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Nada se interpone en el camino de los Lions al Super Bowl y otras conclusiones de Semana 9

Una vez cruzada la barrera de la mitad de temporada en la NFL, hay ciertos asuntos que parecen comenzar a tomar aspecto de certeza. Como por ejemplo, que Lions, Chiefs y Ravens son los mejores equipos de esta campaña, que los Bills sin hacer mucho ruĂ­do estĂĄn ahĂ­, que los Eagles van camino de convertirse en aspirantes o que Steelers, Chargers, Falcons y Cardinals son serios candidatos a entrar en Playoffs. TambiĂ©n que los Commanders van a doblar con facilidad su nĂșmero de victorias de la temporada pasada –el pasado año ganaron 4 partidos y reciĂ©n llegados a noviembre, esta temporada llevan 7 victorias en 9 partidos–. De hecho, Commanders y Cardinals son los principales aspirantes a uno de los clĂĄsicos de la NFL: Equipos que la temporada anterior acabaron Ășltimos de su divisiĂłn y el siguiente, la ganan.

Al mismo tiempo que este año existe un pelotón de cola muy amplio, con hasta nueve equipos con solo 2 victorias. Por arriba, algunos equipos empiezan a despuntar como serios candidatos para ganarlo todo y unos pocos estån jugando a un nivel excelente. Vamos a ver cómo estå el panorama tras la novena semana de competición:

Detroit Lions Head coach Dan Campbell greets Sam Laporta before a NFL football game against the Green Bay Packers Sunday, Nov. 3, 2024, in Green Bay, Wis. (AP Photo/Jeffrey Phelps

No hay lluvia ni viento que consiga detener a los Detroit Lions

La narrativa sobre los Lions (y especialmente sobre Goff) era muy clara: Siempre que juegan en un dome las cosas les van bien, pero como tengan que salir a jugar en un estadio al aire libre y a la intemperie, todo se complica y bajan su nivel. Así se presentaron en Green Bay, con un Lambeau Field donde la lluvia arreciaba con fuerza y el viento soplaba, poniendo las condiciones de juego muy complicadas
 Y los Lions se adaptaron mucho mejor a las circunstancias que los Green Bay Packers. Con un nivel de ejecución extremadamente efectivo, siendo muy disciplinados y cometiendo muy pocos errores (todo lo contrario que el equipo local) dominaron un partido que, en teoría, se le debería haber complicado. Además, en un terreno de juego que históricamente les ha sido muy esquivo, estos Lions demostraron una vez más que están equipados para poder con todo.

La OL, David Montgomery y Jahmyr Gibbs se encargaron de abrir brecha y Goff, conectando con Amon-Ra, de completar el trabajo. Este equipo de Detroit es ahora mismo el gran favorito de la Conferencia Nacional y demuestran tener el pack completo para romper su maldiciĂłn histĂłrica como uno de los cuatro equipos que jamĂĄs ha disputado un Super Bowl (Lions, Texans, Jaguars y Browns).

Por parte de los Packers, esta derrota no les convierte para nada en un mal equipo, de hecho son uno de los mejores de la Nacional igualmente. Lo que sí sucede es que, por un lado, llevarse la división y tratar de alcanzar el Seed1 se complica bastante; y por otro, necesitan que su defensa no sea tan vulnerable contra la carrera como demostró en este partido –sus LBs se equivocaron repetidas veces y se veían atrapados por los bloqueos de la OL de los Lions y el cambio de Edgerrin Cooper al Mike en lugar de Quay Walker tampoco tuvo los efectos deseados–. En ataque necesitan ser más disciplinados y reducir los errores, Love es capaz de grandes jugadas y en todos los partidos saca grandes lanzamientos (aunque no fuera el caso de este partido bajo la lluvia), pero a la vez comete errores de juicio como el del pick6 en Los Ángeles ante los Rams o el de esta semana, que fue gravísimo, justo antes del descanso y que básicamente dejó el partido sentenciado para los Lions.

CBS sports reporter Tracy Wolfson, right, talks with Baltimore Ravens quarterback Lamar Jackson (8) and running back Derrick Henry (22) after an NFL football game against the Denver Broncos, Sunday, Nov. 3, 2024, in Baltimore. (AP Photo/Nick Wass)

El ataque de los Ravens no deja de gritar a los cuatro vientos que es el mejor de la NFL

Los Ravens se han dejado varios partidos que no deberĂ­an. La derrota contra los Raiders, la de la pasada semana contra los Browns
 esto pasa en la NFL. Por eso, cuando se argumenta contra los Bills que no han ganado a grandes equipos, a veces se pierde la perspectiva de que ganar a cualquiera en la NFL no es sencillo y que cualquier domingo, cualquier equipo puede ponerte en muchos problemas. Pero a pesar de esos tropiezos, cuando ves jugar a los Ravens, su ataque te convence de que esta vez sĂ­ estĂĄ preparado para el reto de llegar hasta el final del camino, de que tiene lo que hay que tener para llegar a Nueva Orleans y luchar por el anillo. Contra una defensa de Denver que estaba entre las cinco mejores de la NFL en lo que vamos de temporada y que demostrĂł su intenciĂłn de eliminar la carrera de Baltimore, el ataque dirigido por Todd Monken tuvo la paciencia de no abandonar el camino terrestre y utilizarlo en su favor para que Lamar Jackson ejecutara. Y vaya si lo hizo
 Ante una propuesta eminentemente zonal en cobertura, Lamar estuvo brillante: 12/15 para 260 yardas, un rating perfecto y, atenciĂłn, 17,3 yardas por pase completado. Los Broncos propusieron cajas cargadas para detener a Henry y zona durante todo el partido y Lamar Jackson contestĂł destruyendo una secundaria a la que pocos habĂ­an conseguido hacer daño de verdad.

Y cuando los Ravens encaran defensas zonales, siempre aparece un jugador como protagonista: Zay Flowers, una bestia atacando los espacios y generando yardas con el balĂłn en las manos. Fue el mejor socio de Lamar. ÂżLo mejor de todo? Que incluso con una gran defensa contra la carrera enfrente, Derrick Henry consiguiĂł producir igualmente.

Por eso la ofensiva de los Ravens es tan convincente, por eso, aunque su defensa tenga defectos, te dan motivos para pensar que este año pueden conseguirlo. Porque sea contra cajas cargadas o ligeras, contra blitz o contra equipos que mandan solo cuatro a por el QB; sea corriendo Henry o corriendo Lamar, operando desde el pocket o lanzado fuera de él, en profundo o haciendo del checkdown un arte; el ataque de Todd Monken, comandado por el mejor Lamar Jackson que hemos visto nunca, estå alcanzando nivel de verdadera excelencia.

Los Angeles Chargers head coach Jim Harbaugh leaves the field after the Chargers beat the Cleveland Browns 27-10 in an NFL football game Sunday, Nov. 3, 2024, in Cleveland. (AP Photo/David Richard)

Los Chargers se ganan el respeto de la liga

Era sencillo pensar que Jim Harbaugh pondría orden dentro de una franquicia que llevaba unos cuantos años a la deriva. Que la dotaría de identidad y de estilo. De su estilo. Ese labrado en piedra y que va unido a un caråcter de esfuerzo y lucha. Lo que quizå no pudimos anticipar es que la fórmula sería exitosa tan pronto. Y la fórmula se explica råpido: Una gran defensa y un gran quarterback.

En ataque falta muchĂ­simo talento, pero Herbert lo estĂĄ elevando todo. La propuesta de Greg Roman, señalada los Ășltimos años como anticuada y unidimensional, ha encontrado una evoluciĂłn muy confortable apoyada en las virtudes de su quarterback. Con este estilo, Justin Herbert no tiene que jugar a ser el hĂ©roe cada domingo y puede dedicarse a hacer lo que mejor hace: ser una autĂ©ntica mĂĄquina de grandes lanzamientos sin cometer apenas errores. Envuelto en un gran juego de carrera en el que JK Dobbins ha resucitado como jugador, Herbert se mueve como pez en el agua cuando pasa en downs tempranos, porque interpreta cajas pesadas y ventajas fuera de los nĂșmeros, es cuando le vemos soltar el brazo con mĂĄs confianza (y acierto y precisiĂłn). De Ladd McConkey estĂĄ sacando un socio para muchos años y en Quentin Johnston, un jugador que ha vuelto a encontrarse a sĂ­ mismo despuĂ©s de un desastroso inicio de carrera en la NFL. Esta temporada estamos viendo algo mĂĄs parecido a su versiĂłn de TCU y se ha convertido en una herramienta muy Ăștil y, en muchos partidos, muy productiva. Aun asĂ­, sigue teniendo errores de bulto, esta misma semana, el mejor pase de todo el partido de Herbert fue un misil en forma de back shoulder que Johnston no supo entender ni pudo atrapar. Es evidente que falta mucho talento en ese ataque. Y con todo, las Ășltimas semanas de Herbert son para pensar que como mantenga el nivel igual hay que acabar citĂĄndole en la conversaciĂłn del MVP. De momento, es uno de los dos o tres mejores QBs de las Ășltimas dos o tres semanas.

Si a esto le unes que Jessie Minter ha dado en el clavo con su propuesta defensiva, te encuentras con un equipo durĂ­simo de batir, rocoso y que plantea partidos donde, si quieres superar a los Chargers, tienes que estar dispuesto a sufrir. La tendencia defensiva de moda esta temporada, la que implantĂł Mike McDonald la pasada temporada en Baltimore y acabĂł siendo la mejor defensa de la NFL, este año solo termina de funcionar en Los Ángeles. Ni los propios Ravens con Zach Orr (que ha perdido el factor indetectable y es mucho mĂĄs sencillo para los QBs reconocer a quĂ© tipo de defensa se estĂĄn enfrentando), ni el propio McDonald en Seattle (donde su personal estĂĄ teniendo problemas para entender y adaptarse al sistema, ademĂĄs de las lesiones), estĂĄn siendo capaces de rendir al nivel al que Minter estĂĄ logrando hacer jugar a la unidad defensiva de los Chargers: formaciones pre snap que enmascaran lo que la defensa va a hacer, rotaciones post snap y dos pilares en cuanto a formaciones; single high con presiĂłn en el exterior –con o sin blitz, recurriendo a presiones similares– o un blitz muy agresivo cayendo la cobertura en fire zone (La defensa fire zone es un esquema de presiĂłn al QB con un extra pass rusher y en lugar de caer en una cobertura individual, se construye una zona en dos niveles, formados por tres jugadores y desde aquĂ­ mĂșltiples posibilidades de quĂ© jugadores cumplen cada funciĂłn). Si logras disfrazar dos propuestas tan distintas partiendo de formaciones similares y atacar al QB con diferentes piezas, para las ofensivas rivales, y sobre todo para los quarterbacks, se complica mucho la lectura de lo que tienes enfrente y llegan los errores. A Jameis Winston se le hizo muy larga la tarde contra esta defensa y se equivocĂł una y otra vez. Eso es lo que Jessie Minter pretende y consigue con su idea defensiva.

Los Angeles Rams quarterback Matthew Stafford yells before a snap against the Seattle Seahawks during an NFL football game, Sunday, Nov. 3, 2024, in Seattle. (AP Photo/Lindsey Wasson)

Los Cardinals y los Rams han salido respondones en la NFC Oeste

QuĂ© locura de divisiĂłn, hace dos semanas los Seahawks la lideraban y ahora mismo son los Ășltimos clasificados. Todos los equipos estĂĄn en un partido y los que el primer mes parecĂ­an los mĂĄs vulnerables, ahora mismo son los dos mĂĄs en forma. Lo de los Arizona Cardinals empieza a tomar un aspecto magnĂ­fico; es un equipo cuya defensa tiene grandes agujeros, la presiĂłn al QB sufre de falta de talento y profundidad (aunque en este partido se dieron un festĂ­n, con hasta 12 jugadores logrando al menos una presiĂłn al QB de Chicago) pero eso tiene que ver con un gran diseño de presiones simuladas por parte de Gannon y la falta de talento sigue ahĂ­ y lo paga toda la unidad. Sin embargo, el ataque estĂĄ empezando a jugar como uno de los mejores de la liga. Durante el arranque de temporada, vimos a esa ofensiva a flashazos, con grandes partidos y otros donde les costaba encontrar el equilibrio, pero las Ășltimas semanas lo que Drew Petzing plantea estĂĄ comenzando a hacer click. Y son lĂłgicos esos dolores de crecimiento para esa ofensiva. Primero, porque Kyler Murray tampoco lleva tantos partidos al frente de la misma, la pasada temporada sĂłlo estuvo en el campo en la recta final y ahora le ha llevado un tiempo encontrarse a sĂ­ mismo en un ataque diseñado para sacar partido de sus mejores virtudes y ya le estamos viendo revolucionar el pocket con su movilidad y poner a funcionar a un cuerpo de receptores cada vez mĂĄs entonado y complementario. De Marvin Harrison jr. debemos esperar mĂĄs consistencia, pero cuando aparece su versiĂłn buena, mucho cuidado. Michael Wilson es un jugador muy adecuado para jugar en el lado opuesto al WR rookie y Trey McBride es ya, por derecho propio, uno de los mejores TEs de la NFL.

Petzing está complementando muy bien el juego terrestre con la consistencia de James Conner y alguna aparición explosiva de Demercado, con una enorme creatividad en el uso de los receptores, que lo mismo te ataca en profundo que juega una jet sweep para un TE. Si a esto le sumas el uso de las piernas de Murray –sea para pasar fuera del pocket o para correr–, te encuentras con un ataque muy completo y difícil de detener.

En lo que respecta a los Rams
 Cuando estån sanos son peligrosísimos. Sanos, son un equipo capaz de competir con absolutamente cualquier equipo de la NFL. El nivel al que estå jugando Matthew Stafford nos recuerda que es uno de los QBs mås talentosos que hemos visto en nuestra vida y el esquema de McVay estå hecho a prueba de bombas porque su intención inicial es que todo comience por la carrera, pero cuando Puka Nacua y Cooper Kupp estån juntos sobre el campo, su utilización y la manera que Stafford tiene de encontrarlos, abre autopistas para Kyren Williams, por lo que esta ofensiva sabe encontrar ventajas de muchas maneras distintas. De tantas, que hasta cuando nada funciona, hasta cuando todo se atasca y pierdes una pieza tan importante como Nacua, a la vez que tu juego de carrera no funciona (como sucedió el domingo en Seattle), Stafford tiene la capacidad de decir "si nada mås funciona, voy a buscar una y otra vez al jugador en el que mås confío" y convertir el partido en un monólogo de atacar el punto mås débil de la defensa rival. Y así ganaron en Seattle. El partido comenzó con el ataque de Rams atascado y sin respuestas. ¿Qué hizo Stafford? Mirar a Cooper Kupp una y otra vez, hasta el infinito: 14 pases a Kupp, de los que atrapó 11, para 104 yardas, 49 de ellas after catch. ¿Qué provocó esto? Que cuando la defensa de Seattle ya no sabía qué hacer contra Kupp, descuidó su espalda y el juego profundo y en el momento decisivo del partido, Stafford puso a funcionar a DeMarcus Robinson. Esto solo estå al alcance de QBs de pura élite.

De hecho, el drive de la prĂłrroga, que acaba con la victoria de los Rams, es un autĂ©ntico clinic de Stafford. Lo hace parecer hasta fĂĄcil. Y su Ășltimo lanzamiento, el decisivo, el del touchdown que vale la victoria, es un pase con una precisiĂłn asombrosa; la recepciĂłn de Robinson y cĂłmo utiliza su cuerpo sobre el CB es digna de menciĂłn, pero el pase es simplemente perfecto.

Y cuando los de McVay parecĂ­an a punto de quedar desahuciados, ahora mismo son uno de los equipos mĂĄs en forma de la NFL y un rival muy serio en la lucha por la divisiĂłn Oeste de la NFC y por los Playoffs en esta conferencia. En un par de semanas tienen un duelo contra otro de los equipos al alza, los Eagles, que nos va a decir mucho de dos equipos que estĂĄn muy entonados; pero que nadie descarte a los Rams porque si cuentan con todas sus piezas pueden ser uno de los mejores de su divisiĂłn y su conferencia.

Philadelphia Eagles running back Saquon Barkley (26) leaps over Jacksonville Jaguars cornerback Jarrian Jones (22) during the first half of an NFL football game Sunday, Nov. 3, 2024, in Philadelphia. (AP Photo/Chris Szagola)

MVP de la Jornada: Saquon Barkley

ActuaciĂłn para el recuerdo del RB de los Eagles que, para empezar nos dejĂł una acciĂłn que se va a quedar en nuestras retinas y en la memoria colectiva de la NFL por muchĂ­simo tiempo. Esa jugada es una exhibiciĂłn de exuberancia fĂ­sica como hemos visto pocas; lo que hace Saquon es visualmente espectacular, pero no menos difĂ­cil de ejecutar
 un salto marcha atrĂĄs despuĂ©s de un reverso, para superar por arriba a un defensor que viene a placarte. El control absoluto que debes tener de tu cuerpo para equilibrarte y lograr ese salto de espaldas es simplemente una hazaña. Algo que no habĂ­amos visto nunca y que saldrĂĄ en resĂșmenes y highlight de la NFL durante dĂ©cadas.

Pero mĂĄs allĂĄ de esa acciĂłn, que es una de las jugadas del año, el partido de Saquon Barkley es monstruoso: 159 yardas de carrera, casi 6 yardas por acarreo y 40 de recepciĂłn para 199 totales y 2 touchdowns (uno de carrera y otro de recepciĂłn). Uno de los partidos mĂĄs completos de cualquier jugador en lo que llevamos de temporada. Y, por encima de los nĂșmeros, lo que Barkley significa para este ataque


El ataque de Philadelphia ha hecho clic, la vuelta de AJ Brown da sentido a toda esta ofensiva, que cuando tiene a Brown en el campo, es la mĂĄs explosiva de toda la NFL y cuando AJ estĂĄ fuera, cae al puesto 27Âș de esa categorĂ­a. Pero Barkley es la clave. Porque con Saquon puedes quitar la atenciĂłn de las defensas en Jalen Hurts
 y si Jalen Hurts no comete intercepciones ni se mete en lĂ­os que acaban en sacks o pĂ©rdida de yardas, esta ofensiva funciona. BĂĄsicamente necesita limitar los errores de un Hurts, que las Ășltimas semanas estĂĄ jugando muchĂ­simo mejor y que tiene una innegable capacidad de empujar el balĂłn en profundo para aprovechar los huecos a la espalda de los LBs que genera Saquon. Y ahĂ­ AJ Brown y Devonta Smith hacen diabluras. Cuidado con los Eagles, que han encontrado la manera de que las cosas funcionen para ellos
 y Barkley es el principal motivo de ello.

Rookie de la Jornada: Drake Maye

Soy consciente de que los Patriots volvieron a perder y de que son un equipo horrible. Pero la temporada estarĂĄ amortizada si pueden confirmar que Drake Maye es el QB sobre el que construir un proyecto ganador. Y desde luego el chico tiene hechuras de sobra para ello. Rodeado de un equipo desastroso, Maye dejĂł grandĂ­simas jugadas con su brazo y con sus piernas: MĂĄs de 200 yardas de pase y casi 100 por tierra. Y eso que estĂĄ solĂ­simo, y eso que los que le rodean no le ayudan, le dejan caer balones y le complican la existencia.

A pesar de la derrota, los aficionados de los Pats se pueden ir con un buen sabor de boca aunque sea solamente por la jugada que Maye protagonizĂł para forzar la prĂłrroga. Su despliegue en el backfield en esa jugada, escapando de todas las amenazas, reteniendo el balĂłn casi 12 segundos bailando entre defensores, para acabar lanzando un pase perfecto fuera de plataforma a Rhamondre Stevenson, es una muestra brutal de un talento ilimitado. AhĂ­ tienen un QB los Patriots. Y si esa es la Ășnica certeza con la que salen de la temporada, no serĂĄ poca cosa. AdemĂĄs, todo apunta a que van a elegir muy arriba en el prĂłximo Draft, asĂ­ que a construir en torno a Drake Maye.

Jugador Defensivo de la Jornada: Trey Hendrickson

No podría ser otro esta semana. Hendrickson se comió viva a la OL de los Raiders y sumó 4 sacks en un mismo partido, lo que le coloca como el líder absoluto de la NFL con 11 capturas al QB en 9 semanas de competición. Pero su actuación no se queda ahí, ya que hizo reinar el terror en la ofensiva de Las Vegas durante todo el partido, con 10 presiones al QB en 30 pass rushers protagonizados por un jugador que, recordemos, estå muy solo en este aspecto pues en la defensa de los Bengals cuesta muchísimo generar presión al QB que no venga precisamente de Hendrickson. La OL de Las Vegas sabía quién era el verdadero peligro y no encontraron la manera de contenerlo. De hecho, de las 10 presiones al QB, 7 de ellas fueron logradas en menos de 2,5 segundos
 simplemente estaba en la cara del QB todo el tiempo.

Kansas City Chiefs wide receiver DeAndre Hopkins (8) celebrates his touchdown with quarterback Patrick Mahomes (15) during the second half of an NFL football game against the Tampa Bay Buccaneers, Monday, Nov. 4, 2024, in Kansas City, Mo. (AP Photo/Ed Zurga)

MNF: Cuando la obligaciĂłn aprieta, Mahomes se vuelve quirĂșrgico y Hopkins lo convierte en mĂĄs peligroso

Una vez mĂĄs, los Chiefs vuelven a hacer lo suficiente y estrictamente necesario para sacar la victoria. Otro triunfo por una anotaciĂłn y esta vez en la prĂłrroga
 y ya van 14 victorias consecutivas para Kansas City, con un diferencial de tan solo 97 puntos en esa racha, lo que subraya que estĂĄn completamente habituados a sacar adelante partidos ajustados. Lo que para muchos podrĂ­a ser una debilidad, en realidad tiene trazas de virtud o al menos resulta muy Ăștil cuando llega la hora de la verdad, porque tienen la costumbre de encarar situaciones de marcadores apretados, se encuentran cĂłmodos en ellas y saben cĂłmo resolverlas.

Una vez mĂĄs, tambiĂ©n en este partido, cuando llegĂł el momento de verdadera obligaciĂłn, cuando habĂ­a que ejecutar para asegurar la victoria, Patrick Mahomes sacĂł su efectividad quirĂșrgica de cirujano. Verle en drives decisivos te enseña que cuando sabe que debe resolver, consigue esa difĂ­cil mezcla entre efectividad y brillantez, conectando los pases decisivos pero sin poner el balĂłn en riesgo. Se vuelve un cyborg.

Y si para algo sirviĂł este partido, ademĂĄs de para certificar la octava victoria en ocho partidos esta temporada y mantener la condiciĂłn de invicto, fue para comprobar que con DeAndre Hopkins, Mahomes y este ataque de los Chiefs van a ser mucho mĂĄs peligrosos. Hopkins fue una superestrella de la NFL, pura Ă©lite entre los WRs durante años, en algĂșn momento, incluso el mejor receptor de toda la liga. Ahora, su fĂ­sico no es el que era pero su talento no se ha marchado a ningĂșn sitio. Si alguien se preguntaba si D-Hop, a estas alturas de su carrera, serĂ­a capaz de aportar algo que el resto de receptores de los Chiefs no puede, la respuesta es un rotundo sĂ­ y en este primer partido en que el contĂł con un papel relevante quedĂł demostrado. Hopkins ya no tendrĂĄ la velocidad de antaño pero sigue siendo un refinadĂ­simo corredor de rutas y, por encima de todo, tiene unas de las mejores manos de toda la liga. Eso se traduce, principalmente, en un arma para situaciones de necesidad, como terceros downs y jugadas de End Zone y la primera muestra de Hopkins en este ataque nos deja las siguientes estadĂ­sticas en 3Âș down para Patrick Mahomes: un tremendo 11/13 para 126 yardas y 10 primeros downs. El QB de los Chiefs ya destacaba esta temporada en 3Âș y 4Âș down, pero ahora tiene el arma que necesitaba para conseguirlo cuando llegue el momento de ganar o irse para casa. La guinda fue ese pase de 35 yardas que Hopkins atrapa entre dos defensores, demostrando que su seguridad de manos sigue estando muy presente; ese pase de Mahomes tenĂ­a una probabilidad del 12,3% de ser completado, el 4Âș pase completado mĂĄs improbable de toda la temporada. Eso te da Hopkins.

Eso y lo que comenzaba a ser una sequĂ­a de pases de touchdown para Mahomes, que en este partido encontrĂł dos veces a su nuevo WR en la End Zone. Hopkins va a ganar los balones que el resto de receptores de los Chiefs vienen demostrando que son incapaces. Y, ademĂĄs, una Ășltima mejora, en este caso indirecta: No es casualidad que desde que Hopkins estĂĄ en el equipo, Travis Kelce ha firmado quizĂĄ sus dos mejores partidos de la temporada. Es sencillo, si DeAndre Hopkins estĂĄ en el campo, no puedes permitirte darle atenciĂłn extra a Kelce todo el tiempo. AsĂ­ que los Chiefs no solo siguen invictos, ganando siempre con apreturas, sino que se estĂĄn volviendo mĂĄs peligrosos de cara al momento de la temporada en el que deciden subir marchas y desplegar todo su potencial. MĂĄs favoritos todavĂ­a.