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My call: Jerry Rice, Dios juega de receptor

No está a discusión quién es el mejor receptor abierto de todos los tiempos. Lo sabemos de sobra. Para los Baby Boomers, Generación X y Millennials la explicación resultará una obviedad. Centennials y los que vienen detrás pongan atención porque sus ojos no tuvieron el privilegio de ver las manos más finas de la NFL ni los vuelos más espectaculares. Número 80 en la espalda, uniforme escarlata y oro de los San Francisco 49ers durante 16 de sus 20 temporadas: con ustedes su majestad, Jerry Rice.

No es cuestión de gustos ni de opinión. Los números alucinantes no se discuten. Jerry Rice es el líder de las estadísticas importantes de todos los tiempos de los receptores de la NFL: 1,549 recepciones, 22,895 yardas y 197 touchdowns. Números de los que otros receptores están lejos. Desmenucemos: Rice está más de 5,000 yardas arriba del receptor abierto que más se le acerca, Larry Fitzgerald (17,492). Terrell Owens (15,934), Randy Moss (15,292) y Isaac Bruce (15,208) vienen detrás de él.

San Francisco Jerry Rice 49ers smiles during first half play against the Philadelphia Eagles on Dec. 3, 1994 at Candlestick Park in San Francisco. (AP Photo/Joe Pugli)

Jerry Rice está 41 touchdowns por delante del receptor que más se le acerca, Randy Moss, en 15 temporadas, sumó 156. El siguiente en la lista es Larry Fitzgerald con 121 touchdowns en 17 años con los Arizona Cardinals. Su última temporada en la NFL fue en 2020. 76 touchdowns detrás de Rice es una brecha imposible de cerrar para "Larry Legend". Un dato monumental por si algún incrédulo anda cerca: durante 11 temporadas consecutivas, de 1986 a 1996, Jerry Rice atrapó pases para más de 1,000 yardas. Una racha excepcional que sólo fue interrumpida por una lesión.

A los 40 años, cuando Rice ya no cupo en los 49ers, jugó su segunda campaña con los Oakland Raiders quienes le abrieron, gozosos, las puertas de su equipo. Leyeron bien: a los 40 años atrapó 92 pases para 1,211 yardas y 7 touchdowns. Es decir, cuando para San Francisco su otrora jugador era una estrella supuestamente ya apagada, entre los 39 y los 42 años, Jerry Rice acumuló 3,848 yardas. No parece que haya nacido el receptor abierto que sea capaz de jugar a este nivel en el esplendor de su carrera, mucho menos en el ocaso.

Si de la postemporada se trata, Jerry Rice conserva la marca de 2,245 yardas. Está a más de 800 yardas de distancia de Julian Edelman, quien terminó su carrera con 1,442. El más cercano perseguidor de Rice es Travis Kelce de los Kansas City Chiefs quien posee la mayor cantidad de yardas como jugador activo con 1,291 en siete viajes a juegos de playoff, entre 2016 y 2022. Kelce tiene mucho trabajo por hacer si pretende arrancarle ese récord a Rice. Luce imposible.

New England Patriots wide receiver Julian Edelman (11) can't catch a pass in the end zone as Pittsburgh Steelers cornerback Cortez Allen (28) defends in the second half of an NFL football game, Thursday, Sept. 10, 2015, in Foxborough, Mass. A pass interference penalty was called against Allen on the play. (AP Photo/Charles Krupa)

Jerry Rice, nacido en 1962 en Crawford, un pequeño poblado al este de Mississippi, en el sur de Estados Unidos, donde el racismo recalcitrante laceró a tantas personas de color, es en la NFL un Dios de ébano ante quienes todos se prosternan. Fue 13 veces jugador en el Pro Bowl, 11 veces primer equipo All-Pro y miembro del equipo All-Decade de los años 80 y 90.

Fue la mancuerna perfecta con la que Joe Montana también escaló como el quarterback más granado hasta que Tom Brady apareció en la escena. Jerry Rice se exprimió hasta la última gota de sudor para que los 49ers alzaran el Trofeo Vince Lombardi en los Super Bowl XXIII, XXIV y XXIX. En esos tres juegos registró 28 recepciones para 512 yardas y 7 touchdowns.

San Francisco 49ers wide receiver Jerry Rice makes a fingertip catch during  Super Bowl XXIII action against the Cincinnati Bengals in Miami, Fla., Jan. 22, 1989.  The 49ers won 20-16.  Rice was named most valuable player after catching 11 passes for a record 215 yards.  (AP Photo/Lennox McLendon)

Hagamos un viaje al pasado, vamos hacia ese Super Bowl XXIII que los 49ers perdían 16-13 ante los Cincinnati Bengals y, comandados por Montana, armaron una serie ofensiva para recorrer 92 yardas en 11 jugadas que culminaron en un touchdown con John Taylor cuando todo mundo esperaba un pase de Joe Montana hacia el número 80. Jerry Rice contó en 2021, en una entrevista con ESPN, que aquel regreso con 3 minutos y 10 segundos en el reloj es uno de los episodios favoritos de su carrera.

Estaba tan enfocado en hacer lo que tenía que hacer para atrapar el balón, mover las cadenas y mantener el impulso, porque si cometes un error, el juego se termina y pierdes el Super Bowl. El Super Bowl XXIII fue muy especial para mí porque fui capaz de ganar el MVP, pero mover el balón por todo el campo bajo esa presión, donde tienes 11 tipos trabajando juntos y fuimos capaces de llegar hasta las diagonales para ganar. Conforme nos acercamos a la zona de anotación todos pensaron que el balón sería para mí, todo lo que tenía que hacer era actuar, sabía que cuando me moviera la defensiva iba a cambiar hacia mí; estoy leyendo a la defensiva: John Taylor tiene cobertura hombre uno a uno, después escuché a la afición festejar y sabía que había atrapado el balón. Jerry Rice

Manos confiables, rutas precisas y una comprensión inmensa del futbol americano. Un acróbata del emparrillado. Sólo las lesiones y ese tirano llamado tiempo pudieron frenarlo. Un portento de jugador dentro y fuera del campo. Uno de los atletas más dedicados y trabajadores que el mundo ha visto. Se llama Jerry y se apellida Rice. Es el mejor receptor abierto en la historia de la NFL. Se cuenta entre los mejores jugadores de todos los tiempos.