Se acabĂł la temporada regular. Todos tenemos ya nuestra mirada depositada en los Playoffs, pero esta Ășltima jornada, esta Semana 18, nos ha dejado algunos asuntos para el recuerdo⊠Especialmente, si hablamos de los Detroit Lions. MĂĄs de 20 jugadores en injury reserve durante la temporada, 16 de ellos de la defensa, 12 jugadores defensivos fuera para el Ășltimo partido y un par mĂĄs durante su transcurso⊠y aun asĂ, fueron capaz de demostrar por quĂ© fueron el Seed 1 de la NFL con todo el merecimiento. Muchos los habĂan descartado y daban a los Vikings como favoritos, pero la exhibiciĂłn de poderĂo y suficiencia en el que fue el partido 272 de la temporada, es decir, el Ășltimo, bien valiĂł una semana de descanso con el bye en la ronda de Wild Card y, al mismo tiempo, recuperar la vitola de favorito en la Conferencia Nacional.
En la NFC faltaba por decidir tambiĂ©n el ganador de la divisiĂłn Sur, premio que fue para los Tampa Bay Bucs, aunque no sin sufrimiento. De hecho, el premio fue doble, porque no solo se clasificaron para Playoffs, sino que con su victoria, unida a la derrota de los Rams, los Bucs subieron hasta el Seed 3, evitando a un equipo de 14 victorias como los Vikings y recibiendo a los Commanders. Washington, por cierto, tambiĂ©n tuvo recompensa: serĂĄn Seed 6 y, en lugar de viajar a Philadelphia para enfrentarse a los Eagles, volarĂĄn un poco mĂĄs al sur, para visitar Florida y a los Bucs. El duelo con los Eagles serĂĄ para unos Packers que sorprendentemente perdieron con los Bears âcortando una racha de 10 triunfos consecutivos contra el equipo de Chicagoâ y llegando a Playoffs con unas sensaciones no tan buenas como hace unas semanas.
Aunque para sensaciones horribles, las de los Bengals. Es innegable que llegaron a la recta final de la temporada regular como uno de los equipos con mayor inercia positiva de toda la NFL, pero como no habĂan hecho los deberes, hubo un punto en el que necesitaban que se dieran mĂĄs de 50 circunstancias para poder clasificarse para los Playoffs; pues bien, se dieron absolutamente todas menos una: Los Broncos ganaron (plĂĄcidamente) su partido ante los Chiefs (ante los suplentes de los Chiefs) y provocaron que los Bengals se ahogaran en la orilla cuando ya tocaban con los dedos el milagro.
Aunque no son los Ășnicos que tienen mal sabor de boca ahora mismo, para los Steelers el final de temporada se ha hecho muy largo y han acumulado cuatro derrotas consecutivas en las que no han logrado superar los 17 puntos anotados. En esa racha se les ha escapado una divisiĂłn que tuvieron controlada durante varios meses y, en esta Ășltima jornada, hasta el Seed 5 que significaba visitar a unos vulnerables Texans y caer al 6 para volver a vĂ©rselas con unos poderosos y muy en forma Ravens. Cuando parecĂa que este era el año en el que Pittsburgh por fin romperĂa la sequĂa de 8 temporadas sin ganar un partido de Playoffs, todo indica que serĂĄ muy difĂcil que puedan con los Ravens. Si acaban perdiendo, seguirĂĄn estancados en esa tierra de nadie en la que sĂ consiguen rĂ©cord positivo en la temporada regular pero no logran ser un equipo que pueda aspirar a absolutamente nada en los Playoffs. Y ahora mismo parecen el equipo que peor llega de toda la AFC.
No sucede lo mismo con los Chargers, cuyo momentum es extraordinario, acumulando 3 victorias consecutivas en las que han anotado 34 o mås puntos en cada partido. Los de Jim Harbaugh visitarån Houston sin nada que perder, pues su temporada ya es un éxito, pero con el autoestima por las nubes y, sobre todo, con un Justin Herbert colosal.

No hay adversidad que pueda detener a los Detroit Lions
El Ășltimo partido de la temporada, el Sunday Night Football de la Semana 18, que enfrentĂł a los Lions contra los Vikings, resultĂł ser uno de los mĂĄs emotivos, vibrantes y significativos de toda la regular season. Y dirĂa tambiĂ©n uno de los mĂĄs competidos, pero solo fue asĂ durante la primera mitad. Hay que reconocer que los Lions jugaron uno de los partidos mĂĄs convincentes de cualquier equipo en toda la temporada y refuerzan su condiciĂłn de favoritos, una etiqueta que habĂan perdido en las Ășltimas semanas, debido a las lesiones de su defensa, pero se encargaron de recuperar cuando mĂĄs importaba. La defensa de Detroit, que es la mĂĄs utiliza el esquema de marcajes individuales, jugĂł incluso mĂĄs en uno contra uno. Jugaron sin miedo y fueron muy agresivos, arriesgando y confiando en su propuesta. Y eso que les seguĂan faltando piezas decisivas: La LĂnea Defensiva estaba formada por todo suplentes salvo Za'Darius Smith y DJ Reader (que jugĂł lesionado). En la secundaria faltaba el CB1, Carlton Davis, por lo que lo que Amik Robertson (enseguida hablamos de Ă©l, porque fue decisivo) tuvo que jugar por fuera de los nĂșmeros cuando es un CB de slot y, eso sĂ, la vuelta de Anzalone (que hace siete semanas fue operado de una fractura en el antebrazo pero ya estĂĄ de vuelta) sĂ fue un espaldarazo y su presencia se hizo notar una barbaridad.
Lo que Aaron Glenn, coordinador defensivo de los Lions, fue capaz de sacar de esa unidad defensiva en esas circunstancias, contra el que estaba siendo uno de los mejores ataques de la NFL, que cuenta con uno de los mejores cuerpos de receptores de toda la liga, incluido el que puede perfectamente ser el mejor WR, fue simplemente épico. Estaban en clara desventaja y fueron ellos los que dictaron que pasaba en todo momento. Heróico.
Defensa individual y blitzes hasta el desaliento. Concretamente el desaliento de Sam Darnold, que jugĂł su peor partido de la temporada en el momento mĂĄs decisivo. Concretamente, los Lions jugaron en defensa individual el 67% de los snaps del partido, lo que es una autĂ©ntica barbaridad, dejando a Darnold en 10/28 pases completados contra esa defensa y 2/11 en la Red Zone. Lo borraron. Darnold volviĂł a ver fantasmas. Y fallĂł a la hora de reconocer ventajas claras en la End Zone, concretamente dos pases a Jordan Addison âuna fade y una slantâ en las que estaba absolutamente solo. Darnold dudĂł y acabĂł naufragando.
Los Lions fueron agresivos, enviando blitzes (23 blitzes y 14 cover 0) y confiando en que su secundaria cumpliera. Y vaya si lo hizo, Amik Robertson triunfĂł contra Justin Jefferson, dejĂĄndolo en 3 recepciones para 57 yardas. Pero lo increĂble es que los Lions consiguieron mĂĄs presiĂłn cuando enviaron 4 jugadores en pass rush que cuando mandaban el blitz: 10/23 para 122 yardas contra el blitz y 8/18 para 44 yardas cuando presionaron con 4 jugadores. Ese era el nivel de confusiĂłn que estaban logrando en la OL de los Vikings y en Darnold.
Conseguir eso, dejar a los Vikings sin un solo touchdown en todo el partido, es todo un Ă©xito de la defensa de los Lions. Y lo hicieron cuando mĂĄs importaba, en lo mĂĄs parecido a un partido de Playoffs que les podĂa ofrecer la temporada regular, porque ganando se garantizaron la ventaja de campo durante todos los Playoffs y el bye en la primera ronda, no es poca cosa.
Pero no fue solo la defensa, la parte ofensiva fue tambiĂ©n muy importante para entender esta victoria de Detroit. El partido de Jared Goff, a pesar de los dos errores que acabaron en intercepciones, fue verdaderamente excelente: 9/9 contra defensa individual, 9/12 cuando fue presionado, 14/18 contra el blitz y 3/3 contra Cover 0. BĂĄsicamente fue capaz de ejecutar cuando le enviaron presiĂłn, hizo pagar a los Vikings su agresividad. Amon-Ra estuvo bien, LaPorta jugĂł uno de sus mejores partidos de la temporada, Jamison Williams fue muy Ăștil... Pero, seamos honestos, el verdadero protagonista, el gran factor diferencial del ataque fue Jamhyr Gibbs: 170 yardas totales, atrapĂł los cinco pases que Goff le enviĂł, logrĂł cuatro carreras de mĂĄs de diez yardas y anotĂł un total de 4 touchdowns. Sonic fue absolutamente imparable.
Los Lions han sido el equipo mĂĄximo anotador de esta temporada y tambiĂ©n el que ha cosechado mayor diferencia de puntos, pero en la recta final de temporada se ha dudado muchĂsimo de su defensa debido a las bajas. La demostraciĂłn colectiva que el equipo de Dan Campbell fue capaz de protagonizar el pasado domingo frente a los Vikings no solo les garantiza el Seed 1 de la Nacional, sino que demuestra por quĂ© deben ser considerados como el gran favorito para llegar al Super Bowl en la NFC. Es la primera vez en la historia de la franquicia que los Lions alcanzan las 15 victorias en temporada regular y tabmiĂ©n la primera en la que acaban Seed 1. Una campaña absolutamente histĂłrica y mĂĄs, teniendo en cuenta las circunstancias que han encarado. Sin excusas, sin pretextos, sin quejas, la cultura ganadora que Dan Campbell ha establecido en Detroit, la sensaciĂłn de unidad, de autĂ©ntico equipo que desprenden es algo que convence aĂșn mĂĄs que todo el talento que los Lions atesoran. El mensaje enviado a la NFL en ese Ășltimo partido es inequĂvoco: Saben que esta es una oportunidad Ășnica en la historia de su franquicia y no estĂĄn dispuestos a desaprovecharla, los Lions van a por el anillo.

Los Bucs tienen su billete para los Playoffs⊠con mås sufrimiento del que esperaban
Otro de los puntos de interĂ©s de la Ășltima jornada fue el duelo por ganar la NFC Sur. Tampa Bay fue quien se lo acabĂł llevando pero le dio mĂĄs emociĂłn de la que se podĂa esperar. Los Falcons acabaron perdiendo en la prĂłrroga pero eso fue ya cuando sabĂan que los Bucs finalmente habĂan sido capaces de sacar su partido adelante, pero es de justicia decirlo, Atlanta no se ha merecido estar en la lucha por el anillo esta temporada. Y no serĂĄ por un Michael Penix jr. que en sus pocas titularidades ha dejado motivos para la ilusiĂłn, de hecho, este Ășltimo partido fue sin duda su mejor actuaciĂłn. Bijan Robinson cada dĂa se parece mĂĄs a un RB Ă©lite de la NFL y Drake London luciĂł como una superestrella en esta Ășltima cita (a Kyle Pitts mejor no mencionarlo porque vaya decepciĂłn la suya). Pero de Raheem Morris se esperaba mucho mĂĄs en lo colectivo, un cambio significativo que no ha terminado de llegar.
Los Bucs, por su parte, sĂ se han ganado ese billete mĂĄs allĂĄ de un Ășltimo partido en el que le quisieron dar emociĂłn. Su temporada ha estado llena de adversidades en forma de lesiones y se ha sabido sobreponer. Baker Mayfield ha jugado su mejor temporada en la NFL, Liam Coen ha sido un soplo de aire fresco para ese ataque (el mejor juego de screens de toda la NFL) y, por supuesto, Todd Bowles siempre hace funcionar a la defensa. El problema es que se complicaron la vida mĂĄs de la cuenta contra Saints en el partido en el que debĂan sellar su pase. Spencer Rattler comenzĂł inspiradĂsimo y Nueva Orleans mandĂł durante buena parte del encuentro. Mayfield empezĂł desatado⊠para mal; pero esa versiĂłn de su QB al final sirviĂł para remontar. Sus scrambles, tirando de piernas, fueron la clave para remontar.
Y una Ășltima cosa sobre Tampa Bay: Me alegro sobremanera de que Mike Evans haya conseguido certificar su undĂ©cima temporada en la NFL pasando de las mil yardas de recepciĂłn. Once temporadas en la liga, once pasando de mil yardas. Once temporadas consecutivas era algo que solo una leyenda como Jerry Rice habĂa conseguido.

MVP de la Jornada: Justin Herbert, que lleva a los Chargers al Seed 5
Justin Herbert estĂĄ en racha. Su temporada es magnĂfica pero lleva unas Ășltimas semanas a un nivel realmente extraordinario y los Chargers se han beneficiado de ello para anotar 34 o mĂĄs puntos en 3 jornadas consecutivas. En este partido, en el que los de Los Ăngeles se jugaban subir un peldaño de cara a los Playoffs de la AFC, Herbert estuvo realmente brillante ante los Raiders. Los masacrĂł en Play Action (12/12 para 173 yardas y un TD), los masacrĂł contra el blitz (8/9 para 99 yardas y un TD), los masacrĂł en pases profundos de mĂĄs de 20 yardas (3/4 para 98 yardas). Dio igual, contra zona o contra individual, con o sin presiĂłn, Herbert masacrĂł a la defensa de Las Vegas para un total de 346 yardas a las que sumĂł una carrera de mĂĄs de 40 que terminĂł de marcar la diferencia para los Chargers. Ahora mismo, el equipo de Los Ăngeles llega muy en forma a los Playoffs y lo que habĂa supuesto un problema durante buena parte del año, la falta de talento ofensivo, la estĂĄ corrigiendo Herbert con su influjo positivo en los jugadores que tiene alrededor.
Lo de Ladd McConkey era ya algo evidente, pero justo antes de Playoffs, Quentin Johnston firmó el mejor partido de su carrera con 13 recepciones para 186 yardas y ni un solo drop. Si, de repente, todo encaja para los Chargers, estos van a ser un rival muy peligroso para los Texans, que los reciben en la ronda de Wild Card. Que a nadie le extrañe si los angelinos salen victoriosos de Houston. Ahora mismo, sus sensaciones son mucho mejores que las de los tejanos y viajarån con muchas posibilidades de dar la sorpresa.





