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El regreso de Jimmy Garoppolo y otras enseñanzas que nos dejó la Semana 2

Los domingos y lunes con futbol americano son los mejores del año, pero eso ya lo sabíamos. Mejor vamos a comentar cinco enseñanzas que podemos tomar de la segunda semana de actividad en la NFL.

La "bondad" de Jimmy Garoppolo quizá salvó la temporada de los 49ers

Cuando los Chiefs decidieron que era tiempo de darle las riendas del equipo a Patrick Mahomes, inmediatamente enviaron a Alex Smith a Washington. Cuando los Ravens vieron que Lamar Jackson era el futuro de la franquicia, Joe Flacco rápidamente terminó en Denver.

Cuando los 49ers nombraron a Trey Lance como su quarterback para 2022, esperaron tanto tiempo a recibir una gran oferta por Jimmy Garoppolo que lo dejaron sin mercado, tan es así que el veterano de nueve temporadas eligió quedarse como reserva por un contrato reducido respecto a los 25 millones de dólares que originalmente iba a recibir este año.

Y no es que fuera imposible para Jimmy G abandonar San Francisco. Cuando un QB franquicia bajo contrato decide que es momento de marcharse su deseo se cumple de un modo u otro, se trate de una estrella como Russell Wilson o Matthew Stafford o un titular molesto por percibir falta de compromiso del equipo con él como fueron los casos de Jay Cutler o Carson Wentz en su momento.

Pero Garoppolo no tuvo la "mala leche" para obligar a los Niners a cortarlo. Le bastaba no sentarse a negociar los 25 MDD que tenía de salario para dejar al equipo sin otra opción que dejarlo ir. Pudo forzarlo incluso antes, advirtiendo a Kyle Shanahan que se presentaría al training camp con la expectativa de recibir snaps de práctica, así fuera con la segunda ofensiva.

Jimmy G no es esa clase de persona. No le gusta alborotar el gallinero en ninguna circunstancia. Así que aceptó simplemente hacerse un lado mientras los 49ers esperaban que algún equipo mostrara interés en él y cuando nadie lo hizo firmó el nuevo contrato que solo le garantizaba 6.5 millones de dólares.

Apenas tres semanas y dos partidos después, el egresado de Eastern Illinois es nuevamente el titular tras la desafortunada lesión de Lance. Y si bien la franquicia lamenta la baja por el resto de la temporada de su QB del futuro, es innegable que la plantilla está encantada de tener de nuevo al mando a quien había sido su líder en los últimos años.

Empezar 0-2 es malo, pero no el desastre que dicen en la TV

En varios partidos los comentaristas de televisión mencionaron en numerosas ocasiones un dato demoledor: desde que la NFL amplió los playoffs a 14 equipos en 2020, los 18 que iniciaron su temporada con dos derrotas quedaron eliminados. Tras dos semanas de actividad, tenemos cinco equipos con ese temido 0-2. ¿Adiós a sus aspiraciones? ¡No tan rápido!

Es cierto que reponerse de un 0-2 es muy difícil: de 1990 a 2021 solo 30 de 265 equipos que comenzaron así lograron alcanzar la postemporada, poco arriba del 11 por ciento. Sin embargo, lo que el dato de la televisión omitía señalar era que las condiciones ahora son de hecho más favorables para quienes deben remontar.

No solo hay un sitio extra en los playoffs desde hace dos años, también la temporada regular tiene un partido más en el calendario, lo que significa que dos derrotas pesan ligeramente menos que hasta 2020.

A fin de cuentas, el factor clave sigue siendo la calidad de los equipos. Si bien Panthers y Falcons tienen pocas armas para aspirar a esta remontada, los tres equipos con 0-2 en la AFC (Raiders, Titans y Bengals) fueron participantes en la postemporada pasada.

Los Lions están construyendo algo prometedor y Amon-Ra St. Brown es la clave

Tras años y años en el fondo de la liga, de la mano de Dave Campbell la escuadra de Michigan empezó a mostrar signos de competitividad en 2021 y para esta temporada parecen estar dando más pasos adelante, con una exhibición razonable contra los formidables Eagles seguida de una victoria más cerrada de lo que en realidad se vio en el partido ante los Commanders.

Punto crucial en cualquier reconstrucción es acertar en el draft y Detroit está viendo resultados con sus picks altos de los últimos años: el tackle Penei Sewell (#7, 2021) ha respondido a las grandes expectativas con las que llegó el año pasado, el ala defensiva Aidan Hutchinson (#2, 2022) consiguió la tres primeras capturas de su carrera contra Washington e incluso Jeff Okudah (#3, 2020) está teniendo un buen arranque de temporada tras dos primeros años de mal juego y lesiones. Incluso el corredor D'Andre Swift (#35, 2020) está promediando más de 10 yardas de avance cada vez que toca el ovoide.

Toda infusión de talento joven resulta aun más determinante cuando se encuentra una joya en las rondas medias del reclutamiento y la de los Lions se llama Amon-Ra St. Brown, el receptor que tomaron en la cuarta ronda (#112 global) del año pasado. Ya un favorito de muchos jugadores de Fantasy desde el cierre de 2021, su desempeño en este comienzo de temporada lo está llevando a un territorio especial.

Con sus nueve recepciones para 116 yardas y dos touchdowns del domingo, el egresado de USC es el tercer jugador en la historia en lograr al menos ocho atrapadas en ocho juegos consecutivos. Los anteriores fueron Antonio Brown y Michael Thomas. También es el tercer integrante del club de jugadores que encadenan seis partidos con al menos una anotación por aire antes de cumplir los 23 años de edad. ¿Los otros miembros? Randy Moss y Rob Gronkowski.

Y sí, se trata simplemente de dos estadísticas que pueden terminar siendo mera anécdota, pero St. Brown se encuentra en compañía privilegiada. Destaca aun más el hecho de que mientras sus pares lograron estas marcas teniendo como quarterbacks a Ben Roethlisberger, Drew Brees, Randall Cunningham y Tom Brady, Amon-Ra lo ha conseguido recibiendo pases de Jared Goff, un QB al que la liga da ya por amortizado.

Nathaniel Hackett está en problemas

A pesar de obtener su primera victoria de la temporada, la exhibición de los Broncos en casa ante los Texans fue tan decepcionante que los aficionados abuchearon fuertemente al equipo.

El playcalling del entrenador en jefe novato fue bastante cuestionable, pero aun peor fue su manejo del reloj, que le costó perder un gol de campo por un retraso de juego y quedarse sin tiempos fuera faltando siete minutos de un partido que para entonces ya iba ganando.

Fue tal la frustración de los aficionados con su equipo que en el último cuarto corearon el tiempo restante en el reloj de jugada antes de cada snap a la ofensiva, en una mezcla de ayuda y burla sin precedente en la NFL.

Si bien puede considerarse prematuro poner en el hot seat a un entrenador con apenas dos partidos disputados, lo cierto es que Hackett ha lucido rebasado por las circunstancias en ambos encuentros y en su contra juega un factor clave: su contratación es una "herencia" de la anterior directiva al nuevo dueño Rob Walton y el CEO Greg Penner, llegados en agosto.

Con una fortuna estimada en 62 mil millones de dólares, que lo hacen el 18º hombre más rico del mundo y -por mucho- el más adinerado entre los dueños de la NFL, para Walton la recisión del contrato de su entrenador sería lo que para los simples mortales nos es pagar la cuenta en el restaurante.

En cualquier organización las nuevas directivas siempre quieren poner a sus hombres de confianza al mando y, de momento, Hackett ha hecho muy poco para ganarse la fe del nuevo propietario de los Broncos.

Ya hemos visto algo similar a los Bills. Una vez, hace 15 años

Le pasaron por encima al campeón defensor en su propio estadio y ahora al equipo que fue sembrado #1 de la Conferencia Americana el año pasado. Llámelo overreaction si así lo desea, pero que quede constancia.