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Anthony Hargrove: de la calle a ganar el trofeo Vince Lombardi

Tocar sus sueños se convirtió en la peor pesadilla. Tras años de esfuerzo, Anthony Hargrove llegó a la NFL a vivir la ilusión que muchos cuentan pero pocos protagonizan entre fama y riquezas; sin embargo, en la anhelada cima de lo que algunos consideran éxito, descubrió la autodestrucción y la fragilidad de sus decisiones entre los abusos de sustancias nocivas. Una vez en la oscura adversidad, en unos meses 'Tony' salió de la zona de desastre, hasta ganar el Super Bowl XLIV y cargar el trofeo Vince Lombardi.

"El dinero a veces puede arruinarte, dejar en bancarrota tu alma. Puedes tener millones en el banco, siete carros, una gran casa, pero en mi caso, llegué en un punto a tocar fondo y a preguntarme "¿dónde están mis sueños en realidad?", confesó Hargrove en una sincera entrevista con la New Orleans Saints community, al hacer una retrospectiva de su vida.

Tal vez en un capítulo de su historia 'Tony' eligió un camino casi sin salida, pero desde muy pequeño enfrentó circunstancias que lo dejaron en ruinas una y otra vez, y cada ocasión encontró la forma de reconstruirse.

Nacido en Brooklyn, Nueva York, Anthony fue el hijo menor de tres que tuvo Rosa Lee Hargrove. Cuando tenía seis años, una noche que parecía de diversión se transformó en tragedia.

"Estábamos tomando un baño mi hermano, mi hermana y yo, cuando empezó a percibirse humo y así nos dimos cuenta de que había fuego en el departamento. Un bombero nos sacó de allí, en el camino recuerdo que perdí un zapato. Esa noche terminó con mi mamá regresando al edificio, sacó a la señora del departamento donde había empezado el incendio y una vez fuera, mi mamá le dio una paliza", recuerda el ex ala defensiva que llegó a los emparrillados de siete franquicias de la NFL.

Así comenzó una vida errante entre refugios y y en ocasiones noches de dormir sin techo, pero en el proceso Anthony tuvo la guía de su madre y a quien él mismo considera una maestra. "Vive por algo o muere por nada", le decía Rosa Lee Hargrove, quien muchas veces le recordó que la situación no definiría su historia.

"Mi mamá siempre nos dio un sentido de dignidad y orgullo respecto a quiénes éramos. Así fui avanzando en la vida. La verdad yo no aprendí mucho sobre la estructura de la vida hasta que ella falleció", recordó el ex jugador, que tenía apenas nueve años cuando su mamá dio el último suspiro.

"Desde entonces y hasta el día de hoy mi mamá ha sido mi mejor amiga. Siempre la vi como un ejemplo a seguir. Era perseverante, nada la detenía, así que cuando murió perdí a una persona con la que me identificaba muchísimo".

Hargrove fue adoptado por un tío y se mudó a Port Charlotte en Florida, así comenzó su gusto por el futbol americano y el talento lo llevó a jugar para Georgia Tech, hasta que fue seleccionado por los St. Luis Rams en la tercera ronda del Draft NFL del 2004. Cuando apenas comenzaba el sueño, todo se tornó en caos.

"En mi segundo año en la NFL fue el principio del fin: empecé a tomar y ya en 2005 los abusos escalaron del alcohol a la marihuana, después la cocaína".

Anthony se perdió entrenamientos y los Rams lo reportaron perdido, mientras él estaba en una larga sesión de abuso de sustancias nocivas.

"Solo quería salir corriendo. En ese punto me di cuenta de que estaba manejando muy mal ese camino de alcanzar la fama y la fortuna", confesó el ex defensivo, que el próximo 20 de julio cumplirá 40 años.

St. Louis Rams' Anthony Hargrove (95) celebrates with Fakhir Brown after sacking Denver Broncos quarterback Jake Plummer in the first half in an NFL football game Sunday, Sept. 10, 2006, in St. Louis. The Rams won 18-10. (AP Photo/Bill Boyce)

Desesperado, Anthony ingresaba sin éxito a distintos centros de rehabilitación, hasta que en 2008 regresó al estado que lo vio crecer: Florida. Se alejó del futbol americano y enfocó cada día en reajustar su salud y recuperar su vida en un programa de rehabilitación.

"Eso fue difícil como el mismo infierno. Lo que la gente no te dice de rehabilitarte es que pasaras por los juicios de muchas personas. Estás bajo el microscopio constantemente, porque te cuestionan todo lo que haces o no haces. Para mi fue como cruzar por el infierno", externó el jugador.

Anthony ya había vestido los uniformes de los St. Louis Rams y los Buffalo Bills, pero en 2009, al salir de su última y efectiva recuperación, los New Orleans Saints confiaron no solo en su talento deportivo, también en su crecimiento personal y le abrieron sus puertas al renovado 'Tony', que demostró con creces su valor: el 8 de noviembre, contra los Carolina Panthers, en una jugada defensiva recuperó un balón y logró un TD en el último cuarto; no solo fue la peculiaridad de ver a un defensivo anotar, la rareza se enmarcó en el primer inicio de temporada con ocho victorias al hilo, sin derrota, en la historia de los Saints; la temporada cerro con New Orleans levantando el trofeo Vince Lombardi, al ganar el Super Bowl XLIV por 30-17 a los Indianapolis Colts que entonces dirigían su ofensiva en las manos del legendario Peyton Manning.

Indianapolis Colts quarterback Peyton Manning (18) throws under pressure from New Orleans Saints defensive end Anthony Hargrove (69) during the first half of the NFL Super Bowl XLIV football game in Miami, Sunday, Feb. 7, 2010. (AP Photo/Charlie Riedel)

Curiosamente aquella edición del Super Bowl se jugó en el Sun Life Stadium de Miami, ciudad en la que tan solo 13 meses atrás Anthony dio el paso a una vida libre de adicciones y en esa misma ciudad, semanas después, ganó el partido más importante de cada temporada en al NFL, pero él le dio una nueva perspectiva a la victoria.

"Hoy el éxito tiene un significado diferente para mi: éxito quiere decir: perseverar contra viento y marea y no rendirse nunca. En ocasiones voy por la calle y de pronto alguien me para y dice: "no me conoces, pero vi un video sobre ti. Tú me inspiraste a reacomodar mi vida". Antes mi sueño era ser rico y famoso y ahora sé que en verdad quiero hacer algo que cambie el mundo y ayudar a la gente", reflexionó.

Su meta no era el reconocimiento, sino salir de la pesadilla que él mismo había creado en el mundo de las adicciones, pero al cerrar la temporada, ganó del Premio 'Ed Block Courage', que se entrega anualmente a un jugador de cada franquicia NFL y en la que solo se consideran los votos de los propios jugadores, quienes eligen a un compañero que fuera inspirador, que mostrara valentía o fuese un modelo que enalteciera los valores más altos del deporte.

Después de los Saints, Anthony jugó con los Philadelphia Eagles, los Seattle Seahawks y los Green Bay Packers; hoy apoya los entrenamientos atléticos del equipo MTV Mavericks, que pertenece a Olimpiadas Especiales, y en 2022 fue nombrado entrenador defensivo de la Limestone University en Carolina del Sur, como parte del staff del veterano ex NFL Mike Furrey.