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Los Chiefs encarrilan el Seed 1 a pesar de un Josh Allen colosal y otras conclusiones de la Semana 14

En una Conferencia Americana donde la diferencia entre los buenos y los malos equipos es muy grande y con los siete equipos de Playoffs prĂĄcticamente decididos salvo sorpresa, la batalla por el Seed 1 que estaban protagonizando Chiefs y Bills era uno de los mayores puntos de interĂ©s. Bueno, pues es otra incertidumbre que ha quedado prĂĄcticamente resuelta: Con otra victoria in extremis de Kansas City y una derrota de Buffalo a pesar de una actuaciĂłn histĂłrica de Josh Allen, ese primer puesto de la AFC queda prĂĄcticamente visto para sentencia y, salvo sorpresa, los Chiefs podrĂĄn disfrutar del recaudo de su ruidosa aficiĂłn en Arrowhead durante todos los Playoffs. Es curioso porque viendo jugar a ambos equipos, los Chiefs no dejan grandĂ­simas sensaciones, pero saben ganar, mientras los Bills asombran en ataque –no en las otras dos fases del juego– pero se dejaron una victoria en el que probablemente fue el partido mĂĄs divertido de toda la temporada. O lo que es lo mismo, los Bills pueden perder, pero dejar un buen sabor de boca y los Chiefs ganar, pero avivar ciertas preocupaciones; al final de la jornada, los Chiefs estĂĄn 12-1 y los Bills 10-3.

Por su parte, los Steelers no fallan y encaran la etapa mĂĄs complicada de su temporada con visitas a Eagles, Ravens y recibiendo a los Chiefs, con un colchĂłn por la divisiĂłn que les deja cierto margen de error frente a Baltimore (aunque tampoco se pueden despistar mucho). En la Nacional los Lions sobreviven en lo mĂĄs alto gracias a un ataque impecable y una defensa que tira de heroica y los Eagles esquivan una bala frente a unos muy mejorados Panthers, que se quedaron a una recepciĂłn de Legette que acabĂł en drop y que, de haber asegurado, habrĂ­an supuesto una de las mayores sorpresas de toda la temporada. Philadelphia ganĂł, pero debe limpiar ciertos asuntos que sobre todo tienen que ver con su juego de pase y que es lo Ășnico que no termina de convencer en un colectivo, por lo demĂĄs, preparado para volver a asaltar el Super Bowl. Eso, sin olvidarnos de unos Vikings que pasaron por una fase de ciertas dudas y esta semana las despejaron todas con una actuaciĂłn imponente de Sam Darnold y su pareja de receptores.

La Nacional estĂĄ mucho mĂĄs abierta que la Americana, tanto en la lucha por el Seed 1, como por la batalla por los Ășltimos puestos de Playoffs, sea vĂ­a Wild Card o ganando un par de divisiones que aĂșn estĂĄn muy abiertas. Nos resta un mes de temporada regular apasionante, pero antes vamos a echar un vistazo detallado a lo mĂĄs destacado de esta Semana 14:

Kansas City Chiefs safety Jaden Hicks (21) reacts after a play during an NFL football game against the Los Angeles Chargers Sunday, Dec. 8, 2024, in Kansas City, Mo. (AP Photo/Peter Aiken)

Nada nuevo bajo el sol de Kansas City

Los Chiefs ganaron su dĂ©cimo partido de la temporada por una sola anotaciĂłn y extienden su racha a quince victorias consecutivas en duelos resueltos por ocho puntos o menos, pero no nos enseñaron nada distinto a lo que ya sabĂ­amos de ellos: Son imperfectos, son vulnerables, pero saben ganar. En este siglo, 15 equipos han sido capaces de sumar 12 victorias en las primeras 14 semanas de competiciĂłn –12 victorias, una derrota y un bye–, de entre todos ellos, solo uno tiene un diferencial favorable de puntos inferior a los 100 puntos: Estos Kansas City Chiefs, cuyo diferencial es un exiguo +56. A cambio, son el primer equipo del siglo capaz de ganar sus 10 primeros partidos que se deciden por una anotaciĂłn en una temporada.

Mucho se estå hablando de la suerte, la providencia o la magia negra, pero la verdadera diferencia es Patrick Mahomes. La diferencia de Mahomes y Allen respecto al resto de QBs de la NFL esta temporada en cuanto a producción en terceros y cuartos downs es abismal. Y nadie como Mahomes en esas situaciones si hablamos de momentos decisivos del partido. Kansas City estå obligando a su QB a jugar en 'modo difícil', pero Mahomes se empeña en pasarse el juego. Teniendo que estar pendiente de la presión que le llega por el exterior y con sus receptores teniendo problemas para separarse, el 15 siempre encuentra una respuesta cuando de verdad importa. Y eso no es magia, ni suerte, ni nada mås allå de un talento descomunal. ¿Que esta racha de victorias han visto cómo la suerte les sonreía en un puñado de ocasiones? Sí, sin duda, la suerte del campeón, suerte buscada. Pero la diferencia la pone Mahomes.

Lo que estĂĄn consiguiendo es muy meritorio y encarrilar el Seed 1 es clave para que sus opciones de repetir tĂ­tulo –tripitir, concretamente– ya que jugar como locales todos los Playoffs allana el camino, pero eso no debe hacer mirar para otro lado ante problemas que se empiezan a enquistar y que deben limpiar si quieren desembarazarse de esta sensaciĂłn de equipo 'ganable'. La protecciĂłn al QB es el mayor dolor de cabeza de ese ataque, porque mientras el interior de la OL cuenta con Joe Thuney y Creed Humphrey, que son respectivamente el segundo y tercer mejor jugador de toda la NFL protegiendo al QB (por cierto, que tambiĂ©n estĂĄn ahĂ­ arriba en cuanto al bloqueo para la carrera) y Trey Smith es el vigĂ©simo, sus Left Tackles estĂĄn entre los peores de la NFL cuando de proteger a Mahomes se trata, Wanya Morris y Suamataia conceden demasiadas presiones y DJ Humpries se ha hecho daño en su primer partido. De hecho, Wanya Morris es el sexto jugador que mĂĄs presiones al QB permite de toda la NFL y el Tackle Derecho, Jawaan Taylor, que el año pasado liderĂł la NFL en penalizaciones, este año es el sexto que mĂĄs sacks concede.

Deben encontrar una soluciĂłn pero, a estas alturas, no hay recetas mĂĄgicas. Por suerte, Mahomes es uno de los tres mejores QBs evitando sacks de la NFL (junto a Allen y Lamar), aunque este año el QB de los Chiefs ha encajado sacks en el 23% de los dropbacks en los que ha sido presionado (mĂĄs del doble que su media de sus Ășltimas seis temporadas) y sus yardas por intento de pase cuando ha sido presionado han caĂ­do a las 5,4 de media, el peor dato de toda su carrera.

Por cierto, los Chargers, a pesar de la plaga de lesiones en ataque –no pudieron contar con su RB titular, con su mejor WR y durante el partido perdieron a su mejor TE– plantearon una buena batalla y cerca estuvieron de llevarse la victoria de Arrowhead. Este partido no habla mal en absoluto del equipo de Los Ángeles, ni de un Justin Herbert, que incluso renqueante y cojeando, firmó una segunda parte excelente.

Buffalo Bills quarterback Josh Allen (17) looks to pass during the first half of an NFL football game against the San Francisco 49ers in Orchard Park, N.Y., Sunday, Dec. 1, 2024. (AP Photo/Adrian Kraus)

Ni siquiera Josh Allen disfrazado de superhéroe puede ganar si su defensa le falla

Las sensaciones con los Buffalo Bills son contradictorias. Por un lado, su ataque, bueno, no su ataque, Josh Allen
 firmĂł una actuaciĂłn para el recuerdo, de esas que te levantan del asiento y se te quedan grabadas mucho tiempo. Pero, por otro, su defensa jugĂł un partido espantoso, en el que no ofreciĂł oposiciĂłn alguna a los Rams y eso –unido a una patada bloqueada en equipos especiales, que acabĂł en touchdown–, le costĂł la victoria a los Bills. Buffalo no tuvo defensa, fallĂł en equipos especiales, no fue capaz de correr con los RBs
 y aĂșn asĂ­ fue capaz de enjugar casi del todo una diferencia de 17 puntos en el Ășltimo cuarto, solo para acabar perdiendo por 42-44 frente a unos fantĂĄsticos Rams.

El partido de Josh Allen literalmente pasarå a la historia de la NFL. Primero, porque se convirtió en el líder de partidos con al menos 2 pases de TD y al menos 2 TD de carrera, superando a Steve Young y Cam Newton. Sin embargo, no se quedó ahí la hazaña, porque Allen se fue hasta los 6 touchdowns totales, 3 de pase y 3 de carrera, algo que jamås había sucedido en toda la historia de la NFL. A esos 6 touchdowns, Allen sumó 424 yardas totales y, entre otras cosas, salió de un 1&30 con una secuencia de jugadas que acabó en un TD de mås de 50 yardas. Una actuación que, a pesar de la derrota, solidifica su candidatura al MVP, pråcticamente la certifica. Para los que piensan, legítimamente, que Saquon lo merece, un dato: Solamente en este partido, Josh Allen produjo pråcticamente la mitad de los touchdowns que Saquon lleva en toda la temporada. Y una anécdota para acabar: En este partido, Josh Allen logró la mayor puntuación individual de un QB en una jornada de toda la historia del Fantasy Football.

Dicho esto, si no tiene ayuda, los Bills no conseguirĂĄn el objetivo. En defensa no tuvieron Pass Rush, no fueron capaces de detener los terceros downs y sus safeties estuvieron completamente superados.

De hecho, el partido de los Rams, su planteamiento y ejecuciĂłn fueron extraordinarios. Los grandes protagonistas fueron McVay en la banda, Stafford en el pocket y Puka Nacua por todo el campo. McVay supo cĂłmo tenĂ­a que jugar a estos Bills, curiosamente, las 42 carreras de los Rams en este partido suponen el segundo mayor nĂșmero de intentos vĂ­a terrestre de toda la era McVay en Los Ángeles y solo la tercera vez que un equipo de McVay corre mĂĄs de 40 veces. Establecieron el juego de carrera, insistieron
 pero marcaron la diferencia por aire. Matt Stafford estuvo absolutamente brillante: 9/10 en terceros y cuartos downs para 124 yardas y 2 TD. Cada vez que tuvo el backfield vacĂ­o, ejecutĂł: 7/7 para 97 yardas y 2 TD (en la toda la temporada, con el backfield vacĂ­o, Stafford llevaba 9/26 para solo 86 yardas y una INT). Y este partido es solo la confirmaciĂłn de un salto de calidad en el Ășltimo mes tanto de Stafford como de todo el ataque. En los 9 primeros partidos de temporada, Stafford acumulaba 9 TDs y 7 INTs, en los cuatro Ășltimos, son 10 TDs y 0 INTs. Los Rams estĂĄn llegando al momento ĂĄlgido de la temporada en su mejor momento de forma. ÂżCuĂĄl es la diferencia? Es muy obvia: La recuperaciĂłn de lesionados en la OL y, por encima de todo, poder contar con Nacua y Kupp juntos.

El domingo contra los esquemas zonales de Buffalo, Nacua se dió un festín. Cuando se ponían en hombre, Kupp siempre conseguía una ventaja. El partido de Puka Nacua es de auténtica superestrella, toda esa efectividad en terceros downs tiene mucho que ver con su capacidad de encontrar los espacios y para ganar balones divididos con el defensor encima. Al final, fueron 12 recepciones para 178 yardas y 2 TD, que no hacen sino confirmar que Puka estå en la élite de los WRs de la NFL.

Ahora mismo, los Rams pueden soñar con ganar la división y con entrar en los Playoffs, si lo consiguen, serån un rival muy temible. Si mantienen el nivel mostrado el domingo frente a Bills van a ser un rival muy difícil de batir. Aunque ahora mismo, todo pasa por ser capaces de ganar a los 49ers este próximo jueves.

Carolina Panthers defensive end A'Shawn Robinson sacks Philadelphia Eagles quarterback Jalen Hurts during the second half of an NFL football game, Sunday, Dec. 8, 2024, in Philadelphia. (AP Photo/Terrance Williams)

A Philadelphia le duele su quarterback

Los Philadelphia Eagles han demostrado sobradamente esta temporada que son un candidato legítimo al Super Bowl. En este momento, tienen una de las mejores defensas de la NFL, sino la mejor. Tienen al Jugador Ofensivo del Año en Saquon Barkley, que va camino de récord en cuanto a yardas terrestres. Tienen una buenísima OL, una pareja de receptores extraordinaria. ¿Por qué, entonces, estuvieron a un balón dejado caer por Xavier Legette de perder su partido antes los Panthers? Preguntado AJ Brown tras el partido por lo que había que mejorar en ataque, el WR1 de los Eagles contestó clara y escuetamente: "Passing". El juego de pase, eso es lo que hay que mejorar, concretamente el juego de un Jalen Hurts, que firmó probablemente su peor partido de la temporada este pasado domingo.

En un vistazo superficial, los Eagles llevan 9 victorias consecutivas desde el bye. Hurts tiene un buen passer rating, ha cortado las pĂ©rdidas de balĂłn (solo una INT desde entonces) y es el QB con mĂĄs yardas de carrera y mĂĄs touchdowns totales. Al mismo tiempo, su toma de decisiones cuando es presionado se ha convertido en un problema grave. Por suerte, la OL de los Eagles no permite muchas presiones y cuando lo hace, es con el mayor tiempo para presionar al QB de toda la liga. En el partido ante los Panthers, solo permitieron 9 presiones y el tiempo medio para lograrlas fue de 3,29 segundos (la mejor marca de la jornada para una OL). El problema es que la media de tiempo reteniendo el balĂłn antes del pase de Hurts fue de 3,5 segundos. De las nueve presiones, 4 acabaron en sacks y las decisiones tomadas por Hurts cuando tocaba lanzar el balĂłn no fueron las mejores, retuvo demasiado el balĂłn en sus manos y su media de yardas por intento apenas superĂł las cinco –lo que indica que no buscĂł a sus receptores en profundo–.

Los Eagles lo tienen todo para ganar y su aspecto es de equipo campeĂłn. Su QB es, ahora mismo, su punto mĂĄs dĂ©bil. Y eso, cuando tienes a una de las dos o tres mejores parejas de receptores de toda la liga, es todavĂ­a mĂĄs grave. Hurts solo pudo completar 14 pases para 108 yardas en la victoria ante los Panthers, a pesar de tener a Brown y Smith abiertos en mĂșltiples ocasiones.

Minnesota Vikings quarterback Sam Darnold (14) smiles on the sidelines during the second half of an NFL football game against the Atlanta Falcons, Sunday, Dec. 8, 2024 in Minneapolis. Minnesota won 42-21. (AP Photo/Stacy Bengs)

MVP de la Jornada: Sam Darnold

Creo que no debemos olvidar que Sam Darnold era un jugador absolutamente desahuciado. Ridiculizado, completamente descartado por muchos, que le sentenciaron como un QB que no tenía lo necesario para ser titular en la NFL. Tras 14 semanas de temporada, lidera a los Vikings al tercer mejor récord de toda la liga, tiene mås yardas de pase que Lamar Jackson, mås touchdowns de pase que Josh Allen y menos intercepciones que Patrick Mahomes. Sam Darnold merece una disculpa colectiva.

Precisamente, Sam Darnold fue capaz de marcar la diferencia en la victoria de Minnesota ante los Falcons: 22/28 pases completados, para 347 yardas y 5 touchdowns. NĂșmeros de estrella, el dĂ­a que el fantasma de las navidades pasadas visitaba Minneapolis, un Kirk Cousins a la baja que hace no tanto tiempo parecĂ­a el salvador de los Vikings y que, efectivamente, tuvo los mejores años de su carrera vestido de morado, pero Sam Darnold estĂĄ demostrando no tener nada que envidiarle ahora mismo porque, directamente, estĂĄ jugando una mejor temporada que Ă©l.

En el Ă©xito de Darnold tienen mucho que ver la pareja de receptores formada por Justin Jefferson y Jordan Addison, el segundo estĂĄ protagonizando ademĂĄs un salto de calidad sideral las Ășltimas jornadas. Ambos WRs marcan las diferencias, pero los lanzamientos de calidad de 40 y 50 yardas que Darnold pone con precisiĂłn tambiĂ©n tienen mucho que ver. Aunque, definitivamente, el mayor responsable de la explosiĂłn de Darnold es Kevin O'Connell. El Head Coach de los Vikings sabe muy bien lo que es ser un QB backup en la NFL, sabe lo que es que te descarten, Ă©l fue ese jugador unos cuantos años. Al mismo tiempo, sabe reconocer el talento que puede marcar las diferencias y lo ha encontrado en Darnold. No se puede explicar el Ă©xito del QB de los Vikings, ni del equipo en general, sin mencionar el esquema ofensivo desarrollado por O'Connell. Ahora mismo los Vikings son, sin lugar a dudas, uno de los mejores equipos de la NFL.

Seattle va disparado a por la NFC Oeste

La victoria de los Seahawks en Glendale, Arizona, dispara por completo sus posibilidades de Playoffs y de llevarse la divisiĂłn. El despliegue de los de Washington fue imponente y el trabajo que estĂĄ desarrollando Mike McDonald comienza a dar sus frutos.

En ataque, la clave estuvo en el equilibrio: mĂĄs carreras que pases, un juego terrestre mĂĄs variado y eficaz, que dejĂł de exponer tanto a Geno Smith, que cuando pudo ejecutar, lo hizo sin tanta exigencia y con menos dificultades, al eliminar el factor de previsibilidad. Por cierto, Charbonnet aprovechĂł del todo su oportunidad como RB1 y se fue con 134 yardas y 2 TDs.

Pero es la defensa lo que ha supuesto el verdadero cambio en Seattle. Desde el bye, son otro equipo. Desde el Bye Leo Williams es uno de los mejores defensores de la NFL. Desde el bye y desde que Mike McDonald despidió a sus dos LBs titulares y puso a Ernst Jones a los mandos de la defensa, acompañado de un rookie de cuarta ronda como Tyrice Knight, que se ha convertido en un cumplidor y un placador feroz. Si Ernst Jones es el comandante, Knight es la infantería. El Patrick Queen de Roquan Smith, pero trasladado a Seattle. A este mix hay que sumarle el otro gran pilar de esta defensa: Devon Witherspoon, porque su presencia es mucho mås que la de un CB de slot habitual. Su influjo sobre el juego tiene que ver con un cerrojo en cobertura, un fantåstico blitzer desde el slot y una måquina de placar. Tiene el pack completo.

Los Seahawks tienen en unos entonados Rams una nueva amenaza pero, a estas alturas de temporada, los de Seattle han demostrado ser los mĂĄs sĂłlidos de su divisiĂłn y dependen de sĂ­ mismos para ganarla y estar en los Playoffs.