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Aaron Rodgers y la conquista de Nueva York

Desde que puso un pie en la ciudad de New York, Aaron Rodgers no ha hecho otra cosa que pasarlo bien. Ha estado viendo a los New York Rangers, a los New York Knicks y se ha entrenado con su nuevo equipo en las prácticas realizadas días después de que se celebrase el Draft de Kansas City. Al quarterback se le ve contento. Allá por donde va, siempre muestra una sonrisa en la cara que denota felicidad. Su etapa en los Green Bay Packers había llegado a su fin, y tanto jugador como franquicia estaban deseando separar sus caminos. Ahora, cada uno tiene un duro trabajo por delante para intentar cumplir sus respectivos objetivos.

New York Jets quarterback Aaron Rodgers, left, meets with moviemaker Spike Lee, right, during Game 1 in the NBA basketball Eastern Conference semifinals playoff series between the New York Knicks and the Miami Heat, Sunday, April 30, 2023, in New York. (AP Photo/John Minchillo)

Los New York Jets ha sido una franquicia muy mal gestionada desde hace muchos años. El 22 de noviembre de 2012 fue la última vez que vimos al equipo de Woody Johnson jugando en un Sunday Night Football. Aquella noche, los Jets se enfrentaron a los New England Patriots y cayeron derrotados por un estrepitoso 49-19. Después de este bochorno, desaparecieron del partido de prime time de la jornada dominical hasta este 2023, donde se espera que vuelvan a aparecer tras la adquisición del quarterback originario de Chico.

Además de esto, los New York Jets llevan sin aparecer en playoffs desde que perdiesen en la final de conferencia, frente a los Pittsburgh Steelers, en la temporada de 2010, año en el que Aaron Rodgers disputó y ganó su único Super Bowl. Por todo esto, la afición del equipo neoyorquino se ha ilusionado como lleva demasiado tiempo sin hacerlo.

Que un quarterback tan veterano llegue a un nuevo equipo no es fácil de manejar por ninguna de las partes implicadas. El equipo debe encajar al jugador lo más rápido posible en su esquema ofensivo y el quarterback debe conocer y generar química con sus receptores lo antes posible. A su vez, un nuevo playbook llega a sus manos y debe integrar todo su conocimiento anterior con la novedad del destino al que ha llegado. Sin embargo, lo que podría ser algo muy costoso para cualquier otro, no lo será tanto para Rodgers. Los Jets no quisieron dejar nada al azar y prepararon de la mejor manera la llegada del ex-packer, por lo que lo primero que hicieron fue contratar a uno de los hombres de mayor confianza para el quarterback. Nathaniel Hackett sería el nuevo coordinador ofensivo de los de Robert Saleh.

Hackett ha pasado por diferentes fases como coordinador ofensivo. Los únicos momentos en los que ha sido el encargado de mandar las jugadas durante el partido fueron en su periplo con los Jaguars y en su fallido intento de ser head coach de los Denver Broncos en 2022. En los Jaguars de 2017, el ataque funcionó realmente bien a pesar de no contar con un quarterback nada solvente como era Blake Bortles. Aquella temporada acabaron sextos en yardas y quintos en puntos anotados. Las otras dos campañas como OC de la franquicia de Jacksonville no fueron tan buenas. En 2016, ocuparon el puesto 23 en yardas y el 25 en anotaciones. En 2018 fueron el vigésimo séptimo en yardas y el trigésimo primero en anotaciones.

Anteriormente, Hackett había sido el coordinador ofensivo de los Buffalo Bills en 2013 y 2014, y en ambas temporadas el equipo tampoco es que destacase en ninguna estadística ofensiva. En su defensa se podría decir que, además del mencionado Blake Bortles, los quarterbacks que comandaron sus ataques fueron E.J. Manuel, Cody Kessler, Thaddeus Lewis, Kyle Orton y Jeff Tuel. Pero todo cambió cuando Matt LaFleur se lo llevó a Green Bay para ser su coordinador ofensivo. LaFleur era quien mandaba las jugadas, pero Hackett supervisaba la planificación de la red zone y estaba muy involucrado en el plan de juego semanal que se desarrollaba durante los partidos. En los tres años de Hackett como coordinador ofensivo de los Packers (2019-21), Green Bay fue uno de los mejores ataques de toda la liga, ayudando a Aaron Rodgers a conseguir sus dos últimos MVPs.

"Me encanta Hack", decía Rodgers en uno de los programas de Pat McAfee. "Hack es mi chico, y su mujer Megan y los niños son muy especiales para mí. Estoy muy unido a ellos desde que llegaron a Green Bay. Todos tenemos ciertos entrenadores que han significado mucho para nosotros a lo largo de los años", continuaba diciendo Rodgers, "y, obviamente, Nathaniel es uno de esos tipos. Durante mi etapa con los Packers, siempre ha habido entrenadores a los que me he vinculado emocionalmente. Hay gente a la que quieres y que son compañeros de equipo, pero hay otros a los que quieres y, además, pasas mucho tiempo con ellos fuera del campo. Es algo normal en todos los equipos". Estaba claro que Hackett era una de las razones más fuertes para que Aaron Rodgers eligiese a los Jets como su nuevo equipo. "Cualquiera que haya estado cerca de Nathaniel Hackett sabe que trae mucha energía y mucha diversión. Es un increíble conocedor del juego, especialmente en la posición quarterback. Y, además, es un sensacional ser humano".

Green Bay Packers offensive coordinator Nathaniel Hackett talks with quarterback Aaron Rodgers during pregame of an NFL football game against the Detroit Lions, Sunday, Jan. 9, 2022, in Detroit. (AP Photo/Duane Burleson)

Las llegadas de ex jugadores packer como Allen Lazard, Randall Cobb o Billy Turner, hacen que las semejanzas entre los Packers de LaFleur y estos Jets vayan a ser más que reconocibles, por lo que os voy a dejar algunas claves de lo que podemos ver en la Gran Manzana a partir del 7 de septiembre, cuando comience la nueva temporada de la NFL.

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO TERRESTRE EN EL ESQUEMA HACKETT

Los Jets se deshicieron de Mike LaFleur cuando acabó la temporada. Mike es hermano de Matt LaFleur, y ambos vienen de la escuela Shanahan/McVay, por lo que la continuidad está casi asegurada. Hackett trae consigo un ataque West Coast Offense con mucho de lo que han estado haciendo los Packers de LaFleur y Rodgers, así que para Rodgers será como seguir un camino que había comenzado en 2019. El énfasis en el juego terrestre será una de las obligaciones de Hackett, y lo intentará ejecutar con las outside zones o wide zones que tanto vimos en los Packers estos últimos años, ya que Breece Hall, su running back estelar, se siente muy cómodo con todo este tipo de situaciones.

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En la imagen de arriba vemos una toss play en los Jets de 2022. Hackett y LaFleur usaron muchísimo a sus running backs con jugadas así, mandando a gente bloqueando en el exterior y en el segundo nivel. Como podéis ver aquí, los WRs se encargan de bloquear a los defensores del edge, mientras que el tight end, el left tackle y el center salen de la línea ofensiva para bloquear al apoyo contra la carrera que llega desde el siguiente nivel. Breece Hall es un corredor que lee muy bien los bloqueos zonales y suele atacar el gap abierto con bastante velocidad. En el tweet de debajo tenéis un touchdown de 62 yardas jugando la misma situación que os he explicado. Todas estas jugadas de toss play o de outside zone, también influyen en el juego de play action que necesitan ejecutar los Jets.

Si algo ha sido básico en los Packers de la era LaFleur/Hackett es la ejecución en el juego de carrera. Tanto por parte de la línea ofensiva como por parte del resto de jugadores involucrados en el bloqueo. Gente como Allen Lazard se antoja fundamental para continuar ese trabajo en estos Jets, así como se espera de Denzel Mims o de Corey Davis, siempre y cuando ambos estén el roster final. Las formaciones creadas con los WRs cerca de la linea ofensiva, generan mucho estrés en la defensa a la hora de defender el posible juego aéreo que se deriva de ese play action. Además, Breece Hall dejó claro que en el juego aéreo también puede ser un jugador a tener en cuenta. Quizás no en el papel de Aaron Jones, quien se podía alinear por todo el campo, pero sí siendo un peligro desde el backfield, como podéis observar en la secuencia de abajo atacando a linebackers o jugadores más pesados que él. O incluso en RB Screens, donde su visión de los bloqueos puede hacerlo ganar muchas yardas a campo abierto.

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Pero lo que todos los aficionados de los Jets están deseando ver es la conexión que más ilusiona en la franquicia, y no es otra que la que van a formar Aaron Rodgers y el actual rookie ofensivo del año: Garrett Wilson.

CONEXIÓN RODGERS-WILSON

"Garrett es un chico de mucho talento, eso es obvio. Le lancé un pase hoy y, cuando me giré, pensé 'wow'. Su habilidad para jugar los cortes es fabulosa. Hay otro número 17 con el que jugué durante mucho tiempo que eso lo hace mejor que nadie, pero la explosividad de Garrett en los cortes hacia dentro y hacia fuera es bastante similar". Esto decía Aaron Rodgers de su nuevo wide receiver. Solo le hicieron falta un par de pases para darse cuenta del talento con el cuentan los Jets en su jugador. Y es que Garrett Wilson debe ser capaz de ocupar el rol que tan bien supo ejecutar Davante Adams en los Green Bay Packers. 

Es cierto que Adams es un poquito más grande y con más cuerpo que Wilson, pero esto no quita para que Hackett intente replicar el juego del actual receptor de los Raiders con Garrett Wilson. Desde que Lafleur y Hackett se hicieron con el control del ataque en los Packers, Adams vio como su alineación en el campo fue yéndose más y más al interior. En 2018, Adams había jugado casi un 80% de sus snaps alineado abierto, mientras que en 2021, su último año en el equipo, lo hizo en un 66'8%. Hackett y LaFleur fueron moviéndolo hacia el slot para aprovechar mucho mejor sus habilidades, ya fuese contra defensas zonales o individuales. 

Garrett Wilson, en su año rookie, jugó el 62'6% de sus snaps abierto y el 36'1% desde el slot. Es decir, la visión que Mike LaFleur tuvo de él fue muy parecida a lo que los Packers tenían con Adams. Y eso no va a cambiar en este 2023. Desde ahí, Wilson es capaz de ganar desde el inicio de la ruta con su release. Sus explosivos pies ejecutan muy bien los fake steps para mover al cornerback y así generar separación y espacio para su velocidad. Alineado por dentro de los números, Wilson tiene espacio para jugar al exterior ya sea en situaciones de pase rápido y corto, o para generarle espacio por fuera de los números en rutas de más de 10-12 yardas. Ese release tan eficaz le da al quarterback buenas opciones de pase en rutas slant o RPOs, algo que siempre hemos visto ejecutar a Rodgers de la mejor manera. En el tweet de debajo tenéis algunos de estos releases y sus semejanzas con el juego de Davante Adams.

Y si nos vamos al resto de cualidades, no podemos obviar eso de lo que hablaba Aaron Rodgers en su entrevista con Pat McAfee: los cortes. Garrett Wilson es un excepcional route-runner. Ya no solo por su release al inicio de la ruta o por su velocidad, si no por la manera de ejecutar los cortes, ya sea al interior o al exterior. 

Wilson es capaz de acelerar y atacar al defensor verticalmente para, acto seguido, plantar el pie, bajar su centro de gravedad y salir del corte como una bala. Además, suele usar muy bien su cabeza y hombros para engañar al defensor y hacerle creer que el corte va a ir hacia otro lado, generando una rectificación por parte de su rival y dandole el espacio suficiente para poder hacer una recepción más cómoda. La localización de balón y su ajuste al pase también son excelentes. En la imagen de debajo, tenemos a Wilson alineado por dentro de los números en una formación cerrada. Arranca la ruta y acelera para atacar el interior del cornerback, quien abre sus caderas ante la dirección que está tomando el receptor. Wilson hace un primer corte hacia el exterior y continua verticalmente buscando la espalda del cornerback. Cuando tanto cornerback como safety creen que va a seguir en profundo, Wilson vuelve a jugar otro corte explosivo hacia el exterior para generar aún más separación. Mirad como finaliza la jugada, con los dos pies dentro del campo, en un pase complicado de atrapar.

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El uso que hará Hackett de él, va a conllevar muchas situaciones en las que Wilson busque la espalda de los linebackers y la cara de los safeties cuando el rival juegue en defensa zonal. Todo este route-running de Garrett Wilson facilita la ejecución de conceptos de rutas que involucren una ruta más profunda para arrastrar a la secundaria y otra interior, para así generar ese espacio para que el receptor de los Jets pueda situarse a la espalda de los linebackers y lejos de los cornerbacks. Debajo tenéis un tweet donde podéis comprobar todos esos cortes y fake steps que Wilson juega en sus rutas y que producen tanto caos a su alrededor. Ni Zach Wilson, ni Joe Flacco ni Mike White pudieron sacar rendimiento de lo que ofrecía Garrett Wilson en el campo. Aaron Rodgers está capacitado para hacer brillar al rookie ofensivo de 2022.

¿Y EL RESTO DEL ATAQUE?

No sorprendo a nadie si digo que el gran problema de los New York Jets en 2022 fue su ataque. Todos lo vimos. Así que, arreglado el problema con el coordinador ofensivo y con el quarterback, la gerencia ha intentado darle a Rodgers y a Hackett armas que conozcan bien el sistema para que toda la adaptación sea más rápida. Una de las primeras contrataciones en la Agencia Libre fue la de Allen Lazard. Si quieres que tu quarterback se encuentre cómodo, tienes que generar confianza en su unidad de wide receivers, y quién mejor que alguien que ha estado jugando con Rodgers los últimos cinco años y que, además, es amigo íntimo del quarterback. Lazard es un buen complemento a un wide receiver como Garrett Wilson y Mecole Hardman, otra de las contrataciones para reforzar esa posición. Con Lazard, Rodgers tiene a alguien con el que se entiende con una simple mirada. Lazard se va a mover por todo el campo y va a aprovechar el espacio que generan los otros dos wide receivers para buscar situaciones muy reconocibles en su juego en los Packers.

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En las dos imágenes de arriba, tenemos dos acciones casi idénticas. La defensa muestra un solo safety profundo y Lazard alinea abierto frente a su cornerback. Cuando Rodgers recibe el snap, lo primero que hace es asegurarse de que es una defensa con un solo safety profundo, lo congela para que no pueda decantarse para ningún lado y suelta el pase a Lazard en la ruta vertical por el exterior. Es fundamental la química quarterback-receptor para que ese tipo de envíos se hagan con la mayor probabilidad de acierto. En ambas acciones, Lazard no tiene ventaja respecto su defensor en el momento en el que Rodgers suelta el pase, pero sabe exactamente dónde va a caer el balón. Son dos recepciones de muchísimo mérito por parte de ambos.

En la imagen de abajo podéis ver otro de los recursos más habituales que han usado LaFleur y Hackett cuando se han enfrentado a defensas individuales de un solo safety profundo: la slot fade. En innumerables veces hemos visto jugar esta ruta tanto a Davante Adams como a Allen Lazard en el pasado, y es algo que veremos de nuevo esta temporada. Mirad como, cuando Rodgers recibe el snap, primero localiza al safety del backside y rápidamente gira sus ojos para ver al otro safety caer a la caja como robber para evitar rutas interiores. Lazard vuelve a ir en profundo, esta vez saliendo desde el slot, y consigue de nuevo una gran ganancia de yardas.

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Aaron Rodgers ha hablado en muchas ocasiones sobre cómo creció su carrera bajo la West Coast Offense de Mike McCarthy, un esquema basado en el tiempo y orientado a los pases cortos y a los conceptos de rutas que generan espacio para las yardas después de la recepción. Nathaniel Hackett también ha llevado este sistema de juego ofensivo allá por donde ha ido, por lo que un jugador como Mecole Hardman le va a ser muy útil para estirar a las defensas verticalmente, pero también horizontalmente con todo ese juego detrás de la linea de scrimmage y de screens que aporta el ex receptor de Chiefs. Incluso para hacerlo jugar saliendo del backfield y así generar ventajas contra la defensa rival.

Y, por último, los tight ends. Por lo que he visto de Tyler Conklin, es muy probable que vaya a ser un jugador con el que Rodgers vaya a conectar rápido. El año pasado se adaptó muy bien al sistema de Mike LaFleur y demostró ser un recurso importante para los quarterbacks del equipo. Reconoce muy bien los spots débiles de las defensas zonales y es capaz de atacar bien en rutas verticales para partir a los dos safeties, al igual que podría hacer CJ Uzomah en formaciones de dos tight ends.

La llegada de Aaron Rodgers a New York ha sido todo un acontecimiento en la ciudad que nunca duerme. La venta de entradas para ver a los Jets se ha elevado en un 400% y las ventas de productos del equipo a través de la web se incrementaron más de 1.2 millones de dólares en las primeras 48 horas (datos Agencia EFE). La locura se ha instalado en la Gran Manzana y solo se respira felicidad en una franquicia que lo ha pasado realmente mal en la última década.

La operación conlleva un riesgo alto, pero los Jets han querido apostar fuerte para volver a estar en la cima, o al menos intentarlo. Aaron Rodgers tiene mucho que perder en esta nueva aventura, así que debe poner todos los sentidos dentro del campo y eso es algo que, por lo que hemos visto del quarterback estos últimos años, no tenemos nada seguro.

Por el otro lado, Nathaniel Hackett tiene herramientas para construir un gran ataque y ahora hay que ver si sabe aprovecharlas de verdad.

Lo que está muy claro es que, los aficionados a la NFL, nos vamos a divertir. Solo queda ver si los de los Jets lo harán también.