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La vital importancia del Tight End en la NFL actual

Hoy día no hace falta explicarle a nadie que la de tight end es una posición muy importante en el juego. De hecho, como estuvimos hablando en nuestro último encuentro por aquí, cada vez es más habitual ver a los equipos utilizar dos tight ends al mismo tiempo en el campo para sacar ventaja de las defensas. Sin embargo, hace treinta años, por increíble que parezca, la posición de tight end era una en peligro de extinción.

Si nos remontamos a la campaña de 1992 veremos cómo, en la tabla de líderes de recepción, el primer tight end fue Shannon Sharpe con 640 yardas… en el puesto 43 absoluto de toda la liga. En pleno auge de las ofensivas "run & shoot", que empleaban en cada down cuatro wide receivers en el campo, había franquicias que no disponían de tight end alguno en sus plantillas. Han leído bien, cero tight ends en el "roster".

Los Houston Oilers fueron el equipo líder de la NFL en 1992 en pases completados con 373. Ni uno solo de ellos fue atrapado por un tight end. Los Atlanta Falcons conectaron 336, segunda mejor marca de la liga, ninguno llegó a las manos de un tight end. Los Detroit Lions tuvieron una ratio de 11/231 lanzamientos para un tight end y los New Orleans Saints de 25/251. Podría poneros más ejemplos, pero se ve claro lo que os comentaba antes. Los equipos querían utilizar todo el ancho del campo y la figura del tight end, enmarcada por entonces en el arquetipo de jugador lento y pesado, sobraba.

Por supuesto, históricamente habíamos tenido ejemplos de verdaderos atletas en la posición, como Mike Ditka, el primero en lograr 1000 yardas en una temporada, o Kellen Winslow, el primero en hacerlo más de una vez en su carrera. Sin embargo, hablamos de ejemplos aislados y no de una tendencia. Hasta 1994 solo quince veces un tight end había registrado 1000 yardas en una campaña. Quince ocasiones en 74 años de historia.

El jugador que os citaba al principio, Shannon Sharpe, fue uno de los "nuevos pioneros" que lograron evitar la extinción de la especie. Sharpe no era tan rápido como un wide receiver, pero ciertamente lo era mucho más que un linebacker grande, el jugador asignado en la marca a él habitualmente. Aunque no tenía el poderío físico de otros tight ends, podía defenderse como bloqueador, especialmente en el juego terrestre zonal de los Denver Broncos de Mike Shanahan, que no acentuaba tanto los bloqueos directos, uno contra uno, que habían dominado la competición hasta entonces.

A Shannon Sharpe le siguió Tony Gonzalez, quien reescribió el libro de récords de la posición. A ellos se sumaron atletas como Antonio Gates y Jimmy Graham, que brillaron con luz propia pese a no ser buenos bloqueadores, y con el auge en la posición comenzaron a llegar tight end totales como Jeremy Shockey, Vernon Davis, Jason Witten, Greg Olsen y por encima de todos, Rob Gronkowski. Gronk fue el tight end perfecto por su combinación de potencia, tamaño, manos, control corporal y velocidad. Sin ser tan ágil o fluido en sus movimientos, como alguno de sus compañeros de posición, el ex de Patriots y Buccaneers fue uno de los factores diferenciales en el juego durante la pasada década. Su influencia fue tal que en la actualidad es imposible pensar que un ataque pueda funcionar sin utilizar la posición de tight end. En 2022 hasta siete TEs superaron con claridad la marca de 640 yardas de Sharpe en 1992.

Establecido el paradigma actual de la posición quería adentrarme en las entrañas de lo que supone ser un tight end en la NFL, sobre todo ahora que se nos acerca el anual fin de semana del draft. Cuando analizamos los chicos que van a dar el salto a los profesionales creo que muchas veces pecamos de buscar el jugador modelo. Tenemos idealizado el patrón top de cada posición y tendemos a enjuiciar a cada proyecto en función de parámetros que son inalcanzables. En lo que a tight ends se refiere, normalmente se baja un poco en los rankings a aquellos que en college han sido wide receivers "glorificados" y que claramente no destacan como bloqueadores. Sin embargo, a cualquier aficionado que le preguntes por el mejor tight end de la NFL, sin duda te contestará Travis Kelce de los Kansas City Chiefs, una máquina de producir yardas, recepciones y touchdowns, pero que no destaca en su juego por sus poderosos bloqueos.

Con esto en la cabeza se me ocurrió la idea de sumergirme durante un partido en el juego de los dos tight ends top, en mi opinión, de la liga en la actualidad, Kelce y George Kittle de los San Francisco 49ers. Quería ver de primera mano cuánto tiene que "mancharse las manos" Kelce en el juego de bloqueos y cuánto más hace en esa faceta alguien que es muy reconocido por ello como el jugador niner. Era mi forma personal de saber si debo bajar en mis rankings más o menos a alguien como Dalton Kincaid, el tight end de Utah, un excelente receptor, pero pésimo bloqueador, respecto a otros tight ends más completos, pero quizás menos espectaculares como Sam Laporta de Iowa o Michael Mayer de Notre Dame.

He regresado a la ronda divisional para ver la cinta de Kelce y Kittle, pues en días consecutivos fueron jugadores clave en las victorias de sus equipos para avanzar hacia las finales de conferencia. Los Chiefs jugaron el sábado 21 de enero ante los Jacksonville Jaguars, mientras que los 49ers se midieron a los Dallas Cowboys el domingo 22 de enero.

Kelce disputó 56/68 snaps (un 82%), mientras que Kittle estuvo en el campo 62/66 snaps (un 94%). A efectos de cómputo analítico descarté las jugadas que acabaron en penalización, quedándome con 53 snaps para Kelce y 58 para Kittle. Lo primero que quise comprobar fue su alineación en el campo pre-snap:

Table inside Article
Travis Kelce vs Jacksonville Jaguars 53 snaps
Alineamiento presnap Snaps
En la línea 33
Slot 17
Exterior 2
Backfield 1
Table inside Article
George Kittle vs Dallas Cowboys 58 snaps
Alineamiento presnap Snaps
En la línea 35
Slot 12
Exterior 8
Backfield 3

Ciertamente esperaba ver más variedad en la tabla de Kittle porque en el esquema de Kyle Shanahan los jugadores ofensivos están en continuo movimiento al ponerse en formación y también pre-snap. De hecho, aunque no lo conté, tuvo más acciones en las que realizó un "motion" antes del saque de la pelota. Sin embargo, aunque tenemos la imagen de Kelce como tight end más receptor, tipo wide receiver, que Kittle, fijaros como registró 19 snaps en total si sumamos slot y exterior (aquí cuento los snaps en los que era el último hombre de la formación en un lado, independientemente de su "anchura"), mientras que el de San Francisco se fue hasta los 20 (12+8). Kelce acabó jugando en proporción más que Kittle como tight end "tradicional in-line", un 62% por un 60% de sus snaps.

En segundo lugar, me interesaba mucho registrar lo que hicieron en esas jugadas, diferenciando las salidas a ruta, los bloqueos en acciones de carrera y los bloqueos en acciones de pase. Estos fueron los resultados:

Table inside Article
Travis Kelce vs Jacksonville Jaguars 53 snaps
Trabajo postsnap Snaps
Bloqueo de pase 5
Bloqueo de carrera 20
Salida a ruta 28
Table inside Article
George Kittle vs Dallas Cowboys 58 snaps
Trabajo postsnap Snaps
Bloqueo de pase 9
Bloqueo de carrera 25
Salida a ruta 24

Aquí los resultados sí estuvieron más en la línea de lo que había en mi cabeza antes de ver la cinta. Kelce actuó como receptor en el 53% de sus snaps, mientras que Kittle lo hizo en el 41%. Lógicamente, el que los Chiefs sean un equipo más lanzador en promedio que los 49ers es algo que va más allá de los atributos de nuestros protagonistas. No obstante, me llamó la atención como al final Kelce tuvo que emplearse como bloqueador en el juego de carrera un total de 20 snaps, que es una cifra nada desdeñable. En el siguiente ejemplo vemos lo máximo que le pide Andy Reid a su tight end estrella en esta faceta del juego, apoyar al tackle de su lado en un bloqueo combo:

TE1
TE2
TE3

Esto es un claro contraste respecto a lo que le pide Kyle Shanahan a su tight end número 1. Observad este bloqueo en el que Kittle pone su cuerpo en juego y que resulta clave en el resultado final de la carrera.

TE4
TE5

Como receptores, Kelce arrolló a unos Jacksonville Jaguars que claramente no pusieron el acento en detenerle en su plan de juego. Atrapó 14 pases para 98 yardas y dos touchdowns. En total tuvo 17 "targets", es decir, en más de la mitad de las ocasiones que salió a ruta fue el objetivo de los lanzamientos de Patrick Mahomes y Chad Henne aquel día. Sin embargo, cuando por fin decidieron doblarle, en la zona roja, Kansas City sacó tajada para anotar su último touchdown de la noche. Con unos Jaguars en defensa individual, el motion pre-snap del runningback (en rojo en la primera imagen) va a arrastrar al linebacker central. El único safety profundo va a apoyar en la cobertura sobre Kelce (círculo amarillo), dejando por detrás suyo un hueco enorme al que accederá Marquez Valdes-Scantling para la anotación.

TE6
TE7
TE8

Kittle solo tuvo cinco "targets" en la victoria contra Dallas, pero los hizo valer, al atrapar los cinco para un total de 95 yardas. Aunque no tiene tanto reconocimiento como Kelce en este aspecto, el tight end minero posee la agilidad para eludir coberturas individuales y en situaciones puntuales Shanahan le establece como primera lectura para sus quarterbacks. Con la necesidad de ganar un primer down para cerrar el encuentro, San Francisco sale con cuatro receptores abiertos en una jugada de 1ª y 10 en la que Dallas esperaba por personal una carrera. Kittle, en el círculo amarillo, queda aislado en un 1x1 con mucho espacio para brillar en algo que sabe hacer muy bien también, ganar por potencia yardas tras la recepción. El resultado fue un primer down y más para 49ers:

TE9
TE10
TE11

Si la NFL fuera el paso previo hacia una competición superior, y tanto Kelce como Kittle abandonaran sus actuales equipos, creo que con un sesudo análisis no tendría dudas en colocar al de San Francisco por delante en mis rankings. Es mucho mejor bloqueador y como receptor es capaz de hacer las mismas cosas, solo que lo vemos en menor proporción por las diferentes filosofías de sus entrenadores. Sin embargo, ya vemos el impacto que tiene Kelce cada semana en el equipo campeón de la NFL. Podría decirse que sin él los Chiefs no serían la franquicia que conocemos hoy día. ¿A dónde nos lleva esto? A que no debemos obsesionarnos en las evaluaciones de los chicos del draft porque sean capaces de hacerlo todo bien. Los staff técnicos, en muchas más ocasiones de las que pensamos, buscan un atributo en particular para una posición que necesitan cubrir y en la que disponen de esa característica. A veces es velocidad en el puesto de wide receiver, por eso sale antes elegido un chico de 4.30 segundos en las 40 yardas que un wide receiver más completo y productivo en college. Quien sabe si un equipo busca ese tight end receptor en el molde de Kelce, tipo Dalton Kincaid, o alguien que pueda ejecutar los bloqueos de Kittle, como pudiera ser Michael Mayer. Eso es lo bonito del juego y lo impredecible del draft, que hay cabida para todos, y con una importancia cada vez mayor cada año, para la figura del tight end.