El público del M&T Bank Stadium enloqueció cuando Lamar Jackson anotaba un espectacular touchdown de 79 yardas en una Power QB Read que colocaba a los Baltimore Ravens con una ventaja de 35-14 a pocos segundos de la conclusión del tercer cuarto. El inicio de temporada con récord de 2-0 era poco más que cuestión de esperar unos pocos minutos. Sin embargo, los Miami Dolphins, estos nuevos Miami Dolphins del head coach debutante, Mike McDaniel, no se rinden. Cuatro touchdowns de pase de Tua Tagovailoa después, el equipo de Florida era el que marchaba a casa con un registro perfecto en la joven temporada.
El quarterback plantó cara a todos sus críticos con la mejor actuación de su carrera. Sin duda, contar con la pareja de receptores más explosiva de la NFL, Tyreek Hill y Jaylen Waddle, es una gran ventaja. Tras las dos primeras semanas de competición, Hill y Waddle son N.º 1 y N.º 3 de la liga en yardas de recepción. Desde que traspasaron con Kansas City por Tyreek durante la pasada offseason, los Dolphins han ido formando un plan para sacar partido de este tándem y está pagando dividendos desde el primer momento.
McDaniel ha pasado toda su carrera deportiva junto a Kyle Shanahan, desde Houston, pasando por Washington, Cleveland, Atlanta y, las cinco campañas pasadas, San Francisco. De todo este viaje el nuevo head coach de Miami se ha apuntado más de un truco bajo la manga que ya estamos pudiendo comprobar en sus Dolphins. El primero que estamos viendo es la utilización del personal 21: dos runningbacks, un tight end y dos wide receivers. Los 49ers son el paradigma del uso de este personal, que hace dos décadas era el primario en la NFL, pero que ahora casi se ha convertido en una rareza para algunas franquicias. Si los niners cuentan con el fullback Kyle Jusczyck como una pieza clave dentro de su engranaje, los Dolphins realizaron una de las adquisiciones más silenciosas pero efectivas de la agencia libre con el fichaje de Alec Ingold. En dos partidos, el fullback acumula 48 snaps, o lo que es lo mismo, un 37% de las jugadas ofensivas de Miami. Más allá de sus esporádicos toques de balón y sus poderosos bloqueos en el juego terrestre, McDaniel utiliza a su fullback también para manipular a las defensas en el juego de pase.
Veamos el primero de los big-plays de los Dolphins el pasado domingo para ejemplificar esto que comentamos. Miami tiene personal 21 en el campo, pero despliega a sus cinco jugadores elegibles, incluidos los runningbacks Raheem Mostert y Alec Ingold, por toda la formación. Es un personal 21 pero con un look de personal 10 (cuatro wide receivers). En una situación de 2º down y 13 y con su propia end zone a la espalda, Baltimore espera de su rival una jugada terrestre y responde con una defensa que incluye tres linebackers. La trampa ya está tendida. Ahora solo falta alinear a Hill y Waddle en los slots de la formación y que Tua identifique el mejor matchup. Observad cómo el safety decide caer hacia el lado de Hill y cómo Waddle queda emparejado con un linebacker, Patrick Queen, mucho menos ágil que él. Corre una ruta (stick-nod) que va a dejar atrás fácilmente a su defensor y encima va a contar con mucho espacio para ganar yardas tras la recepción por el peligro que genera Hill en el otro lado. La jugada se convirtió en una acción de 59 yardas gracias a la explosividad en campo abierto de Waddle.
Tras dos semanas de juego, Hill y Waddle son Top 1 y 2 de la NFL en yardas tras la recepción con 115 y 111 yardas respectivamente. Estas acciones son parte importante de este éxito, marca de la casa Shanahan, pero además McDaniel está implantando su sello con un imponente repertorio de acciones de pase rápido. Los Dolphins juegan muchos quick-outs con Hill y Waddle, además de moverlos por la formación con jet y orbit motions. Además, el abanico de screens es amplio, en dos semanas ya hemos visto estos pases desde muy diferentes alineamientos. A veces se producen incrustando a uno de los dos receptores en el lado de los tres wide receivers, en otras ocasiones los juegan en tándem y en otras situados en solitario en un lado de la formación. Esta imprevisibilidad le añade una capa de dificultad a las defensas rivales para lidiar con el asunto.
En el post-partido del increíble encuentro del domingo mucho se comentó sobre los errores defensivos de Baltimore que posibilitaron la remontada de los visitantes. Lo cierto es que salvo en el tercero de los cuatro touchdowns del período final, el resto de big-plays fueron más provocados por el play-call de McDaniel y las espectaculares dotes de su pareja de wide receivers que por desaciertos de la defensiva oponente. La jugada que abrió las compuertas llegó apenas un snap después del touchdown de Lamar Jackson que desató la locura en la afición de Ravens. En primer down, McDaniel ataca la previsible defensa Cover-3 con un concepto de rutas que pone en claro conflicto al cornerback del lado fuerte de la alineación y deja un espacio tremendo de nuevo a Waddle para ganar muchas yardas after catch. Observad cómo el safety está atado por la ruta profunda del otro wide receiver y los defensores del segundo nivel no pueden retroceder lo suficiente porque cuentan con la amenaza de la salida a ruta de los otros jugadores elegibles de Miami. El cornerback novato nº 5, Jalyn Armour-Davis, se queda entre zonas y su momento de duda le cuesta caro a su equipo. McDaniel le sirve en bandeja a su quarterback el pase más fácil posible y a Waddle la oportunidad de sacar partido de sus piernas.
La anotación que coloca a Miami a siete puntos de Baltimore (35-28) es otra genialidad de McDaniel, ejecutada a la perfección por sus muchachos. Estamos en 3ª y 10 y aquí John Harbaugh va a meter más carne en el asador. Los Ravens van a jugar una fire zone, el blitz que disponen en el frente se va a combinar con una cobertura zonal de nuevo con tres hombres profundos. McDaniel anticipa este movimiento y ahora no va a mandar a ruta a todos sus receptores elegibles, sino que va a reforzar la protección al quarterback. La clave de la jugada aquí es la ruta deep over que va a correr Waddle y que esta vez va a poner en conflicto al safety profundo, el también novato Kyle Hamilton. Jaylen corre la ruta a toda velocidad pese a que sabe que seguramente no reciba la pelota. Su disposición en el corazón de la defensa de Baltimore es fundamental para que el safety salte sobre él y deje el hueco a su espalda para que Tyreek Hill complete la recepción de 48 yardas para touchdown. La acción no es solo velocidad pura y dura, Hill corre su ruta en los límites de las zonas de la Cover-3 entre la responsabilidad del cornerback y del safety. El CB de su lado, Marcus Peters, titubea una décima de segundo, y para entonces el cheetah ya se ha escapado.
Un patrón que estamos viendo claramente en este inicio de campaña es que las defensas con un único safety profundo se van a ver muy condicionadas contra el ataque de Miami. Si eliges reforzar el lado de Waddle, Hill te va a quemar como hemos visto en la anterior jugada. Si por el contrario decides apostar por anular a Hill, entonces será Waddle quien pueda destruirte. Esto es lo que sucedió en el touchdown de la victoria de los Dolphins. Hill se alinea en el lado cerrado de la formación como único receptor abierto. Baltimore va a dedicarle una doble cobertura de manual para impedirle la jugada. En el lado abierto, Waddle se sitúa en el centro del alineamiento de tres receptores. Los Ravens jugarán defensa individual con el bracket a Tyreek y los dos linebackers cayendo al medio para evitar rutas cruzadas. Desde el slot, Hill y Waddle tienen libertad para elegir sus rutas en función de la caída de los defensive backs. En este caso, el novato Armour-Davis muestra outside-leverage ante Waddle pre-snap y durante la ruta protege el exterior sabedor que los linebackers patrullan el interior. Con todo esto en mente y en décimas de segundo, Waddle corta su ruta hacia el interior y encuentra la espalda de los defensores. Tagovailoa le pone el balón en el sitio preciso y así los Dolphins consiguieron su primer arranque de 2-0 desde 2018.
Este domingo los Dolphins reciben a los Buffalo Bills en uno de los partidos de la jornada. La franquicia de Miami siempre exhibe con orgullo su condición de único equipo campeón imbatido en la era Super Bowl. Aunque la temporada es muy joven, Buffalo ha dado señales de conjunto muy dominante en estos dos primeros encuentros y sin duda que la afición de los Dolphins celebraría por partida doble un posible triunfo. Los Bills utilizan con mucha más frecuencia que Patriots y Ravens, primeros dos rivales de Miami, defensas con dos safeties profundos. El tándem Micah Hyde-Jordan Poyer tendrá las manos llenas para defender a Tyreek Hill y Jaylen Waddle. Si Sean McDermott decide protegerse de este juego de pase que hemos analizado, es posible que McDaniel contraataque relanzando un juego terrestre que de momento está pasando desapercibido. Buffalo ha ganado los últimos siete partidos en la serie, pero ahora los Dolphins son un equipo mucho más difícil de superar. Y lo son en buena medida por culpa de Tyreek Hill y Jaylen Waddle.
