Skip to main content

Mundo NFL | Sitio oficial de la NFL en español

Ben Johnson hace a los Bears contendientes

Después de su victoria de Viernes Negro y la derrota de los Rams en Carolina, los Chicago Bears se han colocado como equipo número 1 en los rankings de la Conferencia Nacional. En su primera temporada al mando de la franquicia, Ben Johnson le ha dado la vuelta a un equipo que hace un año parecía a la deriva. Con cinco partidos aun por disputar los Bears ya han ganado más encuentros que en cualquiera de las seis campañas anteriores, en las que siempre acumularon récords perdedores. Hace exactamente un año por estas fechas os hablaba por aquí del buen hacer de Johnson como coordinador ofensivo de Detroit y cómo merecía un puesto de entrenador jefe. La oportunidad se le presentó en Chicago y, sin duda, la está aprovechando. De momento tiene a sus muchachos en una racha de cinco triunfos consecutivos y en lo más alto de la competitiva división NFC Norte. Vamos a analizar hoy los principales cambios que ha implementado en la ofensiva, actualmente la número 8 de toda la NFL en puntos anotados y la número 6 en yardas acumuladas.

El ataque de los Lions empezaba por su dominante línea ofensiva, por eso Ben Johnson sabía que no haría funcionar su esquema, ni ningún otro realmente, si no solucionaba el problema de la OL de los Bears. En 2024, el quarterback Caleb Williams encajó 68 sacks, la peor marca de la competición. Con un porcentaje de casi el 11% de sacks en sus intentos de pase iba a ser imposible montar una ofensiva consistente. De esta forma, durante la offseason, el general manager Ryan Poles orquestó traspasos por los guards Joe Thuney y Jonah Jackson y adquirió al center agente libre, Drew Dalman. Si avanzamos a 2025, vemos cómo Williams ha tomado 19 sacks tras doce juegos, un porcentaje del 4.6% que habla bien a las claras de la mejoría de esa línea ofensiva.

Jugando detrás de una protección mucho más estable, Williams se está mostrando bastante más seguro al mando de las operaciones. Detrás de él tiene a un hombre, Ben Johnson, que le protege en todo momento para que tome las mejores decisiones. En el olvido han quedado situaciones pésimas de gestión del juego como la que sucedió en Acción de Gracias del año pasado. Por su carácter agresivo de pistolero, Williams va a caer en malas acciones de vez en cuando, como la que le costó un touchdown ante Pittsburgh hace dos semanas, pero en la mayoría de ocasiones está ejecutando lo que su head coach le ordena desde la banda.

Desde que tomaron el bye en la semana 5 Chicago ha dado un salto cualitativo y cuantitativo en su juego terrestre. En sus cuatro primeros choques previos al descanso el equipo promedió 102.3 yardas. Desde entonces, en ocho partidos la media ha subido hasta las 179.6 yardas, incluidas tres actuaciones de más de doscientas yardas. En global, los Bears marchan en segunda posición de toda la liga en esta faceta del juego, lo que está obligando a las defensas a ajustar sus planteamientos. Los conceptos zonales exteriores abundan en el esquema de Johnson, especialmente cuando es D´Andre Swift el que lleva la pelota en su mano. Dos de cada tres carreras suyas van dirigidas hacia el exterior. La clave en estas acciones es estirar al máximo el lado al que ataca la carrera (el front side) y cortar el lado contrario por el que la defensa va a perseguir (el backside). Esta tónica se repitió una y otra vez en el duelo ante Philadelphia Eagles.

Swift es el quinto jugador que más yardas ha ganado antes del contacto en toda la NFL, lo que nos indica muy bien el positivo desempeño de la línea ofensiva. De hecho, ya ha conseguido más yardas antes de contacto que en toda la campaña pasada con cerca de cien carreras menos. Swift no es el único que se está complementado a la perfección con esa línea de ataque. El novato de séptima ronda, Kyle Monangai, ha sido un auténtico descubrimiento. Corre con potencia, encuentra muy bien el mejor hueco disponible y finaliza sus carreras haciendo daño a la defensa en lugar de recibirlo. No sé si esta pareja llegará a los resultados cosechados por Jahmyr Gibbs y David Montgomery en Detroit, pero lo cierto es que Ben Johnson ha conseguido mucho más pronto de lo que se esperaba encontrar su dúo dinámico en el backfield.

Johnson es un auténtico propulsor del motion en su esquema ofensivo. Lo implementa a la perfección tanto en el juego de pase como en el de carrera. Junto a los cambios de posición pre snap, constantemente tiene a las defensas jugando a contrapié. Os voy a explicar la jugada que más me llamó la atención en ese sentido de su choque frente a los actuales campeones. Los Bears juegan personal 11, es decir, tres wide receivers, un tight end y un runningback (Swift) en el campo. Nada más colocarse en la línea, tenemos cambio del tight end, que pasa de estar incrustado en la formación a alinearse como fullback.

Img1

A continuación, los Bears juegan motion de derecha a izquierda con uno de los dos wide receivers del lado derecho; todo esto enmarcado dentro de una formación muy condensada, una clara alerta para la defensa de una posible ruta cruzada entre receptores en una jugada de pase.

Img2

Observad la reacción que produce en la defensa el movimiento del wide receiver. Los safeties cambian su posicionamiento. Uno se acerca mucho a la línea y el otro pasa a estar solo en la zona profunda. Esto es una clara indicación para la ofensiva de que van a recibir cobertura al hombre.

Img3

Ahora viene la parte más interesante de la jugada, cuando se pone en marcha la misma. El tight end que se había colocado como fullback no va a bloquear, sino que sale a ruta a la zona flat. Esto va a arrastrar al linebacker Nakobe Dean (en azul), su asignación en lo que efectivamente es una cobertura al hombre. Por otro lado, en verde tenéis que ver cómo Cooper DeJean queda congelado por el amago en el backfield de carrera y el movimiento de D.J. Moore (en amarillo) desde el lado izquierdo de la formación hacia el derecho.

Img4

Lo bueno de todo este esquema es que la jugada no es un pase, como ha intentado vender Ben Johnson desde el inicio, sino que es una carrera. La pelota está en manos de D´Andre Swift (en rojo), quien tiene todo el espacio del mundo para cortar porque su entrenador le ha quitado dos defensores de encima gracias a los movimientos pre y post snap. Dean y DeJean están completamente fuera de la acción, los Eagles no tienen a nadie en el lado débil para defender esa carrera que gana muchas yardas.

Img5

Por supuesto, todo el esfuerzo por montar esta gran línea ofensiva y juego terrestre sería baldío si no lograse el head coach hacer progresar a su quarterback estrella, el número 1 absoluto del draft de 2024. Williams tiene la presión de jugar a la altura de las expectativas, algo que no es fácil, especialmente en una gran ciudad como Chicago. Los conceptos de pase de Johnson están plagados de combinaciones de rutas que buscan atacar a la defensa verticalmente, estirándola para generar espacios que suelen ser golpeados en la zona media con rutas cruzadas. Muchas de estas acciones vienen tras play-action y especialmente en primer down y diez, cuando las defensas juegan patrones de cobertura más básicos y están menos guarnecidas contra el juego de pase. En primera oportunidad Williams acumula siete touchdowns por ninguna intercepción. Además, con el juego terrestre generando yardas por doquier, las opciones de primer down se multiplican, lo que resulta en que es precisamente en este down cuando más pases intenta el quarterback. Cuando decimos que una fase del juego debe complementar a la otra, éste es un buen ejemplo.

Johnson está haciendo a Williams jugar debajo del center más de lo que lo había hecho en su vida. Aquí vemos como a partir de play-action, en un primera y diez, el head coach va a ser agresivo con su llamada y atacará a la defensa con un concepto de pase vertical.

Img6

La finta de carrera capta la atención de los linebackers, generando un espacio muy grande para que Williams conecte con su receptor. Observad el timing y la anticipación del quarterback, que va a desprenderse de la pelota antes siquiera de que su compañero se haya girado a buscar el pase. Esto es mérito de Johnson, que está logrando que un jugador acostumbrado a inventarse pases confíe en el sistema y lo ejecute con brillantez.

Img7

El proceso por supuesto no está terminado. Williams debe mejorar su precisión y colocación de balones, principal causa de que esté completando menos del 60% de sus envíos. En ocasiones, debe aprender a jugar mejor con la velocidad de sus lanzamientos. Abusa de su talento de brazo, dándole más potencia de lo que es necesario a algunos pases. Cuando busca a su receptor número 1, el también prometedor Rome Odunze, esto se evidencia una y otra vez. Hasta ahora ambos han conectado en tan solo 44 de 90 intentos, el tercer peor ratio entre quarterback y wide receiver de toda la NFL.

Si bien la química entre Williams y Odunze no termina de surgir, lo cierto es que hay otro joven que sí está encontrando cada día más su hueco en la ofensiva. Hablamos del tight end rookie Colston Loveland. El también primera ronda de draft es un jugador muy atlético para su posición, de hecho parece más un wide receiver grande que un tight end. Seguramente no sea tan versátil o potente como su compañero de clase, Tyler Warren de los Indianapolis Colts, pero desde luego es más ágil y más peligroso como corredor de rutas. Jugando con el leverage del defensor anotó un touchdown de mérito ante Pittsburgh Steelers. Además, está siendo el principal beneficiario de los lanzamientos que completa Williams en jugadas rotas, lo que subraya el entendimiento entre ambos. Johnson lo está utilizando saliendo desde el slot para generar emparejamientos favorables, es demasiado grande para un safety y demasiado rápido para un linebacker.

En la acción que os presento a continuación los Bears juegan personal 12, es decir, dos tight ends en el terreno de juego, Loveland y Kmet. Esto va a obligar a los Steelers a utilizar su personal base con tres linebackers en el campo. Loveland va a realizar un motion antes del snap, al que la defensa no va a reaccionar, señalando una previsible cobertura zonal.

Cuando se ponga la pelota en marcha Chicago va a conseguir aislar a Loveland con un linebacker, justo lo que quería Ben Johnson. La ruta del wide receiver de ese lado va a sacar de la ecuación al cornerback, mientras que los safeties van a retroceder en lo que es una cobertura two-deep.

Desde la toma trasera de la end zone podéis ver más claramente el emparejamiento favorable para Loveland, que tiene dos opciones en la parte alta de su ruta, cortar hacia dentro o hacia fuera.

Los Bears no son ni mucho menos un conjunto terminado, pero la semilla plantada por Ben Johnson sin duda alguna germina a buen ritmo. En las próximas tres semanas Chicago tendrá dos pruebas de fuego ante su rival histórico y principal escollo en la división, los Green Bay Packers, empezando por este domingo. En su presentación oficial como head coach Johnson lanzó un dardo envenenado a la franquicia de Wisconsin que probablemente sea utilizado por Matt LaFleur para motivar a sus pupilos. El vencedor del duelo dormirá como líder de la NFC Norte. De momento, los que duermen mucho más tranquilos son los fans del equipo de la ciudad del viento. Su equipo se ha convertido en un contendiente.