximo nivel e implicado en el equipo, con Cee Dee Lamb no basta.

Joe Burrow vs. Josh Allen
Este domingo se enfrentaban 2 de los mejores Quarterbacks de la competición. Joe Burrow contra Bills comenzó un partido muy bueno durante 3 cuartos largos: movió cadenas con gran eficiencia (Cincinnati convirtió 10 de 12 terceros downs) y puso a los Bengals por delante 28–18, con 4 TD en plena nieve y sosteniendo drives largos a base de timing y precisión. El problema es que, contra un rival como Buffalo, ese dominio "de volumen" no te blinda si en el tramo decisivo regalas posesiones. Nadie se blinda moviendo cadenas contra Josh Allen si hay regalos.
Los dos errores que lo matan llegan en el 4Q y son literalmente un cambio de partido en dos snaps: primero, el intento de "lob" que Benford lee, intercepta y devuelve 63 yardas para TD (el primer liderato de Buffalo); Burrow incluso admite que "podría haberlo lanzado más alto", o sea, que el fallo es de ejecución/decisión en un pase que no permitía margen. Y en la jugada siguiente, vuelve a lanzar y el balón sale tocado por Jordan Phillips, lo que facilita la INT de A.J. Epenesa (dos intercepciones en pases consecutivos) que deja a Allen en campo para otro TD. Y este es el contexto clave: puedes estar impecable "moviendo cadenas", pero si tus dos decisiones de mayor impacto son negativos y directos al marcador, tu partido queda definido por eso.
Josh Allen ganó ese partido sin necesidad de "jugar perfecto" moviendo cadenas, al contrario de como empezó Joe B., pero sí haciendo lo más importante cuando el guion se volvió caótico: no regalar la pelota y castigar inmediatamente cada error de Burrow. En nieve y a contrarreloj Allen puso el partido "a tiro" con el TD de carrera de 40 yardas para el 28–25, y ahí es donde su impacto va más allá del highlight: ese golpe rápido cambia el riesgo/beneficio para Cincinnati y les obliga a seguir siendo agresivos. Además, su plan de ataque fue inteligente: vivió mucho de TE's (Cincinnati sufrió ahí) y combinó pases rápidos con su amenaza como corredor para sostener drives y mantener la presión constante.
El error de Burrow en un pase tocado por Phillips e interceptado por Epenesa que deja a Buffalo en campo corto de Bengals, Allen, en su versión más caníbal, no lo perdonó: convierte ese drive en TD con el pase a Jackson Hawes en 4th-and-goal desde la 3 para abrir margen. Incluso en el cierre, cuando lo normal es "conservar", Allen remata con la jugada de QB que separa su figura del resto: el scramble en 3rd-and-15 para matar el reloj/posesión.
Ben Johnson y Bears
Los partidos de Chicago parecen tener un guion predefinido; comienzan flojos, ajustan en el descanso y acaban ganando el partido o al menos luchando por él, al final del mismo. Es difícil no verlos competir en cada encuentro. El mayor cambio de estos Bears con respecto a los del año pasado es la fluidez de juego, el ritmo que da Ben Johnson para que, cuando Caleb quiera, pueda encontrar receptores en downs poco heroicos, hasta aburridos pero consiguiendo la separación de los receptores en ruta, no dependiendo de pases en ventanas ajustadas o de una extraordinaria habilidad de aquellos. La historia del partido contra Packers ha seguido este guion. Al descanso con 14–3 el ataque había sido muy pobre en eficiencia situacional (1/7 en 3º down) y producción; en cambio, tras el descanso la ofensiva explotó: 244 yardas en la 2ª mitad, 7/9 en 3º down y anotando en sus tres primeras posesiones (TD, TD, FG) hasta empatar el partido 21–21. El cómo de esa remontada fue Ben Johnson: más ritmo y, sobre todo, ganar el down temprano para no vivir en 3º y largo. En la 2ª parte encontraron "ritmo" en carrera y pase, con 90 de sus 138 yardas de carrera llegando tras el descanso, y drives sostenidos (el mejor ejemplo: 17-jugadas, 83 yardas para empatar a falta de 8:00). En prensa, Johnson incluso fue contracorriente con la narrativa: cuando le preguntaron por "ajustes", dijo literalmente que no hizo ninguno y que simplemente ejecutaron mejor el plan. Había un plan y no se ganó por poco. En partidos que se deciden por menos de 1 TD, el récord de Chicago es 6-2. Sabe vivir en finales cerrados y competidos. Eso ya es mucho y ahora queda lo más difícil. Veremos.





