Desde Phoenix, Arizona
Footprint Center abre sus fauces para contener a todos los componentes que darán emoción al Gran Domingo. Una experiencia dual para aficionados y prensa. Las ruedas de prensa convertidas en un speed dating puro. 10 módulos alrededor de la base de una gigantesca tarima que recuerda a un ring. El módulo 1 dice Nick Sirianni. Luego están Jalen Hurts, AJ Brown, Miles Sanders, Haason Reddick, Darius Slay y el resto de jugadores elegidos como los más deseados.
Al llegar, sobre la tarima conversan con Donna Kelce, que disfruta del momento de atención que le ha llegado por tener a sus hijos enfrentándose el domingo. Lo que ocurre en la tarima se proyecta en pantallas gigantes para los aficionados que ocupan las gradas. El audio central nunca se calla y compite por la atención con lo que ocurre en cada uno de los módulos. El piso es una estación de trenes. Gente yendo de un lado hacia el otro con cámaras y celulares tratando de quedarse con un momento de la cita. En la mayoría de las ocasiones ll. Las cámaras y los tripiés como armatostes formando una barricada que hace inaccesibles a los más deseados. Difícil llegar a Sirianni, imposible llegar a Jalen Hurts.
Decido abrir las citas con Haason Reddick. Muy infra. 16 sacks en temporada regular y 3.5 en playoffs (estableciendo una marca de franquicia). Es mucho más fácil llegar a él que los dos primeros. Cada módulo tiene dos bocinas que crean un bolso de seguridad. Escucharle es muy interesante. Tenerlo tan cerca humaniza a alguien que por sí solo es muy humano. Habla acerca de su familia, de cómo estar cerca de ellos influyó en la decisión de llegar a Eagles. De la comunidad en la que creció, las dificultades y cómo nunca imaginó estar en dónde esta ahora. Que admiraba a su padre y a su tío porque eran respetados a donde iban. También dice que Mahomes es uno de los QBs con los que nunca ha conseguido un sack y que lograrlo sería histórico. En una temporada brutal en la que la clave para él ha sido pasar de linebacker a EDGE, posición en la que más cómodo se siente y donde ha podido explotar al máximo su instinto. Escucharle es imperdible. Dedico la mitad del tiempo a valorar la figura de un jugador menos mediático que otros, pero de un impacto incalculable en la temporada de Philadelphia y en su presencia en este Opening Night.
En un momento le suelto y voy hacia Miles Sanders, quien habla de las frases motivacionales de Jalen Hurts. Cuenta que cuando le preguntaron sobre su jugada favorita de la temporada respondió -la temporada aún no termina-. La marca de los ganadores: pensar siempre en el siguiente partido y en la próxima jugada. Escuchar a Hurts a través de Sanders es el único camino posible. Mientras, deambulan alrededor de la tarima los menos deseados, los anónimos, los jugadores que no son reconocidos por muchos medios (y que tampoco tienen un letrero con su nombre detrás). Caminan en espera de que alguien les de una flor, de que en algún momento alguien les pida una entrevista. En ocasiones parecen un poco perdidos, algo fuera de lugar. Son parte de la experiencia y, sin embargo, la viven un poco desde afuera. Alejados del foco. Son outsiders en el Opening Night.
Llega el turno de Kansas City y termino en primera fila frente a Travis Kelce. Aunque dice que el tema del enfrentamiento con su hermano Jason (el Kelce Bowl) le parece un poco desgastado, le preguntan mucho al respecto y siempre responde con una sonrisa. Dice que si su hermano tiene a su bebé este domingo podemos tener claro todos que vivimos dentro de su Matrix. Agradece la atención que le han dado a su mamá y verla tan contenta disfrutando del momento que le ha dado el duelo de sus hijos. Es amable e ingenioso. Le preguntan por el alcalde de Philly y dice que ha aprendido la lección y que por ahora ha decidido que no dedicará más palabras a ningún alcalde de ninguna ciudad.
Chris Jones es mucho más difícil de descifrar. Parece más cerrado e inaccesible. Sin embargo, en un momento le entregan un balón de football lleno de brillantes pegados a él y pregunta -¿es real?-. Hace el gesto de lanzarlo y yo hago el gesto de recibirlo. Se ríe y dice -mejor se lo voy a regresar a ella-. No es tan inaccesible. Simplemente todos son personas distintas. Este speed dating permite el contraste y te muestra diferentes personalidades. Grados de intro y extroversión. Formaciones. Entornos. Humanos.
Logro encontrar un camino hacia Andy Reid y le escucho hablar sobre la otra historia gastada, el Reid Bowl. Tiene palabras afectuosas para Jeffrey Lurie, dice que le dieron todas las herramientas para conseguir el éxito, pero en un momento entendieron que los caminos debían separarse y que, en ocasiones, eso resulta ser benéfico para ambos lados. Y aquí están los dos equipos, en Arizona.
La noche cierra con una sorpresa. Si Jalen Hurts parecía protegido por la mejor OL de la historia -inserta aquí tu favorita-, anticipaba que con Mahomes ni siquiera merecería la pena hacer el intento. Y cuando menos lo espero estoy cerca de él y le escucho hablar sobre el MVP y cómo es algo que cambia constantemente. Que en un momento de la temporada le tenían descartado. Y ahora, que le vean. También cuenta cómo para reemplazar a Tyreek Hill tuvieron que echar mano de todo el cuerpo de receptores completos. Y habla mucho de fe. Responde con velocidad y una voz peculiar que es aún más curiosa en persona. Está listo para el juego.
Es el día 1 y escribo este texto en la madrugada. La emoción y el cansancio alcanzan un estado homogéneo. La aventura apenas ha iniciado...
Si quieres acompañarme en estas historias, nos vemos en @yasoyalex.
