Lamar vs Allen: de despreciados en 2018 a candidatos MVP en 2022.
Recuerdo perfecto las semanas previas al Draft 2018: Sam Darnold y Josh Rosen parecían los quarterbacks franquicia modelo por los que muchos apostaban. Baker Mayfield comenzó a ganar hype en los últimos días pero de Josh Allen solo se hablaba como un proyecto muy difícil de pulir que básicamente lo único que tenía era un brazo "a lo Elway" con cero precisión. De Lamar Jackson ni eso. Bill Polian, miembro del Salón de la Fama, dijo que tenía mejor probabilidad de ser un receptor que un quarterback nivel NFL. Cuatro años después, los despreciados de la clase 2018, se enfrentan en un duelo tremendamente atractivo con tintes de lucha tempranera por el MVP.
Sencillamente escrito: Lamar Jackson está teniendo mejores números en este 2022 que cuando ganó el MVP en 2019. Cuatro touchdowns más, 71 yardas por acarreo más y 6 puntos de rating más en este 2022. En los tres partidos de la temporada ha conseguido al menos tres touchdowns en cada uno de ellos. Es un highlight humano. Ha conseguido estos números sin Ronnie Stanley, su mejor guardaespaldas, que no ha debutado en esta temporada, y sin J. K. Dobbins, su principal socio en el ataque terrestre. Lidera la liga en pases de touchdown y es el octavo jugador con más yardas por tierra. Quien siga diciendo que no sabe lanzar no ve football los domingos.
Enfrente estará el otro con más posibilidades de ganar el MVP este año: Josh Allen. Ese brazo que se alababa en 2018 sigue estando, pero lo asombroso es ver semana a semana la precisión que ha conseguido perfeccionar para todos sus envíos: cortos, medios y largos. Él lidera la liga en yardas por pase. Si mantiene el ritmo que ha mostrado en tres semanas, está proyectado a romper el récord de Peyton Manning. ¿Alguien duda que lo pueda conseguir?
Ambas defensas son jaurías de caza, por lo que Allen y Lamar deberán estar al máximo de su concentración el domingo, eso significa el máximo de sus talentos y eso significa, hoy por hoy, el mejor entretenimiento que puede poner en un campo la NFL. Algo que, prácticamente nadie, vio venir hace cuatro años.
La defensa de los Cowboys en ascenso.
La lesión de Dak Prescott al final del último cuarto contra Buccaneers parecía el acabose de la temporada 2022 de los Cowboys apenas en la primera semana. Sin una ofensiva estelar, muchas bajas respecto a 2021 y su quarterback lesionado, era lógico eliminarlos de forma temprana de cualquier aspiración a competir este año. Henos aquí, en vísperas de la semana 4, con la posibilidad de que Dallas salga de ella con su tercera victoria consecutiva.
Desde que cayó Dak, asumí que el equipo debería recargarse en la unidad más sólida del equipo: la defensa de Dan Quinn, pero no imaginé que esta unidad fuera capaz de jugar a un nivel tan efectivo y llamativo. Partamos por el principio. Es justo señalar que el calendario les ha puesto rivales a modo, pero como siempre digo, uno solo puede jugar contra el equipo que tiene enfrente. Punto número dos, eso no le quita ni un poco de mérito a la defensiva de Dan Quinn.
Micah Parsons es un revolucionario de la liga: un comodín en el front seven. Lo mismo lo puedes poner a frenar la carrera por el costado o por el centro, ponerlo en cobertura o cargando contra el quarterback y lo va a hacer a un nivel excepcional. El problema es que no parecía tener un socio. Pero, una vez más, ha aparecido la mano de Dan Quinn: aprovechando el poderío de Parsons, en la semana 3 vs Giants ubicó a DeMarcus Lawrence en duelos favorables que le permitieron tener un mejor desempeño y se reflejó con las 3 sacks que consiguió. D-Lawya empató su marca del año pasado, pero más importante que eso, en estos tres juegos parece que ha recuperado algo del fantástico nivel que nos regaló en 2018. Pero la buena noticia de losBoyzes que no solo ha sido elpass rushla unidad que dió un paso al frente, lo hicieron los otros repartos igualmente. Ejemplo claro Trevon Diggs: secó a Ja'Marr Chase en la semana 2 y en la 3 solo permitió 3 recepciones, defendió 3 pases y tuvo 1 intercepción. Esta semana el duelo no es menor (Terry McLaurin) pero si vuelve a registrar una buena actuación, habrá que prestar atención a Diggs y comenzar a creer que ha pulido sus deficiencias.
La defensa está ganando números, confianza y, sobre todo, partidos. Enfrente ahora, toca un Carson Wentz que ya no ve lo duro sino lo tupido, ante Eagles sufrió 9sacks y aunque Philadelphia es una fantástica unidad, no tienen un Micah Parsons. Esta semana 4, la defensa le puede volver a dar una victoria a los Cowboys y ponerlos con récord de 3-1 que muy pocos esperaban tras la lesión de Dak.
Jaguars vs Eagles: las revanchas de Hurts y Pederson.
Temporada 2020. Eagles con muchas dudas respecto a seguir con Carson Wentz como su quarterback, eligen a Jalen Hurts en el Draft y Doug Pederson empieza la temporada con el agua al cuello. En la semana 14 nombran a Hurts como el titular: muestra destellos de buen jugador pero hubo muy poco tiempo. Despiden a Pederson y Hurts se queda en el limbo. Dos años hacia adelante los eficientes y ganadores Jaguars de Doug Pederson visitan a los todopoderosos Eagles comandados por el fascinante Jalen Hurts.
No hay tensión entre ellos. Les faltó tiempo para trabajar juntos, Pederson creía en Hurts y quería usarlo de titular antes, pero recibió directrices de apostar con Wentz hasta que fuera insostenible y así fue. Hurts llegó como un diamante en bruto, muy en bruto, a la NFL, pero talento había y Pederson lo sabía. El 2021 para Hurts fue de aprendizaje, la ofensiva de Nick Sirianni lo limitó bastante mientras absorbía nuevos conceptos. El año de Pederson fue algo similar: sabático, para después asumir con Jaguars. La nueva temporada les ha hecho justicia a ambos. Pederson ha vuelto a mostrar que es un Coach con capacidad de armar una ofensiva eficiente y competitiva mientras Jalen Hurts ha terminado su proceso de aprendizaje y ahora plasma eficientemente el potencial de su juego de doble amenaza: móvil por tierra y eficiente por aire.
En 2020 "se quedaron con las ganas", literalmente, de trabajar juntos. En 2022 ambos han mostrado su mejor versión, esa que querían alcanzar juntos. Después de intercambiar elogios toda la semana, solo queda el partido en el que solo puede ganar uno. Pero sea cual sea el resultado, es una revancha para ambos. Separada porque son rivales, pero conjunta porque siempre existió el deseo de triunfar juntos.
