Desde que unieran sus fuerzas hace cuatro años, el head coach de Miami Dolphins, Mike McDaniel, y el quarterback del equipo, Tua Tagovailoa, han vivido una auténtica montaña rusa de emociones. Han compartido momentos muy buenos con otros más bien oscuros. Podrían ser considerados como uno de los grandes tándems de la NFL en cuanto a entrenador jefe y quarterback de haber tenido quizá un poco más de suerte, pero en cambio para muchos han resultado ser una combinación fallida. No sabemos si su enlace profesional se extenderá más allá de esta campaña, pero hoy quería aprovechar el partido de Madrid para hablar de ellos antes de que puedan separarse sus caminos.
Como seguidor de la NFL desde España durante treinta años ya, es evidente que el encuentro del domingo en Madrid va a ser muy especial para mí, al igual que para el resto de mis compatriotas. Algo que parecía un sueño hace tiempo ahora es una realidad, la mejor liga de football americano del mundo llega a nuestro país, y si bien por diferentes circunstancias no va a ser el choque que esperábamos, lo cierto es que la emoción y la ilusión por ver un gran espectáculo crece por aquí cada hora que se acerca el duelo.
La historia de McDaniel es realmente interesante, desde su larga relación con Kyle Shanahan pasando por sus bajones personales hasta llegar a convertirse años más tarde en el head coach de la franquicia de Miami. Si le escuchas en una sola rueda de prensa ya te das cuenta que se trata de alguien especial, diferente. Aquí estamos en una columna táctica, y esa virtud de distinguirse del resto también se observa cuando tomas la cinta de video de los Dolphins. McDaniel lleva cuatro años proponiendo cosas que no ves en otros entrenadores. Hace un par de temporadas hablamos por aquí de su speed-motion, que pronto fue copiado a lo largo de la liga. Fijaros por ejemplo esta formación del pasado domingo, personalmente nunca la había visto en ningún equipo y me llamó mucho la atención.

Vemos a Tua Tagovailoa, en rojo, en la posición de shotgun, a cinco yardas del center. Lo curioso de la acción es que hay otros tres compañeros a su misma altura, dos a la derecha y uno a la izquierda. Aparte de esto tenemos dos wide receivers en la línea de scrimmage. El head coach está vendiendo a la defensa una alerta de jugada hacia el lado derecho, que es el fuerte de la formación ofensiva con esos dos hombres en azul a la derecha de Tua. Sin embargo, la jugada irá hacia el lado contrario, con un pase rápido del quarterback hacia Devon Achane (en amarillo) que generará una ganancia de nueve yardas. Es una jugada aparentemente rutinaria, fácil de ejecutar, pero que seguramente no hubiese funcionado si McDaniel hubiese colocado a sus piezas en una disposición más habitual, más común.
La historia de Tua Tagovailoa también es realmente fascinante, desde que saliera del banquillo para ganarle un campeonato nacional a Alabama, pasando por sus picos y valles como profesional en los Dolphins, incluidas varias conmociones cerebrales que han puesto en juego su salud a largo plazo. El quarterback no deja indiferente a nadie, todo lo contrario, quizás siempre se ha hablado de él más de lo necesario. Una de las críticas que siempre me ha parecido más desmedida es la de su potencia de brazo. No estamos hablando de un Josh Allen o un Aaron Rodgers en ese aspecto, pero está suficientemente preparado como para completar la gran mayoría de lanzamientos que vemos en un campo de NFL.
El problema de Tua viene cuando es presionado. Necesita espacio para trabajar en el pocket, con esto quiero decir que no es un quarterback capaz de conectar un pase sin realizar la mecánica completa de caderas o bien tener los pies bien establecidos en el terreno de juego. Cuando tiene que crear juego porque la llamada original no ha funcionado, su efectividad cae drásticamente. Esta temporada le hemos visto lanzar más de una intercepción por no localizar defensores en el segundo nivel, generalmente en situaciones en las que el oponente dio el paso inicial de anular la jugada llamada en el huddle.
Tomemos el ejemplo de una de sus intercepciones en el partido de Cleveland. Su receptor primario es Jaylen Waddle, que va a correr una ruta dig que os señalo en rojo. En el otro lado, Miami tiene una ruta a la seam por parte del tight end (en verde) y una ruta quick-out en amarillo ejecutada por el receptor abierto.

Cleveland defiende de una forma relativamente básica, con una Cover-3 en la que tenemos cuatro defensores cayendo al segundo nivel (en azul) y tres a la parte más profunda del campo (en verde). Contra esta defensa la opción de conectar con Waddle es muy pequeña, sobre todo por la veloz cobertura de uno de ellos que está cortando la línea de pase del quarterback.

Rápidamente Tua va a pasar a su segunda lectura, la seam del tight end. Sin embargo, contra una defensa Cover-3 con el centro del campo cerrado (MOFC en el argot) es una mala decisión, porque el único safety profundo tiene todas las de quedarse con la pelota, como sucedió en este caso. Lo que debería haber hecho el quarterback es tomar el checkdown con una de sus dos opciones saliendo del backfield, puesto que la zona media corta es el punto débil de esta cobertura una vez que han transcurrido más de dos segundos y medio tras el snap.

Los equipos han ido siendo con el paso de las campañas más conscientes de este defecto en el juego del quarterback, limitando al máximo posible las opciones de pase rápido en las que más brilla Tagovailoa. Es por esto que hasta ahora sea el pasador que ha encarado menos cobertura al hombre de toda la liga. Los rivales lo que buscan es poblar la zona media con el mayor número de hombres y evitar emparejamientos individuales que pudieran ser costosos, ya fuera contra Tyreek Hill hasta su lesión o contra Jaylen Waddle. El wide receiver va a ser uno de los grandes alicientes del partido de Madrid. Su velocidad y agilidad pueden romper a cualquier defensor y encarrilar el partido a favor de los Dolphins a la mínima oportunidad.
Un buen entrenador es el que pone a sus jugadores en la mejor posición para brillar, y eso es lo que hace McDaniel en la mayoría de ocasiones con Tua Tagovailoa y el resto de miembros de la ofensiva. El ataque está plagado de movimientos pre-snap que dificultan la labor de la defensa a la hora de reconocer patrones. Casi todas las jugadas plantean rutas hacia el centro del campo que aprovechan una de las grandes virtudes del quarterback, lo bien que lanza dentro de ventanas y el timing con el que lo hace. Fijaros este touchdown el día de la victoria en Atlanta. No es casualidad que esa fecha Tua lanzara cuatro touchdowns, los Falcons defienden mucho al hombre, precisamente lo que hemos hablado que los rivales de Miami intentan evitar cuando se miden a ellos. Tenemos mucho que comentar en esta jugada: hay movimiento pre-snap (en azul) del tight end del lado izquierdo, colocado también con una orientación nada habitual. Este motion le va a facilitar el bloqueo de carrera que van a vender quarterback y runningback en el backfield. Hay dos rutas en esta jugada, de nuevo la dig que correrá Waddle (en rojo) desde el lado izquierdo, y una deep-cross (en amarillo) protagonizada por el receptor del lado derecho.

El amago de carrera no sirve solo para crear un espacio por detrás de los linebackers. En el caso de Miami, McDaniel va a un paso más allá porque busca moverlos de manera lateral. Aquí necesita que se muevan hacia su izquierda para que aparezca la ventana que necesita su quarterback para realizar el envío. Efectivamente, los dos linebackers (en azul) avanzan hacia la línea de scrimmage, pero también, influenciados por el play-action, lo hacen hacia el lado que quiere el head coach.

El resultado es el esperado. La ruta más profunda (en amarillo) va a congelar al único safety profundo en la acción (señalado en azul). Por otro lado, los linebackers han dejado un hueco a su espalda que será aprovechado por Waddle. La guinda del pastel es que la defensa individual va a dificultar más si cabe a Atlanta a la hora de impedir las yardas tras la recepción.

A un equipo con tanta velocidad en el campo quieres defenderle con tus ojos constantemente mirando hacia delante, de ahí el exceso de defensas zonales que os comentaba. Aquí los Falcons no lo hacen y lo acaban pagando muy caro.
Mike McDaniel y Tua Tagovailoa son una extraña pareja. Ninguno es el arquetipo presupuesto en su cargo y posición, pero lo cierto es que juntos han tenido muchos momentos brillantes. La mala suerte, en forma de lesiones, arruinó lo que parecían temporadas muy prometedoras de los Dolphins en 2022 y 2023. Esto provocó un desgaste que paulatinamente ha hecho mella en ambos y por consecuencia, en el resto del vestuario. No sé si ya será tarde para reconducir la situación, pero sí espero que el domingo en Madrid ambos ofrezcan su mejor cara en lo que sea un encuentro que pueda recordar con orgullo todo el país.





