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En busca del QB perdido

Consenso. Actualmente parece un absurdo querer alcanzarlo. La democratización de la opinión ha creado una especie de seres cuyo propósito de existencia es llevar la contraria, los haters. Más allá de si es un intento por sentir que son vistos, un acting out de envidia o cualquier otra explicación, llegar al consenso, siempre una utopía, es cada vez menos asequible. La 95a entrega de los Oscar es un perfecto ejemplo de ello. Basta hacer un recorrido por las redes para encontrar que Brendan Fraser fue a la vez magnífico y sobrevalorado o que Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo es a la vez una formidable experiencia cinematográfica o una cinta palomera equiparable con el universo de superhéroes. El sinsentido llegó al punto de leer que Moonlight era la única cinta en los últimos 7 años merecedora del galardón. Y a The green book que le den, que también la comparaban con las pelis de Marvel. Eso por tirar un ejemplo rápido. Abominable.

Las franquicias de la NFL construyen sus proyectos alrededor del quarterback. Me parece el equivalente del director de cine. En este ejercicio del imposible consenso pudiéramos debatir si entonces el HC se parece más al productor y cuál sería el rol de un GM, o si el QB es el protagonista de la peli, pero sería una labor fútil. Lo importante es que la relevancia de esta figura determina el mercado y los esfuerzos y acciones de los distintos equipos durante la offseason. Al menos la mitad de los equipos arrancaron este periodo sin tener definida la figura central que rodearán de talento para encabezar su acometida hacia un récord ganador, playoffs o el Super Bowl, dependiendo de las propias limitaciones/aspiraciones. O hasta más si consideramos aquellos proyectos en los que bien podríamos cuestionar la decisión de quién los debe encabezar. Actualmente todavía hay varios que no lo tienen claro.

Básicamente hay 3 caminos por los que las franquicias buscan a su QB insignia:

  1. Apostar a la promesa de la clase 2023 (o el año que aplique) y encontrar en el NFL Draft el proyecto de QB que termine por consolidarse en la liga;
  2. Realizar un trade por algún QB con experiencia que ya no quiera continuar en su equipo;
  3. Acudir a Agencia Libre para firmar a uno de los jugadores que no haya logrado concretar, por la razón que sea, un contrato a largo plazo con su exequipo.

El primer camino es el más arriesgado. El Draft es un boom or bust en estado puro. No tenemos que ir muy lejos para encontrar un fiasco. Zach Wilson fue el pick no. 2 en el Draft de 2021 y ni siquiera terminó la campaña pasada con los Jets. Además de que no todos los años llega el mismo nivel de talento, el Draft de 2022 fue poco abundante en ese sentido. Este año hay 4 nombres que podrían salir top 10 o top 15: Bryce Young, CJ Stroud, Will Levis y Anthony Richardson (el gran ganador después del NFL Combine).

El primer equipo que movió ficha en ese sentido fueron los Carolina Panthers, con un trade que para muchos fue muy caro. La declaración de intenciones de Carolina es contundente: vamos a elegir a nuestro QB del futuro y nos preocupa que no llegue al 9no pick. Los Bears ya eligieron, en 2021, a su propio comandante salido también del Draft, Justin Fields y por ello pudieron beneficiarse de retroceder 8 posiciones para este Draft y obtener 3 picks y a DJ Moore. El sentido de urgencia. Me parece que las características físicas de Bryce Young son polémicas. Una combinación entre Kyler Murray y Russell Wilson, en términos de estatura, peso y tamaño de manos. Nada de consenso. El perfil de QB preferido es una cuestión de gusto personal, como en muchas otras posiciones. ¿Deben ser los WR altos, delgados, veloces, explosivos?, ¿preferimos a alguien veloz y pequeño como Cheetah o alguien imponente, pero menos fino, como DK Metcalf? Subjetividad total. Aún con eso en mente, me parece que los Panthers pueden ir por CJ Stroud, como el que pinta más sólido en términos globales o poner todo al 7 negro y apostar por el impredecible, pero exponencial, talento de Anthony Richardson, a quien también merodean los Colts.

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Medidas Wilson (2012) Murray (2019) Young (2023)
Estatura (m) 1.79 1.78 1.78
Peso (lb) 204 209 204
Tamaño de manos (cm) 26.03 24.13 24.76

La segunda y la tercera vía son muy similares en términos de decisión y la diferencia trade/agencia libre impacta en términos de picks, jugadores de otras posiciones o disponibilidad, pero para efectos del talento disponible podemos construir la premisa considerándolos juntos. El caso de Derek Carr (que tenía una cláusula no-trade por la que pudo bloquear el canje a los Saints y llegar como agente libre) fue criticado por las dimensiones del contrato que recibió. Lo mismo sucedió con la renovación de Daniel Jones y hasta la de Geno Smith. El argumento era: están sobrepagados (y sobrevalorados). Y puede haber algo de verdad. A Carr no se le vio el punto en momentos clave y su ratio TD-INT no es precisamente espectacular. Geno Smith apenas cuajó el año anterior. Lo que no se toma en cuenta es que ese es el mercado para la posición alrededor de la cuál se construyen los proyectos. Rara vez escucho que se cuestione pagar decenas de millones de dólares por un protagonista de una peli. En eso está el mercado. Y los Mahomes, Burrow y Allen no van a estar disponibles por esta vía. Ese talento es escaso. Conseguir un jugador verdaderamente diferencial es muy difícil, pero una vez que un equipo lo logra, simplemente no lo va a soltar.

Finalmente, el caso Aaron Rodgers es un ejemplo de ese QB diferencial. Después de salir de su encierro de oscuridad coquetea con la idea de un futuro con los NY Jets, que tuvieron una gran temporada a pesar del fallido proyecto Flacco-Wilson-White y hasta Streveler. Es un movimiento muy agresivo que puede colocarlos en postemporada y hacer un upgrade muy interesante. Los Packers, por su parte, parece que por fin darán inicio a la era Jordan Love, que marcó el principio del quiebre en la relación con Rodgers, durante el mandato de Mike McCarthy. Pero obtener un Rodgers implica que llega a los 39 años y además viene con una lista de peticiones que incluye a Randall Cobb, Allen Lazard, Mercedes Lewis y Odell Beckham Jr. Y a Garrett Wilson que le den, como a The Green Book. El estado del mercado.

Entrar en la polémica sobre Lamar Jackson y el comportamiento de los equipos que no fueron por el único MVP disponible (via etiqueta de jugador franquicia no exclusiva) y el tema de su estado físico/lesiones merece un artículo aparte. No vamos a llegar a un consenso y menos con tantos factores alrededor del probable éxito o fracaso de estos proyectos. En el caso de filiaciones personales, última oportunidad para Mac Jones, si con 'la tetera' O'Brien no termina de perfilarse, será momento de que los New England Patriots vuelvan a comenzar la aventura de ir en busca del QB perdido.