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Brian Daboll, entrenador del año y otras lecciones tácticas de semana 17

New York Giants
2022 · 9-6-1
Indianapolis Colts
2022 · 4-11-1

Brian Daboll es mi entrenador del año

Faltando una jornada para acabar la temporada regular, los New York Giants son equipo de playoffs. Estos Giants. Es muy posible que nadie diera un solo euro por el equipo de Daboll en el mes de agosto, pero lo que es indudable es que van a jugar en postemporada por méritos propios. Y la culpa de esto la tiene el señor que ayer aparecía con unas gafas de sol en la banda del equipo neoyorquino. Brian Daboll ha construido un conjunto muy duro y donde cada jugador sabe lo que tiene y lo que no tiene que hacer.

Lo primero que hizo fue traerse a un coordinador defensivo muy agresivo, alguien que supiera sacar rendimiento de las herramientas con las que iba a contar, y Don Martindale ha dotado a esta unidad de una identidad propia. Dexter Lawrence en el interior de la línea defensiva es un muro infranqueable, mientras que Thibodeaux y Ojulari han ido creciendo en la amenaza exterior del pass-rush. La vuelta de Xavier McKinney liberará aún más a un Julian Love que ha ido apagando fuegos por casi todo el campo durante toda la temporada. La defensa compite y permite al ataque cerrar partidos, y aquí es donde Daboll ha brillado sobremanera.

Daniel Jones ha dejado de ser ese quarterback asustadizo y errático de sus primeros años. Daboll lo ha mantenido muchas veces fuera del pocket, ya fuese con roll-outs, sprint actions o carreras diseñadas para sus buenas piernas. Además, involucrar a Saquon Barkley en el juego de pase le daba la oportunidad al quarterback de soltar rápido el balón. Así mismo, la aparición de Richie James en este juego corto también le ha servido a Jones para ir moviendo cadenas. Isaiah Hodgins fue el refuerzo importante en situaciones de red zone y alguien a quien Daboll conocía de su paso por los Bills. Otra pieza más del puzzle.

Pero la estrella lleva el 26 en el pecho y en la espalda. Saquon Barkley es el eje por donde todo gira. Su amenaza constante permite liberar presión sobre Daniel Jones y su capacidad para generar big plays les permite tener oportunidades de anotación en partidos igualados. Sano, Barkley es un jugador élite.

El trabajo de Brian Daboll no ha hecho nada más que empezar y es necesario que en la siguiente temporada se confirmen las buenas sensaciones que han dejado en 2022. Los playoffs serán para disfrutarlos en la ciudad de New York, pero que nadie se confunda. Daboll no va a relajarse en enero. Al revés, le va a complicar la vida al que se cruce con él. No lo duden.

Washington Commanders
2022 · 7-8-1
Cleveland Browns
2022 · 7-9-0

Riverboat Ron se hundió

Tengo en muy alta estima a la persona que es Ron Rivera. Creo que debe ser uno de los tipos más nobles de toda la liga. Sabe fomentar la buena salud dentro del vestuario, trata a sus jugadores de la mejor manera y los ayuda en todo lo que está en su mano, pero no creo que esté a la altura en cuanto a decisiones técnicas-tácticas en una liga que va por un camino distinto al que él ha mamado. En mi opinión, la titularidad de Carson Wentz para el partido decisivo frente a los Browns no tuvo ni pies ni cabeza.

Es evidente que la respuesta a futuro en el puesto de quarterback no es Taylor Heinicke. Pero es que tampoco lo es Carson Wentz. Washington ha sido un conjunto muy competitivo estos dos últimos meses, y lo ha conseguido ser desde su defensa y aprovechando en ataque todo el talento que han reunido con jugadores jóvenes. Heinicke le dio ese toque rebelde y arriesgado que necesitó en momentos puntuales, pero con la incertidumbre del error rondando cada jugada. Aún así, es cierto que había generado cierta química con Dotson y Samuel, además de tener siempre la referencia en el exterior de McClaurin. La vuelta de Wentz, en este momento de la temporada, tiró por tierra todo esto. No estoy diciendo que Wentz sea peor quarterback que Heinicke, no lo creo, pero Washington había cimentado su mejoría en esa estabilidad con el ex chico de Old Dominion.

En el partido frente a los Browns, pudimos ver a un Wentz fuera de sincronía con sus compañeros, lanzando overthrows, underthrows y perdiendo receptores por el campo. Además, su manera de bajar los ojos tras perder la primera lectura y cerrarse el pocket a él mismo, se hizo más acuciante a medida que avanzaba el encuentro. Ron Rivera quiso poner a su mejor quarterback disponible para esta final, pero no alineó al que su equipo le pedía, aunque, quizás, el resultado hubiese acabado siendo el mismo si la decisión hubiese sido otra. Esto es una de las obligaciones de un head coach en la NFL, y Riverboat Ron falló en el instante donde tenía que haber estado más lúcido. Tras este nuevo año al frente de la franquicia capitalina, su integridad como persona sigue siendo su mejor baza, pero ya va siendo hora de que aporte algo más.

Tampa Bay Buccaneers
2022 · 8-8-0
Carolina Panthers
2022 · 6-10-0

Brady no se rinde

Los últimos partidos de Tom Brady como jugador de los Tampa Bay Buccaneers nos habían dejado unos titulares maravillosos con esas remontadas en el último cuarto. Su leyenda seguía creciendo a cada pase de touchdown que daba la vuelta a un resultado que parecía imposible de girar. Sin embargo, su juego no había sido todo lo limpio que se espera de él. El propio Brady, con su lenguaje corporal y sus declaraciones en ruedas de prensa lo dejaba más que claro. Pero, claro, cuando llega el día D y la hora H, Brady se transforma en un robot perfectamente engrasado. Tenga los años que tenga.

Este domingo, frente a los Panthers, y con el título divisional al alcance de la mano, los Buccaneers volvieron a llegar al último cuarto con desventaja en el marcador. El veterano quarterback había estado atacando a la defensa de Wilks mediante mucho lanzamiento a la espalda de los linebackers tras play action o buscando el lanzamiento rápido a Godwin cuando formaban en no huddle. Sin embargo, el ordenador que tiene por cerebro Brady, hacía rato que había detectado el punto débil de la defensa rival. CJ Henderson se alineaba con Mike Evans en el exterior, y la ventaja parecía clara, así que se dedicó a buscar a su receptor en lanzamientos profundos cuando Evans corría rutas fade. La velocidad y zancada larga del wide receiver le generaban una buena separación mejorada por el toque en los lanzamientos de Brady. La exhibición en este último cuarto fue abrumadora.

Es muy posible que este domingo hayamos visto una de las mejores versiones de los Buccaneers de 2022, y eso es algo que debería preocupar a su primer rival en la Wildcard. Ya saben, el 12 es inmortal.