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Football, instrucciones de uso: inversión de roles

Kyle Shanahan nos recuerda cada semana el valor de un playcaller diferencial. No sólo es capaz de sacar el máximo rendimiento a todas sus piezas, sino que varía constantemente formaciones y ritmo para mantener a las defensas siempre incomodas. La liga no está preparada para asumir toda esa inversión constante de roles en ataque. Incluso una aproximación clásica y aversa al riesgo como son los planteamientos de Pete Carroll ha podido contener mínimamente el tempo ofensivo de 49ers. 

Para muestra, lo siguiente... En esta jugada invierte asignaciones, ordena motions, cambia fortalezas y es sumamente cuidadoso con el split de McCaffrey para atacar una sencilla slant a un paso. Con Shanahan logramos algo que sólo conseguimos con unos pocos creadores: entendemos todo lo que nos quiere contar.

Por otro lado, después de varios años buscando solistas, el ascenso tranquilo de Brock Purdy es una señal de que la Orquesta Filarmónica de San Francisco no necesita virtuosos, les basta con un buen primer violín que silencie al grupo y pida un "la" al oboe. La acumulación de talento general en la sala transciende incluso el talento de cada una de las partes. Pase lo que pase, es un equipo que se estudiará en el futuro.

BILLAR AMERICANO

La fama en la NFL es un préstamo a corto plazo. Hay algo simbólico en el revival de Doug Pederson a expensas de la caída de Staley. Las carreras de algunos entrenadores NFL orbitan e intersectan como los caminos de Eddie Felson y El Gordo de Minnesota.

Hace sólo 5 años (parece una eternidad) Doug Pederson tomaba la liga al asalto con su aproximación agresiva al juego. Sus Eagles no temían los cuartos downs en campo propio y escribían tesis doctorales sobre los beneficios de arriesgar las conversiones de 2 puntos. Mostraban a la liga una nueva vía en la toma decisiones que, curiosamente, sirven para facilitar la asimilación de muchas de las ideas que luego veremos con Staley. Las fluctuaciones de talento y la natural súper inflación de las plantillas campeonas son el germen del declive de Pederson, que termina por desaparecer de la liga.

Brandon Staley aprovecha el talento defensivo acumulado durante años en los Rams y en su ascenso gana prestigio rápido con una aproximación marcadamente pedersioniana. Acapara todas las tertulias y protagoniza todos los debates. Está en el momento justo y en el lugar adecuado: la liga y los medios llevaban años demandando un Fast Eddie que trajese riesgo al juego. Pero Staley no termina de romper como gurú defensivo y el riesgo, que facilita su ascenso, le acarrea también las críticas más feroces.

Quien haya visto El Buscavidas de Robert Rossen ya sabe lo que pasa... Staley comienza el encuentro dominando, imponiendo juventud, jerarquía y carisma. Limpia una mesa tras otra.

El Gordo de Minnesota espera, aguanta las chanzas y da tiza a su taco. Y cuando ve la oportunidad, va a degüello.

"Game over, Eddie"

SE NECESITA CLOSER

Los actuales Bills de McDermott me recuerdan a uno de esos equipos de baseball que a mitad de temporada pierden a su closer y no han sabido encontrar un sustituto. 

Su enorme potencia de bateo hace que puedan conseguir ventajas rápidas -con Allen y Diggs, un simple descuido y hay que sacar las piraguas a la bahía- pero su defensa llega a enero un ERA promedio de 3.45. Sus lanzadores les permiten mantener ventajas cómodas, pero están sufriendo contra equipos hechos.

El closer obviamente es Von Miller. Si tienes un jugador de este nivel y te pones 17 arriba, obligas al ataque contrario a pasar y el partido se convierte en una rutina de tiro al pato. Si no lo tienes y tu defensa flaquea, en playoffs cualquier ventaja deja de ser definitiva. 

Una de las peores noticias de la temporada de Bills es que ninguno de sus jóvenes rushers ha dado un paso al frente y reclamado la posición. Se vio este sábado y es probable que se repita estas semanas.

MEZCLADO, PERO NO AGITADO

Brian Daboll ha conseguido algo muy interesante que convierte a Giants en un equipo moderno: ha sabido mezclar bien. 

Ha sabido combinar el juego marcadamente físico, de football control de sus años con Belichick y satélites, con la locura callejera de su experiencia en college y con los planteamientos modernos de QB corredor en los Bills de Josh Allen.

Todas y cada una de estas fases de su desarrollo pueden apreciarse, en mayor o menor medida y según las necesidades, en cada partido de los New York Giants. Saben enfriar el encuentro, llevarlo a la trinchera y apoyarse en Saquon y su defensa.

Son capaces de dibujos frescos y elaborados que mezclan tradición y modernidad.

Y no tienen miedo de sacar a Daniel Jones a bailar.

Pocos entrenadores han tenido una trayectoria formativa de la riqueza de Daboll y, menos aún, han sabido aprovecharla.

UN RECORDATORIO

El Bengals vs Ravens me deja una lectura clara y breve: los buenos entrenadores hacen competir SIEMPRE a sus equipos. Puede faltar tu QB estrella, puedes no tener armas ofensivas y tu OC ser el hombre de Atapuerca afeitado; si tu HC vale, competirás. 

Entiendo las dudas con Greg Roman, pero, para mí, John Harbaugh no se discute.

CENA A LAS OCHO

Los equipos campeones nacen, crecen, se inflacionan y mueren. Los Tampa Bay Buccaneers son el enésimo ejemplo de este ciclo natural en la NFL. Es algo que hemos visto recientemente también en Panthers, Eagles, Falcons o Rams. El progresivo encarecimiento de las plantillas y la retirada/huida de cerebros en el banquillo hacen casi imposible mantener un ciclo ganador continuado. 

Cada vez estoy más convencido de que para mantenerse competitivos los equipos deben vender y no comprar. Es el "adittion by substraction" que nos enseñaron los Patriots durante 20 años, traspasando jugadores estrellas por Draft, dejando que los veteranos lleguen a la Agencia Libre para obtener picks compensatorios y desarrollando talento joven. La estrategia del "all-in" en la NFL tiene las patas muy cortas. Bucs iniciarán la temporada 2023-24 con un Cap Space negativo de 43M y sólo 38 jugadores en plantilla. Tendrán a 5 titulares con contrato anulable y buena parte de su talento joven tocando la Agencia Libre. Todo anticipa unos años de travesía en el desierto.

Por lo que respecta a Brady, la solución más obvia parecen los Raiders. Mesa puesta, barbacoa encendida, música de fondo, el resto de comensales ya están sentados y McDaniels espera con su mejor sonrisa tras la puerta. Deben mejorar su fase defensiva, pero son un equipo con un récord tremendamente engañoso, muy marcado por las ventajas astronómicas que dilapidaron. 

Sinatra. Elvis. Brady. Parece una progresión natural.

Buy the ticket, take the ride, Tom!