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La hierba siempre es más verde en Green Bay y otras sensaciones de la Semana 8

La NFL esta temporada se parece más que nunca al Salvaje Oeste. No hay un sheriff en la ciudad y todos los equipos campan libres, dispuestos a destacar en una competición sin dueño. En ese entorno, las sensaciones nos sirven para discernir a los favoritos de entre tanto candidato, el problema es que las sensaciones son subjetivas y pueden cambiar de una semana a otra. Lo que sí podemos adivinar son tendencias, equipos al alza, jugadores y unidades cuyo techo está en el cielo y que empiezan a progresar y a marcar una dirección que les puede llevar muy lejos. Esto, en una jornada donde sólo un partido se decidió por menos de diez puntos de diferencia… y en ese partido, ganó un equipo que aún no conocía la victoria y el perdedor llegó a ir ganando por tres anotaciones de ventaja. Es una NFL extraña la de esta temporada, pero en el caos los Chiefs navegan mejor que nadie y apuntan mucho más alto de lo que indica su récord. Mientras, los Packers sí que atesoran el Seed 1 de su conferencia y en la segunda parte de su duelo contra una de sus grandes leyendas, Aaron Rodgers, mostraron su mejor cara y ese potencial que puede llevarles a lo más alto cuando todo se decida. ¡Ah, y los Indianapolis Colts! Que juegan mejor que nadie y que si llevaran otra camiseta u otro escudo (o jugaran con otro QB) todos aseguraríamos unánimemente que son el gran favorito al anillo. Vamos a mirar a estos tres equipos.

Green Bay Packer fans roll out a sign supporting Jordan Love during an NFL football game against the Pittsburgh Steelers, Sunday, Oct. 26, 2025, in Pittsburgh. (Margaret Bowles via AP)

La hierba siempre es más verde en Green Bay

Reza un conocido dicho del idioma inglés "the grass is always greener on the other side" o lo que es lo mismo, la hierba siempre está más verde al otro lado… y eso debió pensar Aaron Rodgers en su duelo contra el equipo donde pasó toda una vida y casi toda su carrera NFL. Como ya le pasara a Tom Brady cuando se fue a Tampa, un QB de leyenda se encontraba con el equipo donde la forjó y tenía además la posibilidad de cerrar el círculo de ganar a todos los equipos NFL en su carrera. Y mientras Brady sí pudo ganar en Foxborough a los Patriots y unirse a Brett Favre, Payton Manning y Drew Brees como los únicos QBs con victorias ante los 32 equipos de la liga –más Joe Montana y Frank Tankerton, que lo hicieron ante los 28 que había antes de la expansión de la liga–, Rodgers se quedó sin lograrlo y sin su 'venganza' ante el equipo que drafteó en primera ronda a Jordan Love para sustituirlo en el puesto de QB en lugar de darle más armas para ganar un segundo anillo que nunca llegó.

Precisamente Jordan Love marcó la diferencia en este duelo entre sus Packers y los Steelers de Aaron Rodgers y evidenció la enorme diferencia que hay hoy en día entre esos dos equipos y entre estos dos QBs. Y eso que los Steelers aguantaron bien durante la primera mitad del partido; con formaciones muy pesadas y corriendo bien el balón consiguieron maniatar a los Packers, que como les venía pasando durante las últimas semanas, no terminaban de alcanzar su potencial y no encontraban la tecla adecuada que les permitiera imponer su estilo. Aunque todo cambió en la segunda parte.

Matt LaFleur, último entrenador de Rodgers en los Packers y actual entrenador de Green Bay, ajustó a la perfección en el descanso y encontró las vías de agua en la defensa de Pittsburgh, que cuando no consigue presionar al QB rival se convierte en una unidad muy vulnerable. El juego de carrera no estaba funcionado para los Packers y eso les había restado solidez en el ataque, mucho más cuando se habían empeñado en seguir corriendo en situaciones de segundo down y largo, algo para los que la defensa de Steelers estaba preparada y se sentía muy cómoda. Cuando LaFleur cambió esa tendencia por soltarle la correa a Love y dejarle disparar, el QB de Green Bay encadenó una serie de 20 pases completados de manera consecutiva y cambió por completo la inercia del partido. Y en ese proceso de cambio, el mejor socio de Jordan Love se erigió como el héroe y el MVP del partido: Tucker Kraft, el TE que ha tomado un papel protagónico en un ataque de Green Bay donde ningún WR termina de destacarse como el receptor principal, pero este Tight End ha encontrado la confianza de Love y él suma una capacidad de producir después de la recepción que marca la diferencia, especialmente cerca de la zona de anotación, donde Kraft está apisonando defensores para entrar en la End Zone como un tren de mercancías.

Este crecimiento del ataque de los Packers en el partido tuvo su contrapunto en la evidencia de las grandes carencias y limitaciones de la ofensiva de los Steelers. Cuando el ataque de Pittsburgh puede correr en esas formaciones pesadas y Rodgers puede pasar rápido y poner a sus receptores a sumar yardas after catch, los Steelers dominan el ritmo del partido y se sienten muy confortables, pero cuando la presión llega a Rodgers o cuando tienen que jugar de otra manera porque el guión del partido lo exige, entonces aparecen los problemas. Esa incapacidad de adaptarse a jugar de otra manera pone de relieve las carencias de un equipo donde la defensa está mucho peor que otros años y muestra un techo que Pittsburgh lleva años sin romper y que les priva de acceder a la élite competitiva de la NFL cuando llega la hora de la verdad.

Kansas City Chiefs quarterback Patrick Mahomes throws a pass during the second half of an NFL football game against the Washington Commanders, Monday, Oct. 27, 2025 in Kansas City, Mo. (AP Photo/Reed Hoffmann)

A NFL revuelta, ganancia de Mahomes

Ya es hora de darnos por enterados, estos Chiefs son un equipo mucho mejor de lo que indica su récord y, con permiso de los Colts, tienen que ser considerados como el gran favorito de la Conferencia Americana. Sí, sé que Indianapolis lidera la conferencia y que Denver comanda la división en la que juega Kansas City pero la constancia competitiva que han mostrado los últimos años los Chiefs y el aspecto que está tomando ese ataque me llevan a pensar que el coco de este lado de la NFL tiene que ser el equipo que ha llegado a cinco de las últimas seis Super Bowls.

Como le sucediera a los Packers en la noche del domingo, los Chiefs explotaron en la segunda mitad de la noche del lunes. Y lo más llamativo es lo cómodo y suelto que se ve a Patrick Mahomes, mientras en el último par de años o tres se había convertido en un gestor de una situación ofensiva complicada –algo que por otro lado hizo a la perfección–, ahora de nuevo puede dar rienda suelta a todo su talento. El regreso de Rashee Rice le ha dado sentido a todo ese ataque, este receptor es la pieza maestra que pone a funcionar todo lo demás, no solo produce de manera individual sino que desbloquea espacios para otros receptores –en este último partido, Travis Kelce firma su mejor actuación en mucho tiempo– y también ayuda a liberar un juego de carrera que venía como el motor gripado pero que desde hace un par de semanas comienza a carburar.

Los Chiefs están compitiendo mucho mejor que en los últimos dos años, donde cada victoria era una agonía en la que sabían desenvolverse. Ahora no necesitan sufrir y vemos a Mahomes disfrutar como hacía mucho tiempo que no le veíamos. Mucho cuidado con los Kansas City Chiefs que vienen con la inercia adecuada y como terminen de coger el punto para el mes de diciembre, se pueden convertir, una vez más, en el rival a batir en la NFL.

Indianapolis Colts running back Jonathan Taylor (28) runs with the ball during an NFL football game against the Tennessee Titans, Sunday, Oct. 26, 2025, in Indianapolis. (AP Photo/Zach Bolinger)

Es hora de creerse a los Indianapolis Colts

Si lo que están haciendo los Colts lo estuvieran haciendo los Bills o los Ravens se nos llenaría a todos la boca con que son los grandes favoritos al anillo. Con esta misma manera de jugar, esta productividad, esta solvencia, esta capacidad anotadora… con otra camiseta u otro escudo, no tendríamos ninguna duda. Si no se les pone arriba del todo de los Power Rankings ahora mismo es única y exclusivamente porque son los Colts y porque su QB es Daniel Jones. Y resulta que es Daniel Jones el que lo está cambiando todo.

No es difícil de comprobar: El mismo RB, la misma OL –o incluso peor sobre el papel porque en la Agencia Libre le quitaron varias piezas clave–, los mismos receptores, el mismo entrenador… ¿Qué es lo que ha cambiado? Daniel Jones y la llegada de un TE rookie estelar como Tyler Warren.

¿Qué aporta Daniel Jones que no aportaran Richardson y Flacco la pasada temporada? Una cohesión en el ataque entre el juego aéreo y el de carrera que Shane Steichen siempre había deseado para su ataque, pero que nunca había logrado desde que llegó a los Colts. Claro que todo empieza desde lo terrestre y que Jonathan Taylor es el principal candidato al Jugador Ofensivo del Año e incluso al MVP. Pero Taylor se está viendo beneficiado por la presencia de 'Indiana Jones'. Antes, el juego de carrera de los Colts era mucho más previsible porque estaba divorciado por completo del juego del QB. El juego de pase de Richardson no era creíble y el de carrera de Flacco era inexistente, así de simple. Con Daniel Jones pueden jugar Play Action y Run Pass Option porque tienen un QB capaz de amenazar en ambos aspectos. Jones toma todo lo que Steichen le pone frente a los ojos, pases sencillos y decisiones fáciles con un esquema que le libera receptores y le facilita la vida. Daniel Jones está repartiendo el juego como nunca, pone a todos sus receptores a funcionar. Y eso es así porque con esta capacidad de amenazar de diferentes maneras, el juego terrestre es menos previsible, está menos encorsetado y le ofrece a Jonathan Taylor un menú de posibilidades y una OL extraordinaria que le abren puertas de las que otros años no disponía. Taylor siempre ha sido buenísimo. De hecho, el año pasado jugó a un gran nivel. Pero es este contexto el que está sabiendo explotar todo su potencial, porque cuando a Taylor le abren la puerta, ya se encarga él de asfaltar el resto del camino. Nadie como él con las yardas después del primer contacto…

Y así, tiene un RB que en 8 jornadas lleva casi tantos Touchdowns como Saquon Barkley en toda la pasada temporada y proyecta por encima de las 2.200 yardas terrestres, lo que supondría el récord absoluto de en la historia de la NFL. Taylor derriba muros por tierra y Daniel Jones gestiona unas circunstancias idílicas para su estilo y está rindiendo al mejor nivel de toda su carrera. No es complicado pensar que esta es una fórmula sostenible que podría llevarles muy lejos. Luego entran factores como la experiencia en instancias de ganar o irse a casa –Daniel Jones ya ganó en Playoffs con los Giants ante unos muy favoritos Vikings– pero todo lo que estamos viendo hasta ahora nos demuestra que los Indianapolis Colts deben ser considerados como un aspirante legítimo en la Conferencia Americana que ahora mismo comandan.