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Los trotafranquicias de la NFL

Tres jugadores sin relación entre sí, dos pateadores y un quarterback, comparten el récord de haber pasado por más franquicias que nadie a lo largo de su trayectoria en el futbol americano. Hablamos de once equipos por cabeza, lo que equivale casi a un tercio de la liga para cada cual. Los tres, podría decirse, son desconocidos para el gran público, pero comparten el dudoso honor de haber habitado más cascos que todos los demás (y digo dudoso porque nadie dura tan poco en una escuadra que lo aprecia). Lo que resulta fascinante en estos casos es que, en una liga que se fusionó hace más de medio siglo y cuyo antecedentes más lejanos datan de una centuria, estos trotamundos (o, más precisamente, trotafranquicias) hayan sido contemporáneos, que convivieron en la liga y se enfrentaron mutuamente. 

Sus nombres son Billy Cundiff, Dave Rayner y JT O´Sullivan (este último es el QB). Cundiff y O´Sullivan debutaron en el 2002 y Rayner lo hizo en 2005. Sus retiros se dieron escalonadamente, pero también en la misma época. Rayner se fue de los emparrillados en 2011, O´Sullivan un año después y Cundiff dejó por la paz el juego en 2015. 

Comencemos a revisarlos con el caso de Dave Rayner, nacido en Michigan en 1982. Dave fue seleccionado por los Colts de Baltimore como despejador y jugó allí un año. Se lo llevaron los Green Bay Packers, ya como pateador todoterreno, pero pese a empatar el récord de gol de campo más largo del equipo, con 54 yardas, y de hacerse cierta reputación por la fuerza de su pierna, fue liberado. Deambuló luego por los Chiefs y los Chargers sin consolidarse antes de que llegaran las vacas flacas. Los Dolphins y los Lions lo quisieron solo para la escuadra de prácticas. Volvió a un equipo regular con los Bengals, pero otra vez acabó en la prácticas con los entonces Washington Redskins. Los Bengals lo repescaron sin demasiada fe y volvió a Detroit solo para hundirse de nuevo como suplente del suplente de los Cowboys y alzarse, al final de su estancia en la liga, con Raiders y Bills. Sus fallos de goles de campo en momentos clave le costaron el puesto una y otra vez. La mejor patada de su carrera fue de 56 yardas y su estadística final fue de 72 por ciento de acierto, una cifra poco recomendable para un titular de la NFL. 

Un poco más lustroso, aunque más irregular, es el caso de JT O´Sullivan, natural de Burbank, California, quien tras haber sido dos veces All-American en el colegial, arrancó su carrera profesional con los Saints en 2002 y se mantuvo como suplente hasta 2004. Entretanto, jugó en la NFL Europa (una liga de expansión que no cuajó, aunque dejó buenos recuerdos), con el Galaxy de Frankfurt, con quienes llegó a disputar el World Bowl, que perdieron.

San Francisco 49ers quarterback J.T. O'Sullivan, center, falls back during an NFL football game against the Seattle Seahawks Sunday, Sept. 14, 2008, in Seattle. (AP Photo/Elaine Thompson)

Enlazó suplencias de poco brillo en Packers, Bears, Vikings, Patriots y Carolina antes de volver al Galaxy de Frankfurt y volver a disputar (y perder) el World Bowl. Luego deambuló por Bears y Lions antes de que los 49ers (en plena crisis) lo eligieran como QB titular para la temporada 2008. O´Sullivan comenzó ganando, pero se fue para abajo casi de inmediato, liderando la liga en pérdidas de balón por aire y tierra antes de ser enviado a la banca. Alternó en el puesto y terminó con un récord de 2-6 en los 8 juegos que inició. Inaceptable, desde luego, en una franquicia de altos vuelos. Aún tuvo fuerzas para pasar por Bengals, Chargers y Raiders antes de terminar su carrera en la liga canadiense, con los Saskatchewan Roughriders. En la banca, desde luego. 

Y, para terminar con esta tercia de curiosos ases queda el caso más visible, que es el de Billy Cundiff, nacido en California y seleccionado fuera de draft por los Cowboys en 2002. Permaneció en el equipo hasta 2005. Luego coleccionó contratos y cortes a una velocidad tremenda: Tampa y Green Bay, Nueva Orleans, Atlanta, Kansas, Detroit, Cleveland. Fue hasta que llegó a los Baltimore Ravens cuando encontró su lugar en el mundo. Lo tomaron en 2009, se hizo de la titularidad y hasta alcanzó el Pro Bowl 2010, siendo considerado por muchos el mejor pateador de la liga ese año. Pero en la temporada 2011 vino el Apocalipsis. Los Ravens llegaron al juego de Conferencia de la Americana, la antesala del Super Bowl, ante los Patriots. El choque fue de infarto. Y, en los últimos segundos, Cundiff tuvo la oportunidad de empatar el juego, que se encontraba 23-20 en contra de los suyos. Pero falló un gol de campo de 32 yardas. Y vino el desencanto. La franquicia lo liberó al año siguiente. Allí comenzaría una historia mucho mejor, ya sin él, pues para suplirlo fue contratado el novato Justin Tucker, quien se convertiría en uno de los mejores pateadores de todos los tiempos…

Por su lado, Billy aún tuvo arrestos aún para pasar por Washington, San Francisco, Jets, Cleveland (otra vez) y terminó su periplo en los Jets. Jamás se recobró de aquella patada fallada en los suburbios del Super Bowl. 

Lo dicho: en este deporte, nadie colecciona equipos porque triunfe en ellos.