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Los Rams toman el mando, los Chiefs salvan la vida y otras conclusiones de la Semana 12

Esto se pone serio. Llegamos a Acción de Gracias y todo el mundo está alineado para la lucha por los Playoffs; unos dominando, como sucede con los Rams; otros sorprendiendo, como pasa con los Patriots y otros sufriendo para alcanzar un objetivo que absolutamente todo el mundo daba por hecho que alcanzarían, pero que ahora mismo va a suponer un pelea muy importante para poder lograrlo, como les sucede a los Chiefs y a los Ravens. Kansas City incluso ha salvado un importante match ball gracias a su victoria in extremis frente a los Colts. Y luego están aquellos con los que ya nadie contaba y, de repente, se han ganado un disparo para poder meterse en la pelea por una de las últimas plazas que den derecho a luchar por el anillo en enero; es el caso de los Dallas Cowboys, que parecían completamente desahuciados pero se han convertido en el mejor ataque de la NFL y, con las incorporaciones y recuperación de lesionados, su defensa ha mejorado lo suficiente como para ser mínimamente viable y darles una oportunidad.

Todos los equipos con opciones reales de conseguir esa plaza para los Playoffs se encaminan a un último mes y medio de temporada regular en el que nos espera una batalla sin cuartel en la que nada está asegurado para nadie y todos tendrán que ganarse su billete y su posición en el baile.

Los Angeles Rams quarterback Matthew Stafford (9) runs the ball during the first half of an NFL football game against the Tampa Bay Buccaneers, Thursday, Nov. 23, 2025, in Inglewood, Calif. (AP Photo/Jessie Alcheh)

Los Rams se presentan como el rival a batir

Hace semanas que venimos diciendo que la NFL no tiene dueño, que ningún equipo 'enseña la patita' para presentarse como candidato sólido o favorito indiscutible al Super Bow, pues bien, Los Angeles Rams cursan su candidatura a rival a batir este año. Los de Sean McVay han encontrado un punto de forma y de equilibrio que verdaderamente asusta. Su ataque está despuntando y lo hace por varios motivos: El puramente individual, el talento de Matt Stafford parece no agotarse nunca, pasan los años y sigue rindiendo a un nivel élite, probablemente como para ganar el MVP de esta temporada. Sus últimos ocho partidos se han traducido en 25 touchdowns y 0 intercepciones y a su química, más que contrastada, con Puka Nacua, ha sumado un entendimiento, casi con los ojos cerrados, con Davante Adams. El veterano WR llegado este año a Los Ángeles acumula 12 touchdowns en 11 partidos, lo que le convierte en líder de TDs de recepción de toda la NFL. Puka es un arma en campo abierto y Davante lo es en la End Zone y entre los dos forman una pareja letal para las defensas rivales, sobre todo cuando es Stafford el que lanza los pases. Ha llegado el punto en el que el QB de los Rams suelta el balón a la zona de anotación antes de que Davante Adams haya generado la separación o se haya girado para localizar el ovoide y cuando lo hace, lo tiene disponible con solo estirar las manos. Da miedo asistir a ese nivel de confianza y entendimiento.

Pero es que hay un segundo punto de excelencia en este ataque. Sean McVay, que llevaba años viviendo en formaciones 11 en su ataque (es decir, un RB y un TE), ha pasado ahora a sustentar su ofensiva sobre formaciones pesadas de hasta tres TE. Y su propuesta desde ahí es diabólica, porque pasan el balón mejor que nadie con esos sistemas en los que apenas hay receptores y, al mismo tiempo, han ganado una riqueza en el juego terrestre difícil de descifrar para la unidades defensivas. Cuando están en formación 13, la sobrecarga de un lado mediante el concepto 'Flood' se ha convertido en un recurso casi imposible de parar. 'Flood' es cuando una ofensiva ataca un lado del campo sobrecargándolo en tres niveles. Los Rams suelen utilizar el receptor de ese lado para estirar el campo en profundo y dos TEs para atacar por fuera de los números con una ruta corta y otra intermedia. ¿Qué significa eso? Que cuando se encuentran conceptos defensivos zonales donde solo dos jugadores se encargan de un lado del campo, al sobrecargar con tres receptores en tres alturas distintas, acaban poniendo en conflicto esos defensores, que tomen la decisión que tomen, acaban dejando solo a uno de los atacantes.

Pero desde esa formación 13 también han ganado en riqueza terrestre. Los Rams habían construido su juego de carrera en los últimos años apoyándose principalmente en el concepto 'Dúo' en el que sumando un jugador extra (normalmente un TE, aunque a veces también un WR), el sistema de bloqueos gana numéricamente a los defensores y permite 'dos contra uno' contra los principales defensores contra la carrera y abre espacios entre Tackles para que el RB lea dónde están los espacios para atacar. A esto, que sigue siendo usado y sigue funcionando para los Rams, McVay ha añadido conceptos de 'Outside Zone' –es decir esquemas de bloqueos zonales por el exterior– que se refuerzan mucho cuando alinea a tres TEs y de nuevo genera superioridades numéricas para el ataque. Es realmente destacable cómo McVay ha sabido pivotar sobre los fundamentos de su ataque, porque los Rams vivían en formaciones 11 con carrera de 'Inside Zone', mutaron a 'Dúo' y ahora han añadido esas formaciones pesadas y las carreras perimetrales. Es un clínic de cómo atacar lo que está haciendo el equipo angelino.

Pero la ventaja no sólo llega en ataque, la defensa de Chris Shula está marcando tendencia en toda la NFL. Los Rams te retan a batirles en el primer down y como no consigas una ganancia importante, en segundos y largo o terceros down obvios de pase, presentan una propuesta extrema donde saben que con cuatro pass rushers pueden ganar y plagan el segundo y tercer nivel del campo de defensive backs dispuestos a arruinarte cualquier intento de pase. Es una fórmula que les está permitiendo determinar partidos desde la defensa.

En definitiva, tienen talento, una idea de juego que funciona y la están ejecutando como maestría. Ahora mismo son el Seed 1 de la Nacional en solitario y no parece fácil que el resto de aspirantes vayan a sacarles de ahí. Mucho cuidado con los Rams, que se han presentado como el primer rival realmente a batir de la NFL esta temporada.

Kansas City Chiefs wide receiver Rashee Rice (4) runs up field after catching a pass during an NFL football game against the Indianapolis Colts Sunday, Nov. 23, 2025, in Kansas City, Mo. (AP Photo/Peter Aiken)

Los Chiefs se ganan una vida extra en la batalla por los Playoffs

No es la temporada que los Chiefs habían soñado, eso seguro. De hecho, bien entrados en el último cuarto de su partido ante los Colts del pasado domingo, el año entero estaba en riesgo mientras perdían por un 20-10 que anunciaba una derrota que virtualmente les dejaba prácticamente fuera de los Playoffs. Pero como pasa siempre, como ya hemos visto decenas de veces, cuando Patrick Mahomes tiene la espalda contra la pared y no queda más remedio que obrar un milagro, ese milagro sucede. No estaban jugando bien los Chiefs, el juego de carrera había dado un paso al frente pero los problemas en la Red Zone impedían que Kansas City hubiera puesto puntos en el marcador. Y entonces Mahomes se soltó la melena y se puso a disparar y a correr, como tantas otras veces, se encargó de hacerlo él mismo. Puso a Rashee Rice a funcionar y en un par de drives dio la vuelta al partido por completo.

Victoria ante los Colts, aire para respirar y posibilidades reales de Playoffs multiplicadas en un momento. Eso no significa que el trabajo esté hecho. Incluso podemos decir que casi no tienen margen de maniobra y deben ganar al menos cinco de los seis partidos que les quedan en temporada regular. Y el calendario tiene varias trampas preparadas para ellos en el camino. Pero es que por muy malas sensaciones que estén mostrando, por muy mal récord que acumulen, los Chiefs se han ganado el derecho a que tengamos que creer en ellos y tengamos que darles el beneficio de la duda.

Ahora bien, como realmente sean capaces de salir airosos de este atolladero, como ganen al menos esos cinco partidos necesarios para lograr el billete, eso va a significar que pueden llegar a enero con la inercia adecuada, con la mano caliente, con el autoestima por las nubes y estoy seguro que nadie va a querer toparse con ellos en el camino al anillo. Sí, los Chiefs están sufriendo, pero que nadie piense que son un rival vulnerable si son capaces de llegar vivos a la hora de la verdad.

FOX Sports NFL sideline reporter Tom Rinaldi (center) interviews Dallas Cowboys receiver George Pickens (3) on the field as quarterback Dak Prescott (4) waits after an NFL football game against the Philadelphia Eagles, Sunday, Nov. 23, 2025, in Arlington, Texas. The Cowboys defeated the Eagles, 24-21. (James D. Smith via AP)

Los Cowboys se presentan en la fiesta, ¿pero llegan tarde?

Nos hemos pasado toda la temporada poniendo de relieve la dicotomía de unos Dallas Cowboys que asombraban en ataque pero se diluían en defensa, un desequilibrio que explicaba por qué no tenían opciones reales de Playoffs. Y de repente, nos acercamos a la hora de la verdad y el ataque no sólo sigue siendo bueno si no que es el mejor de la NFL en la mayoría de categorías estadísticas y su defensa, con la llegada de Quinnen Williams y Logan Wilson, la vuelta de DeMarvion Overshown y Shavon Revel, ha abandonado la condición de peor unidad defensiva de la NFL y ha vuelto a la vida con la capacidad de, al menos, poder detener a los ataques rivales en varias ocasiones durante el mismo partido (que ya es mucho decir).

Así, los Cowboys fueron capaces de revertir una desventaja de 21-0 ante los vigentes campeones, unos Eagles con los que tienen una rivalidad muy enconada, y después de ese arranque de partido en el que parecía que Philadelphia se iba a pasear, lo que llegó fue un monólogo de Dallas, que sacó por completo del campo a los Eagles y les dominó por completo.

Una nueva exhibición de la pareja Prescott-Pickens fue la punta de lanza, CeeDee Lamb también sumó y Javonte Williams siguió destacando por tierra, pero esa conexión entre un Dak Prescott con números dignos de MVP y un George Pickens que esta temporada está en élite de los WRs de la liga –él solo lleva más yardas que todos los receptores del equipo que se deshizo de él, los Steelers– es la que verdaderamente está marcando las diferencias en una ofensiva que hace disfrutar mucho viéndola jugar.

El salto de calidad llegó con una defensa que, tras encajar esos tres primeros TDs, no permitió absolutamente nada más al ataque de los Eagles. Cerraron la puerta a Saquon Barkley y pusieron el partido en manos de un Jalen Hurts que sumó yardas pero no supo rematar. Cero puntos en la segunda mitad para los Eagles y varios balones perdidos para encajar una derrota que acrecienta las dudas en torno al campeón.