Hoy vamos a ir directo al grano, sin tantas vueltas. El domingo pasado, Joseph Lee Burrow (popularmente conocido como Joe Burrow) tuvo, a mis ojos, la mejor actuación de un quarterback en las ocho semanas que lleva la temporada 2023-24 de la NFL.
En la victoria 31-17 de Cincinnati Bengals sobre San Francisco 49ers (en Levi´s Stadium, donde los Niners no perdían hace 11 partidos), Burrow completó 28 de 32 pases para 283 yardas y 3 TD´s, además de correr para otras 43 yardas (en 7.2 yds por acarreo).
Todos estos números que acumuló Burrow, contra una defensa espectacular que cuenta entre sus filas con figuras como Nick Bosa y Fred Warner (el mejor linebacker de la liga), y que ahora sumó a Chase Young en el trade deadline, son muy bonitos e indican que la performance del QB de los Bengals fue casi perfecta. Ok, listo. Ya nos sacamos de encima lo básico.
Ahora, vean esta jugada:
WOW. Permítanme por un segundo imaginar cómo reaccionarían Álvaro, Rubén Ibeas o cualquier español fan de NFL (siempre desde el respeto y el cariño) ante esto de Burrow: "PERO VAMOS A VER: ¿QUÉ COJONES ES ESTO?"
Es que sí, realmente no se puede creer lo que ven nuestros ojos. La cantidad de acciones que realiza Burrow en ese 3rd down (de nuevo, mientras es presionado por una de las mejores líneas defensivas de toda la liga) es innumerable. Para poder A- salir de la presión y B- completar el pase, se requiere una combinación de talento, fortaleza física, anticipación, velocidad y precisión que sólo es poseída por dos hombres en todo el planeta: Patrick Mahomes y el propio Burrow.
Mírenla de nuevo, con este fabuloso video explicativo de Joe Goodberry, analista especializado en los Bengals:
Fue como un déjà vu. No me sucedió viendo el partido en vivo, pero instantáneamente después de cruzarme con el tweet de Álvaro, me acordé de otra jugada de Burrow. Esta ocurrió en enero de 2022, en el AFC Championship Game. En Arrowhead. El día que Joe Cool se graduó oficialmente de LSU y anunció su arribo a la NFL, venciendo a Mahomes en su casa y metiendo a Cincinnati en el Superbowl (que luego perdería a manos de los Rams).
Desde ya que, si comparamos ambos clips, el de este domingo tiene un grado de dificultad ampliamente superior. Pero en mí, producen el mismo efecto: el de ver a un verdadero a-se-si-no. Un jugador con sangre fría, quien –sin importar cuan adverso sea el contexto- siempre va a encontrar la manera de salir adelante.
Es indudable que Burrow tiene un aura, un ángel. Algo que lo hace distinto al resto. Incluso, creo, distinto de Mahomes. No digo mejor eh: simplemente distinto. No soy el primero ni seré el último al que se le ocurra comparar a Burrow con Tom Brady, el máximo exponente de la resiliencia deportiva a toda costa.
Es gracioso porque, al día de hoy, Cincinnati todavía se encuentra afuera de Playoffs. Su record es apenas 4-3. Sin embargo, tras un primer mes y medio de competencia tumultuoso, con un Burrow evidentemente lesionado (otro punto a su favor: otros QB´s hubieran optado por descansar hasta ponerse al 100%), la victoria sobre los 49ers los vuelve a poner en el centro de atención.
Burrow descuartizó la defensa de San Francisco, volvió a reconectarse con Ja´Marr Chase y Tee Higgins y nos mandó un claro mensaje: espero que no se hayan olvidado de mí. I´m back.
