Es muy probable que nadie hubiera acertado a que después de 3 semanas de temporada los únicos invictos serían Miami en la americana y Filadelfia en la nacional.
Es indiscutible que los Dolphins han tenido un extraordinario inicio de campaña, derrotando al odiado New England, a Baltimore con un regreso increíble, y a Buffalo, que a mi entender es el mejor equipo de la liga, pero que se vio sumamente disminuido con una secundaria improvisada, y con la ausencia de 6 titulares a la defensiva. El jueves en Cincinnati, Miami tendrá una nueva prueba, ante sí mismos, y ante la corte de la opinión pública.
En cuanto a los Eagles, me parecían un contendiente con Dallas por el título del este, sin embargo después de ver su desempeño luego de 3 semanas, me gustan para ir más allá. Su pasador Jalen Hurts ha tenido un interesante proceso de maduración, cuenta con buenos corredores y receptores, pero sobre todo, con una gran línea ofensiva. A la defensiva mejoraron notablemente en el departamento de esquineros y linebackers. Es una realidad que sus rivales hasta el momento no conforman la élite de la liga (Detroit, Minnesota y Washington), pero tengo mucha curiosidad de verlos ante una de las grandes sorpresas de la temporada, Jacksonville, que podría exigirles aún más.
En contraste, los Raiders son el único equipo con marca de 0-3 al caer consecutivamente frente a Chargers, Arizona y Tennessee, por un total combinado de 11 puntos. ¿Habrá tomado la decisión correcta Mark Davis, dueño del equipo, al cambiar de entrenador para este año? Trajo a Josh McDaniels de los Patriots, que se encargaba del ataque del equipo, y bajo la tutela de Bill Belichick, para algunos el mejor entrenador de todos los tiempos, era una opción interesante sin duda. Pero despreció a Rich Bisaccia, que entró como emergente por Jon Gruden a partir del sexto juego del año anterior, luego de encargarse de los equipos especiales. Bisaccia se fue con marca de 7-5, calificó a los Raiders a playoffs por primera vez desde el 2016, y estuvo a punto de ganarle a Cincinnati en el juego de comodines. Aunque no se trataba de una temporada completa, creo que su desempeño fue extraordinario, ganando además los partidos cerrados que ahora están perdiendo. Bisaccia es ahora coordinador de equipos especiales en Green Bay.
Finalmente me parece que la desaparición del Pro Bowl merece un comentario. Surgido en 1951 con distintas modalidades, era el partido en el que las grandes estrellas de la liga tenían la oportunidad de convivir, y el público de verlos a todos ellos en el terreno de juego. Recuerdo haber transmitido una buena cantidad de estos encuentros entre los ochentas y noventas, y era un espectáculo completamente diferente al más reciente. Es cierto que los jugadores se cuidaban, ya que nadie quiere lesionarse en un partido de exhibición, pero había más contacto, más tackleo, en suma más juego en serio. Últimamente era una pachanga, y había más contacto en un partido de tocado. Las defensivas eran inexistentes y los marcadores excesivamente elevados.
Por la naturaleza del deporte, es imposible efectuar el Juego de estrellas de la NFL a mitad de temporada como ocurre en grandes ligas, el básquetbol o el hockey, hablando de las 4 grandes ligas de Norteamérica. Por ello no hay opción, tiene que ser al final de la campaña. Y aunque la liga había intentado formatos distintos, al final el resultado era el mismo. Es por ello que barrió con todo lo anterior y emprenderá una nueva idea, un concurso de habilidades y un partido de flag football durante el fin de semana previo al Super Bowl en Las Vegas. El encargado de producirlo será Peyton Manning a través de su compañía Omaha Productions.
Y del encuentro de flag football se desprende algo más, el interés de la Federación Internacional de Futbol Americano por darle reflectores a dicha modalidad, y promoverla como deporte de exhibición para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.