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La inevitabilidad de Tom Brady y Aaron Rodgers y cinco enseñanzas que nos dejó la Semana 17

Ron Rivera no sabía que había una combinación de resultados que eliminaba a sus Commanders esta semana y se enteró tras la derrota contra los Browns. Repasemos ahora cinco lecciones que nos ha dejado la décimo séptima semana de actividad en la NFL.

El Padre Tiempo puede esperar a Tom Brady y Aaron Rodgers

Repetidamente nos hemos preguntado si esta temporada puede ser el final para los dos legendarios quarterbacks. Hace apenas cinco semanas escribíamos aquí el epitafio de la temporada de los Packers y planteábamos que quizá era tiempo de darle la oportunidad a Jordan Love de demostrar que puede liderar al equipo a partir de 2023.

Desde entonces Green Bay ha ganado cuatro partidos consecutivos y controla su destino, necesitando simplemente vencer en casa a su víctima favorita, los Detroit Lions (en Prime Time, además), para entrar a la postemporada como el sembrado #7 de la Conferencia Nacional. Los Buccaneers de Tom Brady, por su parte, han asegurado ya el #4 tras conquistar la NFC Sur.

Y si bien es cierto que el récord de 8-8 que ostentan los equipos de los dos futuros Hall of Famers no es precisamente para presumir, también se puede señalar que rara vez se podría encontrar dos equipos con 8-8 que resulten tan temibles en una postemporada: unos Packers enrachados que no tendrán que luchar contra el hándicap que ha resultado en los últimos años el clima de su propia casa y unos Bucs con los que TB12 ha demostrado una y otra vez esta temporada que el cuarto periodo le puede ser suficiente para rescatar una tarde miserable.

Aún queda la posibilidad de que estemos viendo los últimos partidos de una o las dos leyendas, pero ambas han dejado claro que el tiempo es uno más de los rivales a los que están acostumbrados a vencer.

Mike Tomlin, nunca un perdedor

Se dice que la temporada de la NFL realmente comienza a partir de Acción de Gracias y no hay mejor prueba de ello que los Steelers en 2022, que cruzaron ese umbral con marca de 3-7.

Parecía casi seguro que el head coach de Pittsburgh finalmente vería rota su racha de 15 temporadas sin tener una marca perdedora. En cambio, llegarán a la última semana con un digno 8-8, buenas posibilidades de lograr un registro vencedor al recibir a los Browns e incluso aspiraciones reales de colarse a los playoffs.

Otro año digno de reconocimiento para Tomlin, quien nuevamente ha tenido que navegar por circunstancias muy complicadas para hacer de su escuadra un equipo competitivo, incluyendo contar con un quarterback novato que llegaba con muchas dudas a la NFL. Claro que ayudó que su calendario post-Thanksgiving incluyera a Colts, Falcons, Panthers y Raiders -además de la serie que dividió contra los Ravens-, pero pocos esperaban que los Steelers llegaran con vida a la semana 18.

No hay que preocuparse por los Eagles, ¿verdad?

Y pensar que en cierto punto de la temporada parecía posible ver a Philadelphia marchar invicto hacia los playoffs. En contraste, dos derrotas consecutivas le han impedido asegurar el #1 de la Conferencia Nacional y aún podría perder la NFC Este ante los Cowboys el próximo domingo.

Por supuesto, hay que matizar que los tropiezos ante Dallas y New Orleans han ocurrido sin Jalen Hurts en los controles, pero Gardner Minshew no ha sido la única razón por la que el equipo de Nick Siriani cayó ante sus últimos rivales. La defensiva, en particular, fue mucho más responsable en la víspera de Navidad ante los Cowboys.

Es factible que Hurts regrese a la alineación el próximo domingo ante unos ya calificados Giants y pueda ayudar a garantizar el primer sitio de la siembra y con esto la semana de descanso para arrancar la postemporada, pero las dos últimas actuaciones han generado algunas dudas en el entorno de los Eagles.

Hablando de los Giants… ¿se inspirarán en el recuerdo de 2007?

Brian Daboll ha tenido un extraordinario desempeño en su primer año al frente de la tradicional franquicia neoyorquina y la tiene ya en los playoffs y sin nada que jugarse en el último partido de la temporada regular, con el #6 de la siembra asegurado.

Sería tentador para los Giants descansar a sus principales jugadores en la semana 18 y llegar más frescos a la ronda de comodines, pero el equipo tiene varias razones para ir con todo: la primera, obviamente, que se trata de un partido ante los Eagles, su más odiado rival. Está también el recuerdo de 2020, cuando Philly "entregó" el último partido al Washington Football Team y con esto le permitió ganar la división precisamente sobre los Giants.

Y claro: la mística de 2007. Ese equipo que también llegó al final de la temporada regular calificado y sabedor de que pasara lo que pasara sería el #5 de la Conferencia Nacional. Pero enfrente estaban los Patriots que buscaban la temporada invicta y los entonces dirigidos por Tom Coughlin lo dieron todo para tratar de impedir ese hito.

New England ganó un extraordinario partido por 38-35, pero New York se demostró a sí mismo ese día que podía competir de tú a tú con el mejor equipo de la liga. Cinco semanas después, consumaba una de las mayores sorpresas en la historia del Super Bowl al propinar a los Pats esa primera derrota que les negó la temporada perfecta.

Davante Adams o cómo romper un récord con estilo

El #17 de los Raiders superó la marca de la franquicia de más yardas por recepción en una temporada, que pertenecía a Tim Brown (1,408), al alcanzar 1,443.

Y vaya que lo hizo a lo grande. Esta fue la recepción con la que se puso por delante del legendario #81.