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Las palabras justas

Corría el año 1991. En los últimos minutos de Super Bowl XXV, los Buffalo Bills intentaban una remontada frente a los poderosos sus New York Giants.

Después de que la defensa comandada por Lawrence Taylor -una leyenda si las hay- lograra frenar la ofensiva de Jim Kelly, Scott Norwood tuvo en sus pies la oportunidad de ser héroe o villano. Lamentablemente para el pobre Scott, su nombre perdurará en la historia como el hombre que le costó (al menos) un Superbowl a los Bills, que no solo perdieron 20-19 en 1991, sino que fueron derrotados en la máxima cita deportiva del mundo en los tres años posteriores. En la cabina principal del Tampa Stadium, con Frank Gifford a su lado y en la transmisión nacional del partido emitida por la cadena ABC, el histórico relator Al Michaels expresó las dos palabras que nos convocan esta semana: Wide Right

Uno de los grandes atractivos del deporte norteamericano es su fascinación con la historia. Las maldiciones, las costumbres, las efemérides y todo tipo de callbacks a tradiciones del pasado forman parte de la esencia de la cultura estadounidense.

En mis conversaciones con amigos siempre pongo el mismo ejemplo, pero creo que no lo mencioné acá, hasta ahora. Cuando pienso en momentos inolvidables del relato deportivo de USA, mi cabeza va directamente al “we will see you, tomorrow night” de Joe Buck, copiando la frase con la que su padre (Jack) narró una victoria de los St. Louis Cardinals, el equipo de béisbol del cual ambos eran hinchas. No existe clip más melancólico para un enfermo del relato deportivo como quien les habla:

Volvamos a 1991. Mientras Al Michaels le ponía voz al momento más desgarrador de la historia de la franquicia de Buffalo, un joven periodista estaba iniciándose como relator de NFL, para la cadena CBS. Y, si ya mencionamos a dos gigantes de la industria como Buck y Michales, tiene todo el sentido del mundo que el individuo que cierra esta historia sea Jim Nantz.

A esta altura, ustedes ya saben qué pasó. En los últimos minutos de otro Bills-Chiefs para el recuerdo, Tyler Bass tenía la oportunidad de empatar el partido en 27 y mantener a Buffalo con vida. Bass, que hasta ese momento iba 9 de 9 en goles de campo en los últimos dos minutos (u OT) con su equipo perdiendo por tres puntos o menos o empatando, falló. Pero no falló de cualquier forma. Falló Wide Right.

Me pongo en el lugar de Nantz y pienso: ¿en qué momento se le vino a la cabeza el recuerdo de la patada de Scott Norwood? ¿Cuándo decidió emular la narración de su colega y amigo? Estoy seguro de que, si Nantz no decía Wide Right en su relato, no hubiésemos tenido tantas notas periodísticas ni referencias a Norwood. Por supuesto que se hubiese mencionado aquí y allá, pero sin el mismo impacto.

Hay momentos en el deporte que no necesitan ser explicados. Son tan grandes de por sí que todos sabemos la magnitud de lo que estamos viendo.

Jim Nantz se apoyó en la historia y con las palabras justas, nos recordó la belleza -y la tortura- del deporte.