La temporada 2023 de la NFL está a punto de comenzar y las especulaciones acerca de las distintas campañas individuales que podrían tener algunas de las estrellas jóvenes de la liga comienzan a florecer. Si bien hay una gran camada de novatos que ingresa al profesionalismo este año, no hay que olvidarse de los sophomores.
Desde selecciones de primera ronda hasta el Mr. Irrelevant, son muchos los atletas que la temporada pasada dejaron una buena impresión en sus franquicias. Obviamente, el caso más increíble es el del antes mencionado último pick del Draft, Brock Purdy, quien logró ganar todo lo que jugó para San Francisco 49ers en los partidos que inició.
Algunos de ellos lograron estar, o incluso superar, las expectativas que había con ellos, pero en esta nota repasaremos a los jugadores que se preparan para dar un gran salto de calidad y rendimiento en su segunda campaña en la NFL.
Garrett Wilson, WR, New York Jets

¿Por qué Garrett Wilson está en esta lista luego de una campaña donde fue el novato ofensivo del año gracias a sus 83 recepciones, 1.103 yardas y 4 anotaciones? Claramente, porque su campaña 2023 puede ser mejor. Y eso es gracias a, ni más ni menos, que Aaron Rodgers.
La química que el ex Packers y su receptor están construyendo es reportada como algo especial, y no sorprendería que el egresado de Ohio State se convierta en un caballo negro ganar el Jugador Ofensivo del Año en su segunda temporada en la liga.
La utilización que se le está dando a Wilson durante la temporada baja da muestras claras de que será la primera opción de ese ataque, y que no sorprenda que Aaron Rodgers pueda potenciar de una manera que no hemos visto antes su juego.
Kenny Pickett, QB, Pittsburgh Steelers

Las expectativas con los Pittsburgh Steelers han crecido durante esta temporada baja, y buena parte tiene que ver con el desarrollo físico, mental y técnico que ha tenido el mariscal de segundo año, Kenny Pickett. El conjunto que conduce Mike Tomlin dependerá un poco de como rinda su QB para ubicarse de buena manera en una de las divisiones más difíciles de toda la NFL, pero la confianza, interna y externa, existe.
Pickett demostró que si la ofensiva puede responderle (comprar tiempo, establecer el juego terrestre), él no los decepcionar. Lejos de considerarse un éxito aún, los Steelers parecen tener las capacidades de llegar lejos, aunque está apoyado este concepto en la evolución de su joven mariscal.
¿Las condiciones? Más que dadas: la defensa es élite, por ende el ataque estará en el campo casi siempre; la línea ofensiva ha mejorado de una manera en que pocos en la liga están notando; el juego terrestre promete ser más estable que la campaña y, lo más importante, las armas están disponibles: George Pickens es tan bueno que liberará espacios que podrán ser atacados por jugadores como Diontae Johnson y Pat Freiermuth.
Si bien ganó 7 de los 13 partidos que jugó la temporada pasada, el egresado de la Universidad de Pittsburgh no tuvo la campaña de novato soñada a la hora de mirar los números: 63% de los pases completos, 2.404 yardas, 7 anotaciones y 9 intercepciones. El salto que puede darse es palpable.
Brian Asamoah II, LB, Minnesota Vikings

Debo admitir que hay una especie de adoración personal con Asamoah, quien en su etapa colegial en Oklahoma permitió tan solo una anotación en más de 500 snaps en cobertura. Tuvo un sólido primer año, participando más que nada en equipos especiales, pero si quiere demostrar que puede jugar defensiva, esta será su oportunidad.
Asamoah II será el encargado de estar en el medio de una defensiva de Vikings que ha tenido su mayor incorporación en el sideline, con Brian Flores siendo su nuevo coordinador defensivo. A pesar del ascenso del novato Ivan Pace Jr., uno de los representantes que tiene la NFL en África tiene la confianza del coaching staff para adueñarse del puesto de este año en adelante.
Si bien jugó 16 partidos la campaña pasada, Asamoah podrá demostrar de su talento mucho más de lo que marcó su línea estadística de 2022, donde terminó con 17 tackles combinados, 1 fumble forzado y otro recuperado en un 11% de jugadas defensivas dentro del campo, y otro 61% en equipos especiales.